El Gobierno vasco cobra seis rescates en lo que llevamos de año

Ríos de tinta han corrido con la polémica tasa de rescates, a la que se dio luz verde en la anterior legislatura. La iniciativa, aprobada en el Parlamento Vasco a finales de diciembre de 2012, nacía en un contexto en el que se desplegaba prácticamente un operativo cada tres días en las montañas vascas. Tanto rescate se había convertido en un coste inasumible que era preciso frenar. Hasta entonces, por gravoso que resultara, jamás se había emitido factura alguna por estas labores de auxilio, aunque el coste de los dispositivos cada vez más sofisticados que hacía falta desplegar aconsejaba tomar medidas, según los anteriores inquilinos del Gobierno vasco. Alejada del ruido mediático, la ley ha seguido su curso y son seis los deportistas sancionados durante el último año. En concreto, cuatro escaladores y dos parapentistas, según la información facilitada a este periódico por técnicos del Gobierno vasco.
El último rescate fue llevado a cabo el pasado 23 de marzo, cuando fue preciso desplegar un operativo para recuperar sano y salvo a un escalador que se había precipitado desde una altura de 20 metros en el municipio vizcaino de Abadiño. El accidentado no estaba federado. Total de la factura: 1.283, 90 euros que el malogrado deportista tuvo que pagar de su propio bolsillo. Con el cambio de Gobierno, la normativa ha seguido aplicándose y, aunque los nuevos responsables rehusan manifestarse al respecto, fuentes del Ejecutivo consultadas insisten en la necesidad de que "se federen las personas que practican deportes de riesgo". Lo aconsejan con un doble objetivo: evitar que los afectados abonen directamente las multas, como le ocurrió el mes pasado al escalador, así como disponer de una mayor información.
Una caída de 20 metros
Según el listado facilitado, el primero de los rescates se produjo apenas dos meses y medio después de la aprobación de la polémica tasa. Fue un escalador vitoriano de 28 años el que tuvo que ser auxiliado por los equipos de emergencia coordinados por SOS Deiak. El joven se había precipitado desde una altura de cerca de 20 metros de una de las paredes del municipio alavés de Atauri. Aunque la escalada es uno de los deportes catalogados como de riesgo en la ley de tasas, el joven estaba federado, por lo que su seguro corrió con los gastos, que ascendieron a 2.417,41 euros. Pero no todos los deportistas auxiliados durante este tiempo pueden decir lo mismo. De hecho, de las seis personas rescatadas, la mitad de ellas no estaban federadas, como ocurrió el 12 de julio del año pasado en la zona de las canteras de Azpeitia. En aquella ocasión fue necesaria la intervención de un helicóptero para auxiliar a un joven de 21 años de edad tras sufrir una caída cuando practicaba escalada. Se trataba de una zona de difícil acceso y el joven, que se encontraba consciente, presentaba una fractura en una pierna y una fuerte contusión en la cabeza. Un técnico de la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología movilizó al lugar un helicóptero con agentes de la Unidad de Montaña, además de patrullas de la Comisaría de Azkoitia. El joven no contaba con seguro y tuvo que abonar 263 euros.
Hay un cuarto deportista rescatado que, si bien no estaba federado, contaba al menos con un seguro particular. El suceso ocurrió también en julio del año pasado en Kurtzebarri, el monte más conocido de Aretxabaleta, desde el que se disfruta de unas excelentes vistas de la comarca de Debagoiena. Así lo hacía un parapentista, hasta que acabó sufriendo el percance. La factura de su rescate ascendió a 2.341,19 euros. El resto de operativos desplegados durante este tiempo se han llevado a cabo en Atxarte (el desfiladero enclavado en el Parque Natural de Urkiola, en Bizkaia) y entre Orio y el monte Kukuarri, con un parapentista que también tuvo que ser rescatado. El total facturado es de 7.231,37 euros.
Oposición
Durante este tiempo no puede decirse que se hayan cobrado demasiadas cuotas, pese a lo cual, la Federación Vasca de Montaña sigue mostrando su oposición a la medida. "La ley establece unas diferencias que no parecen muy acordes con la realidad. No nos parece lógico que haya que cobrarle a un escalador que va con todo el material de seguridad y sufre un percance. Se le cobra porque esa práctica está considerada como deporte de riesgo, mientras que no se le exige abono alguno a una persona que sube en zapatillas al Txindoki un día de mal tiempo, porque es considerado senderismo. ¿Dónde está la imprudencia manifiesta?", se pregunta Antxon Burcio. El presidente de la Federación Vasca de Montaña anuncia que ha sido admitido a trámite el recurso interpuesto a la ley de tasas por la vía contencioso-administrativa ante el Tribunal Constitucional. La federación aguarda ahora una respuesta. Txema Garay, presidente del Club Vasco de Camping, reconoce que la aplicación de la ley no ha tenido un efecto negativo entre los casi 4.000 socios que integran la agrupación, si bien apela a la responsabilidad de cada uno de ellos, a los que siempre trata de concienciar de la importancia de estar federados.
Información de Deia