La tecnología de aire puro sin SF6 contribuye a la descarbonización de edificios y redes eléctricas

Se estima que existen más de 30 millones de unidades de aparamenta de media tensión instaladas que emplean hexafluoruro de azufre (SF6), un gas artificial que sirve como medio aislante. Pese a que es un gas inerte, no inflamable y que no es tóxico en su forma pura, es importante tener en cuenta que el SF6 tiene un potencial de calentamiento global 23.500 mayor que el CO2 si no se manipula correctamente.

Esta se convierte, por tanto, en una de las mayores razones por las que es conveniente realizar la transición a la tecnología de aire puro sin SF6. Se estima que si por error se liberara 1 kg de SF6 a la atmosfera tendría un impacto medioambiental igual que la conducción de unos 200.000 kilómetros de un automóvil. Habría que multiplicar esta cifra por 30 millones de unidades de aparamenta, un riesgo, por tanto, muy elevado.

En el momento en el cual una aparamenta de SF6 llega al final de su vida operativa, es un requisito esencial recuperar, reprocesar y reutilizar de forma correcta ese gas. Sólo así se reducen los posibles riesgos de fuga y se evita su impacto medioambiental. Este proceso tiene un coste elevado, aproximadamente un 20% del precio del equipo en sí. Los subproductos tóxicos que resultan de las operaciones de interrupción del arco eléctrico hacen que el proceso de reciclaje del SF6 sea importante. Únicamente los gestores de residuos peligrosos acreditados son los profesionales indicados para transportar, reciclar o destruir el gas SF6.

Con todos estos datos, resulta adecuado el uso del aire puro para sustituir el SF6 en una aparamenta, puesto que no requiere de reciclaje, y el peligro de impacto por gases de efecto invernadero se elimina.

Esta es la apuesta que ha hecho Schneider Electric en su gama de aparamenta de media tensión, emplear el aire puro en lugar del SF6. Este cambio del SF6 por aire puro proporciona diversas ventajas como una mayor seguridad para las personas, respeto por el medio ambiente, mayor facilidad de uso, no requiere más espacio que el SF6, no hay que hacerse cargo del gas al final de su vida útil, mayor vida útil que el SF6 y se puede intercambiar de forma sencilla las celdas de SF6 actuales por aire puro.

La aparamenta es una instalación que se emplea principalmente en zonas públicas, esto hace que la salud y la seguridad sean dos de las razones principales para substituir el gas SF6 por aire puro. Este último no contiene toxinas, y en caso de fuga, no supone ningún peligro ni para las personas ni para el medio ambiente. Asimismo, al final de la vida útil del equipo la eliminación de este no requiere de normas estrictas ni es necesario que se realice por personal cualificado en manipulación de gases tóxicos.

Aunque la sostenibilidad es el motivo principal por el cual las empresas están adoptando medidas para reducir los gases efecto invernadero, también hay que tener en cuenta la presión reguladora que existe. En Europa, por ejemplo, el uso de SF6 está regulado por estrictos procedimientos que contemplan todos los aspectos del ciclo de uso del gas: uso, manipulación, desmantelamiento, supervisión y mantenimiento de registros de inventario.

Cabe destacar que desde 2014 la Unión Europea prohibió el uso de SF6 para la mayoría de aplicaciones para las que se destinaba habitualmente, a excepción de la industria eléctrica por la falta de alternativa para poder substituir el SF6. Si bien, el pasado año la Comisión Europea presentó una propuesta de normativa relativa a los gases fluorados en la que se especifica unas fechas de eliminación del SF6 en las nuevas instalaciones a partir del 01 de enero del 2026. Es, por tanto, cuando la tecnología de aire puro proporciona una fiabilidad total en los procesos de corte y aislamiento, sin que ello suponga tener que estar sometido a normativas medioambientales o impuestos asociados al carbono.

En un futuro en el que, según las previsiones estimadas, el consumo mundial de electricidad aumentará casi un 50% de aquí a 2040, las tecnologías sin SF6 o de aire puro son la opción más adecuada para el proceso de descarbonización y la eficiencia. Al optar por la aparamenta sin SF6, que emplea aire puro y corte en vacío, en nuevas instalaciones, las empresas se benefician de una tecnología fiable de corte, contribuyen a la descarbonización que demanda el sistema y se liberan de las consideraciones normativas.