MIL Studios propone un viaje entre lo clásico y lo inesperado en el NH Collection Madrid Eurobuilding

Hay edificios que acumulan historias y otros que las cuentan. El NH Collection Madrid Eurobuilding, con su arquitectura icónica de los años 70, es definitivamente de los segundos. Y ahora, gracias a la intervención de MIL Studios está listo para contar muchas más. Pero esta no es una historia de nostalgia; es una de reencuentros, de hacer que lo que siempre ha estado ahí vuelva a brillar, pero con un giro inesperado.

Con la filosofía clara de que un gran diseño debe sentirse, no solo verse, MIL Studios ha realizado una intervención que va más allá de lo estético. Se trata de recuperar la esencia del edificio y, al mismo tiempo, proyectarlo hacia el futuro. Despojar el lobby, la recepción y el restaurante de añadidos innecesarios ha sido el primer paso para devolverle al NH Collection Madrid Eurobuilding su personalidad única.

El corazón del proyecto se centra en el gran lobby del NH Collection Madrid Eurobuilding, un espacio que marca el ritmo y la atmósfera del hotel. En MIL Studios han desnudado las superficies, eliminando elementos superfluos para dejar al descubierto la monumentalidad de los pilares originales que ahora, gracias a un diseño cuidado, cobran todo su protagonismo. Se integran perfectamente en un entorno cálido y acogedor, guiando la mirada y estructurando el espacio, ofreciendo una lectura limpia y coherente.

La piel de madera que envuelve las paredes juega con diferentes ritmos y texturas, aportando calidez al conjunto. Este diálogo entre lo duro y lo cálido, entre el mármol y la madera, es un guiño a la esencia original del edificio, pero reinterpretado con un enfoque más contemporáneo. La intimidad de la nueva distribución planteada se potencia con un cuidado especial por la iluminación, mucho más puntual e indirecta, acentuando los ritmos y despieces de la arquitectura. El lobby, lejos de ser un espacio de tránsito, se convierte en un lugar para disfrutar, para detenerse.

Para darle sentido al proyecto se optó por plantear la distribución en tres zonas: la recepción, el Bikini Bar y el restaurante Casa de Comidas. Cada zona, a pesar de tener su propia identidad y funcionalidad, está pensada para integrarse en un conjunto armónico.

La recepción mantiene la disposición original, pero ha sido actualizada con un toque moderno que resalta la nobleza de los materiales. El mostrador de recepción combina la calidez de la madera en los puntos de contacto con los clientes y la solidez del mármol en su base, creando una bienvenida tanto visual como funcional. El espacio se acompaña de conjuntos de asientos estratégicamente colocados que aportan dinamismo sin romper la coherencia visual.

El concepto gastronómico lo tenía muy claro la consultora Brandelicious, y fueron ellos, junto a Rafa Zafra, los que no dudaron en contar con MIL Studios para aterrizar y hacer realidad el proyecto que tenían en mente.

El Bikini Bar es una pieza clave en la distribución del espacio. MIL Studios ha diseñado una barra central de mármol que actúa como un gran punto de encuentro, coronada por un botellero que funciona también como lámpara, aportando una iluminación suave y cálida. A su alrededor, los espacios de consumo están pensados para fomentar la interacción, con zonas que invitan tanto al encuentro casual como a la conversación íntima. El techo de lamas de espejo cobrizo que cubre el bar refuerza esta atmósfera envolvente, mientras que la terraza adyacente amplía el espacio hacia el exterior, creando una extensión del bar en un ambiente más relajado.

A modo de pequeño oasis, MIL Studios ha proyectado un rincón de café que, aunque rompe ligeramente con la estética general del lobby, está pensado para destacar. Esta pequeña ‘caja’ alicatada en tonos verdes y negros añade un toque de frescura y color, captando la atención.

Y si de experiencias memorables hablamos, no podemos olvidar el restaurante Casa de Comidas, un espacio operado por el aclamado chef Rafa Zafra, que combina a la perfección tradición y modernidad. MIL Studios ha creado aquí un ambiente tan acogedor como sorprendente. Es un restaurante que se siente como un salón hogareño. El uso de materiales como la piedra, el acero y el sisal evoca la autenticidad de las tabernas madrileñas, pero con ese toque contemporáneo que le da un giro inesperado.

El mobiliario juega un papel clave: sillas de madera y caña que parecen sacadas de una postal antigua, sofás de líneas clásicas, y muebles con trenzados de fibra que se mezclan con toques más modernos como sillas lacadas y bancos orgánicos. Aquí, lo antiguo y lo nuevo conviven en un equilibrio perfecto, creando un espacio que invita a quedarse.

Uno de los mayores aciertos de esta intervención es cómo la iluminación se ha convertido en protagonista. Nada está sobrecargado, todo está pensado para que el espacio respire. La luz es suave, puntual, y realza cada detalle arquitectónico y cada textura. Pero no es solo la luz lo que da vida al lugar. La vegetación que inunda el restaurante aporta dinamismo y frescura, mientras que un gran espejo parece multiplicar el espacio y hacerlo moverse contigo. Es un restaurante, sí, pero también es un lugar donde las líneas entre lo interior y lo exterior se difuminan.

Y claro, no podemos olvidar la famosa lámpara de tubos que ha coronado las terrazas interiores del NH Collection Madrid Eurobuilding durante décadas. MIL Studios ha sabido reinventarla, dándole un nuevo tono cálido que, lejos de robar protagonismo, suaviza la monumentalidad del espacio. Bajo su luz, las terrazas se han transformado en un pequeño oasis donde imponentes árboles crean rincones acogedores, perfectos para refugiarse y disfrutar de una experiencia culinaria relajada.

El reto que asumió MIL Studios no era sencillo. Transformar un edificio tan icónico sin traicionar su esencia exige una habilidad especial. Pero lo han conseguido. Con su característico toque profesional y cercano, entre lo desenfadado y lo meticuloso, han logrado que cada rincón de este histórico hotel cuente una historia.