Una mirada al pasado para avanzar hacia un futuro prometedor e industrializado
Grandes referentes de la construcción industrializada se reunieron el pasado jueves 24 de abril en la sesión: ‘¿Estamos construyendo el futuro o replicando el pasado? Un análisis crítico de la industrialización’ que tuvo lugar en el Main Auditorium Sika, dentro del Congreso de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0, que contó con la participación de Begoña López, CEO de la Ingeniería Componentes y el estudio de arquitectura Ibos; Pablo Sáiz, doctor arquitecto especialista en construcción industrializada y responsable de arquitectura en Woodea; Ignasi Pérez-Arnal, director del Congreso de Rebuild; y Eulàlia Figuerola, responsable de desarrollo y contenidos y experta en sostenibilidad para Green Building Council España, moderados por la editora y periodista de la revista Construcción Industrializada e iArqco de Interempresas Media, Mònica Escolà.
La sesión arrancó con una declaración de intenciones: ¿Estamos construyendo el futuro o replicando el pasado? Para Pablo Sáiz está claro que hay que echar la vista al pasado, para analizar qué puntos están fallando, corregir y avanzar hacia una construcción más eficaz. “Lo primero que tendríamos que conocer es el pasado para saber si nos estamos equivocando o no. Llevamos ya 25 años investigando y existe un gran desconocimiento de lo que se ha hecho, ya no digo en el siglo XXI, sino en el siglo XX también ha habido mucha industrialización. Tanto en España como en Europa sen hicieron grandes esfuerzos por intentar normalizar la industrialización de la edificación, pero no funcionó porque, además que necesitamos más formación, se intentaba industrializar por catálogo y nos olvidábamos un poco de la arquitectura flexible. Hay que industrializar por procesos, por productos. No quiero construir el futuro, porque somos cortoplacistas, sino construir el presente”, comentó al respecto.
En esta misma dirección apuntaba Begoña López: “Todos los sectores que se han industrializado en el mundo lo han hecho para ser más eficientes y, por tanto, para hacer las cosas mejor, más sostenibles, con mayor calidad. Y no se equivoquen, a menor coste. Y si no, no es industrialización”.
No obstante, la robotización forma parte del proceso industrial, pero, como aclaró Begoña, “robotizar puede ser el último eslabón de la cadena industrial. Lo que hay que tener muy claro es saber qué es industrializar: es ganar en productividad en un proceso”.
Un aspecto clave para determinar el cambio que debe atender el sector de la construcción industrializada es cambiar el modelo productivo, mediante el uso de herramientas que pueden ser automáticas o no. “Industrializar es hacer las cosas mejor, con mayor calidad, más sostenible, etc. y a menor costes, es decir, atacar directamente la variable en productividad, para ser más eficientes, optimizar los materiales y reducir costes. Nadie en ningún sector del mundo se ha industrializado para ser más caro. Pero, ¿dónde empieza la industrialización? En el diseño”, añadía Ignasi Pérez-Arnal.
Está claro que la industrialización debe ser el medio para alcanzar este fin, pero la sostenibilidad también juega un papel importante en la transformación del sector. La implementación industrial debe conllevar el desarrollo de nuevos materiales y sistemas que contribuyan a la descarbonización en la edificación. “Estamos en un momento fantástico para un máximo aprovechamiento del material y no generar residuo. Pero también es un momento para valorar pasar de una industria interactiva a una regenerativa. Es decir, tenemos la oportunidad de optimizar los recursos, cosechar nuestros propios materiales de construcción y lo tenemos que aprovechar”, reconocía Eulàlia Figuerola.
Y ante todo este entramado, el sector debe dar entrada a nuevos agentes como ingenieros, economistas… para mejorar en los procesos productivos; y apostar por la formación para dar respuesta a la escasez de vivienda, con nuevas profesiones que ‘rompen’ con el sector tradicional a pie de obra. En este sentido, la falta de relevo generacional debe contrarrestarse con mejorar el atractivo de la profesión en fábricas, con unas mejores condiciones laborales y nuevas oportunidades.
Nos encontramos en “un momento ilusionante” pero hay que leer correctamente la historia, para no repetir errores del pasado que puedan frenar esta revolución constructiva.
Mira el siguiente vídeo resumen de la jornada:














































































