Optimismo en el arranque de la ISPO

Ayer jueves abrió sus puertas una nueva edición de ISPO, la feria de artículos deportivos más importante a nivel internacional. Ajena a la crisis económica que aún padecen algunos mercado, la feria alberga este año más expositores que nunca -más de 2.500-. A diferencia de las últimas ediciones, ha comenzado con mucho optimismo gracias, en parte, a las buenas sensaciones que tiene el mundo de la nieve, uno de los universos con mayor protagonismo en el salón bávaro.
La afluencia de detallistas nacionales ha sido, como era de esperar, mejor que otros años, y no han faltado a la cita -o se les espera- buena parte de los grandes operadores del sector (especialmente cadenas, grupos y tiendas especializadas en esquí y/o montaña). Obviamente aún estamos lejos de nuestros vecinos franceses e italianos, pero en los pasillos se habla más español que en los últimos 3 o 4 años. Y eso es buena señal.
Faltará ver cómo evoluciona el salón en estos últimos días, pero a priori, viendo las sensaciones que tienen expositores y visitantes, todo parece indicar que el balance final será bastante bueno si tenemos en cuenta el contexto.