Las emisiones de gases de efecto invernadero cayeron un 6,2% en España en 2019

El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) publicó el 8 de julio el Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) correspondiente al año 2019. Estos datos preliminares, que España tiene obligación de enviar a la Comisión Europea anualmente, estiman que las emisiones brutas de CO₂ equivalente ascendieron a 313,5 millones de toneladas el pasado año, una caída de un 6,2% respecto a 2018.

Estos datos preliminares muestran que las emisiones de CO₂ equivalente registraron una disminución global en 2019, pese a que fue un año hidrológico seco, con un descenso de la producción hidráulica del 27,6%, y en un contexto económico favorable, con crecimiento del PIB del 2%, lo que muestra un desacoplamiento de las emisiones con respecto al crecimiento económico, destacaron fuentes del Miteco.

El transporte continuó siendo, como en años anteriores, el sector más emisor. En 2019 fue el responsable del 29% de las emisiones en términos de CO₂ equivalente, seguido de la industria (20,6%), la generación de electricidad (13,5%), la agricultura y ganadería en su conjunto (12,5%), el consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (8,8%), y los residuos (4,3%).

Las emisiones procedentes de instalaciones sujetas al Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (ETS, por sus siglas en inglés) disminuyeron en 2019 un 14% con respecto al año anterior y las emisiones procedentes de los sectores difusos un 1,6%. Sin embargo, las procedentes de la aviación doméstica aumentaron un +7,4%.

Teresa Ribera participó el 7 de julio en la cuarta Reunión Ministerial sobre Acción Climática, que reunió por vía telemática a “ministros y representantes de alto nivel de más de 30 países”.

Si se comparan las emisiones de CO₂ equivalente por sectores de este avance con respecto a las del año anterior, 2018, se aprecia, en el sector del transporte, un ligero aumento de las emisiones (un 0,7%) debido principalmente al transporte por carretera (que por sí solo supone un 26,8% del total de las emisiones de GEI del inventario), que experimentó un incremento interanual de 0,6% generado por aumento en el consumo de gasolina de un 5,7%, a pesar del ligero descenso en el consumo de diésel del 0,4%. Las emisiones del transporte aéreo nacional, aunque sólo supusieron en 2019 un 1% del total, aumentaron un 7,4% respecto al año anterior.

Por lo que respecta a la generación eléctrica, se estima una disminución del 28,7% de las emisiones debido, principalmente, a la caída en un 64,9% de la producción eléctrica por carbón. Además, aumentó la producción de energía eólica un 9,4%, la solar fotovoltaica un 19% y la solar térmica un 16,8%. La producción eléctrica en centrales de ciclo combinado creció un 85,9% respecto a 2018.

En cuanto a las emisiones achacables a la actividad industrial, se redujeron 2,9%, incluyendo tanto las procedentes del consumo de combustibles (que disminuyeron un 1,3%) como las emisiones procedentes de los propios procesos industriales (con un descenso del 6,5%). Destacaron los descensos en los sectores de los minerales no metálicos (las emisiones ETS del sector del cemento cayeron un 7,1%) y de la metalurgia (con un descenso de emisiones del 15,1% en la producción de aluminio primario y del 19,4% en la producción o transformación de metales no férreos).

El sector residencial, comercial e institucional (RCI), por su parte, experimentó un descenso del 3% debido a un menor consumo de gasóleo C en un año climatológicamente muy cálido (el sexto año más cálido desde 1965).

Las emisiones derivadas de la actividad de la maquinaria agrícola, forestal y pesquera también se redujeron (un 1,3%) en 2019 con respecto al año anterior, debido al descenso en el consumo de gasóleo B.

El sector de la agricultura logró un descenso del 1,4%. En el ámbito ganadero, pese al ligero crecimiento de las cabañas ganaderas (responsables del 67,2% de las emisiones de este sector), las emisiones se redujeron un 0,4%, debido fundamentalmente al descenso de las procedentes de la gestión de estiércol (1,0%) y a las procedentes de la fermentación entérica (un casi plano 0,1%). Las emisiones debidas a los cultivos disminuyeron un 3,4%, fundamentalmente por los descensos de emisiones de N2O derivadas de la gestión de suelos agrícolas debido al menor uso de fertilizantes inorgánicos respecto al año anterior (un 3,2 %) y de emisiones de CO₂ derivadas de la aplicación de urea (12,4 %).

Rompiendo esta tónica de descensos, el sector de los residuos aumentó ligeramente sus emisiones GEI (un 0,7 %) debido al aumento de las cantidades de residuos sólidos depositados en vertederos y aguas residuales tratadas. Junto al transporte, estos dos fueron los únicos sectores que no registran desacoplamiento de sus emisiones frente al contexto socioeconómico (incremento del PIB del 2% y de la población del 0,8%, lo que hizo que la población española superara por primera vez los 47 millones de habitantes).

Las emisiones derivadas de la combustión en refinerías (que representaron en 2019 un 3,5% de las emisiones totales nacionales), disminuyeron un 3,6%, según datos del régimen ETS.

Las emisiones derivadas de la combustión en refinerías (que representan un 3,5% de las emisiones totales nacionales), disminuyeron un 3,6%, según datos del régimen ETS.

También fueron menores las emisiones del conjunto de gases fluorados, que lo hicieron en un 5,2%, principalmente por el descenso en el uso de HFC y PFC en el sector de la refrigeración y aire acondicionado, fruto de la aplicación del impuesto creado por la Ley 16/2013.

Las absorciones asociadas al sector de usos del suelo, cambios de usos del suelo y silvicultura (LULUCF, por sus siglas en inglés) se estimaron en 37,5 millones de toneladas de CO₂-eq (equivalentes al 12% de las emisiones brutas en 2019). Respecto a 2018, las absorciones fueron menores (con una variación interanual del 1,6%). La disminución en el global de las absorciones está ligada al sector forestal (un 2,0%, como consecuencia de la disminución del efecto de las repoblaciones sobre el incremento de biomasa forestal) y, en menor medida, a la disminución de la superficie de pastizal.

El CO₂ supone un 80,1% de las emisiones totales de GEI, seguido del metano, con un 12,8%