El Grifone de los Pirineos escala la ferrata más larga de Cataluña
Albert Sans continua con su periplo que inició hace ya tres semanas y en los últimos días se está centrando en las actividades outdoor que tanto nos gustan. El pasado día 22 se lanzó a "La Regina de Peramola", una de las ferratas más clásicas de la península y la más larga de Cataluña y esto fue lo que pasó.
Antes de lanzarme a “vidajar” por el mundo en bicicleta, hice un primer pequeño paso viajero por Marruecos que me sirvió de iniciación y "quitamiedos". Solo hay que poner un pie en el camino que te propones y la gravedad hace el resto. Hago esta reflexión para hablaros de la vía ferrata, un modo perfecto para acercarse a las alturas con seguridad, engañando a los miedos y disfrutando de una experiencia emocionante en un entorno de altura inigualable.
Acompañado por Sara, la famosa Bloggtañera y Alex, el genial guía de Sector D y capo del estupendo albergue de Organyà, fuimos a la famosa vía ferrata Regina de Peramola. La más larga de Catalunya y de las más famosas de la península. Con fama de vía muy aérea, vertical y con vistas impresionantes, también cuenta con pasos que prometen como un puente Tibetano o el llamado “paso o salto de fe”.
El día es magnifico y desde los cafés de rigor intuyo que la compañía también lo será. Tras unos minutos de aproximación, nos plantamos ante la “puerta” de la aventura, donde miramos ilusionados hacia arriba como los niños miran una cometa. Tras familiarizarnos con el modus operandi de seguridad, tardamos pocos metros en alucinar con las primeras vistas y hacer unas 500 fotos de nada… Es lo que tiene juntar a dos bloggers ;P
Tengo la suerte de que Sara es ingeniera de montes y Alex geógrafo, ambos me van dando clases sobre el entorno, entre peldaño y peldaño, un lujo. Atravesamos una zona húmeda con vegetación. Especies como el acebo, l’orella d’os y muchas otras, van desfilando y entreteniendo la subida que ya es muy vertical desde su inicio. Al final de este bonito primer tramo, Sara propone subir a una aguja cercana que esta equipada. Lo hacemos y disfrutamos de la primera gran panorámica del día.
El segundo plato empieza fuerte con el puente tibetan. Pese a ir doblemente asegurado, el cerebro no puede dejar de mandarte mensajitos de alarma al ver que andas sobre tres cables que son lo único que te separa del abismo. Toda una escena de película que hace que la palabra “selfie” e “instagram” te vengan a la mente. De ahí empieza directamente una placa (pared vertical) espectacular con vistas panorámicas a la cara sur.
Poco tarda en aparecer el primer punto de dificultad en forma de un pequeño desplome que hay que superar con determinación y sin nervios, pues se trata más de cabeza que de fuerza. Si te pones nervioso, los brazos agarrotados por la tensión se cansan el triple solo al aproximarse y faltan fuerzas para el momento clave. Si consigues ir relativamente “relajado” el cuerpo responde y te recompensa. Una vez superado el obstáculo, la carga de optimismo te hace subir incluso más rápido que antes.
Siguen unos flanqueos (pasos horizontales) impresionantes, otra placa vertical y llegamos a una cuevecita que nos sirve de descanso y “pica pica”, sin pasarnos porque queda un ultimo tramo exigente con “paso o salto de fe” incluido. Ya estamos sueltos, pero nos impresiona un poco esta nueva "maniobra". Tras seguir subiendo y subiendo, ya con un desnivel ganado de 700m, llegamos a una repisa en la que hay un buzón en el que dejar firma de nuestro paso.
Poco antes debiamos tomar la decisión final… un remate de vía “fácil” o pelearnos con un ultimo desplome que pondrá a prueba nuestras reservas de valor y fuerza. Hemos venido a jugar y vamos a por la segunda opción para terminar por todo lo alto, tanto, que ya hace un buen rato que los buitres y sus nidos quedan por debajo de nuestra posición. Superamos con determinación el tramo final y coronamos exultantes, hambrientos y con dolor en los dedos de tantas fotos y videos grabados… jeje.
Tras comer, nos dejamos caer por un bonito camino de descenso mientras los buitres nos hacen pasadas de despedida. Muy recomendable poner un primer pie en tierras verticales con una vía ferrata. Esta en concreto, no es de iniciación, pero si te buscas un buen guía como Alex y una buena compañía montañera como Sara, es pan comido!