Las joyas arquitectónicas del Hotel Palace recuperadas por el estudio Ruiz-Larrea
APE Grupo organizó un encuentro con medios de comunicación en uno de los emplazamientos históricos de Madrid: el Hotel Palace. Este emblemático edificio de principios del siglo XX ha recuperado su esplendor original, de la mano del estudio Ruiz-Larrea, que ha puesto al descubierto joyas arquitectónicas ocultas en rehabilitaciones previas.
Considerado Bien de Interés Cultural (BIC), la restauración del Hotel Palace ha vivido un importante proceso de documentación previo para analizar y valorar cómo actuar para devolver el esplendor original a este icónico edificio que ha sido testigo de la historia de Madrid. Inaugurado en 1912, se ha sometido a una renovación integral que abarca la fachada, las habitaciones, los espacios comunes y otros elementos arquitectónicos y decorativos.
Para conocer en detalle qué actuaciones se han realizado en el hotel, APE Grupo organizó un encuentro con medios de comunicación y el estudio Ruíz-Larrea, con su presidente César Ruiz-Larrea al frente, quién expuso algunas de las actuaciones que se han realizado en 2023 y que tuvo una duración de 22 meses. Unas obras de gran complejidad que se realizaron en paralelo a la actividad del hotel que no cesó durante los trabajos de renovación y recuperación de elementos arquitectónicos desconocidos hasta la fecha.
El arquitecto César Ruiz-Larrea durante su intervención.
“El proyecto tuvo un componente de sensibilidad por lo que representa este edificio histórico. Además, tuvimos que adaptarnos a la actividad propia del hotel en un intento por recuperar la esencia de este emblemático edificio”, reconocía César Ruiz-Larrea.
De este modo, uno de los elementos más remarcables fue la restauración de la fachada para recuperar los elementos ornamentales originales y el particular ‘color Palace’ (con colores beige y terracota).
“Un mismo proyecto lo hemos abordado en cuatro fases: Fachada, acondicionamiento de las habitaciones, zonas comunes y cúpula. Para la fachada, realizamos catas para descubrir el color original y recuperar el esplendor del hotel tal y como fue proyectado en origen. Fue un trabajo casi de cirujano eliminando, en algunos casos, hasta 15 capas de pintura hasta descubrir su origen”, comentaba al respecto Miguel Díaz, director de sostenibilidad del estudio Ruiz-Larrea, quien expuso las particularidades de los más de 8.000 metros cuadrados de fachada y los descubrimientos que se han encontrado, casi como de una hazaña arqueológica, tanto en el exterior como en el interior del edificio.
La icónica cúpula
La documentación fotográfica ha sido una fuente de información fiable para los arquitectos que han trabajado en la restauración del hotel. También se han actualizado las 470 habitaciones que contemplan hasta 80 tipologías diferentes; pero especialmente, el elemento más representativo de esta renovación está en el jardín de invierno y su espectacular cúpula vidriada, cuya icónica estructura se desmontó pieza a pieza para restaurar los vidrios antes de volver a montarse.
“El objetivo ha sido recuperar texturas y cromatografías originales, pero, especialmente, resolver patologías propias del tiempo en la fantástica cúpula que es uno de los elementos más remarcables del edificio”, añadía Díaz. Para ello, los más de 900 vidrios de Bonet se codificaron y se trasladaron al taller para recuperar su esplendor.
Para ello, el estudio ha trabajado en BIM escaneando y catalogando cada una de las piezas restauradas, así como el propio edificio, para que en futuras intervenciones se pueda mantener la idea original de este hotel proyectado por el arquitecto Eduard Farrés en 1911.
Fachada del hotel donde se pueden contemplar elementos ornamentales recuperados con el color original.













































































