Láminas asfálticas para la impermeabilización de cubiertas
22 de noviembre de 2011
Finalmente, tras la última reunión del Comité Técnico de Certificación de Aenor CTC-032, se ha impuesto la lógica y el buen hacer. Se ha apostado por mantener los estándares establecidos hasta el momento y no permitir merma de la calidad en la gama superior para adaptarla a la nueva lámina lanzada por algunos fabricantes. De no haber sido así, esto hubiera supuesto no sólo una mala noticia para el sector sino también para los prescriptores, instaladores y, en último término, para los usuarios finales de este tipo de sistemas impermeabilizantes. Pero visto el inicio y visto en desenlace, apenas se puede vislumbrar el nudo del asunto. Veamos qué se ha puesto en juego durante estos meses y, finalmente, qué se ha podido ‘salvar de la quema’.
Diferencias y evolución
Las láminas impermeabilizantes son elementos indispensables en la construcción, tanto en edificación como en obra civil. Todas ellas deben disponer del marcado CE para comercializarse, pero además, casi la totalidad de las fabricadas en España cuentan con el distintivo de calidad N de Aenor. Este último establece, principalmente, dos categorías para las láminas bituminosas de los sistemas de impermeabilización:
- Las láminas de betún modificado (LBM). Unas láminas compuestas por un betún que se modifica mediante un polímero o un plastómero. Son los productos que ofrecen la mayor calidad, prestaciones y durabilidad.
- Las láminas de oxiasfalto (LO). Estas están realizadas a partir de un betún oxidado.
En las últimas dos décadas el uso de las LBM ha ido aumentando progresivamente pasando de representar el 25% del total de las láminas fabricadas y colocadas en los primeros años 90, a un 80% en la actualidad.
Las dos protagonistas y la tercera en discordia
Cuando las categorías de láminas asfálticas impermeabilizantes parecían más que claras y asumidas por todos los fabricantes, resultó que alguien descubrió la cuadratura del círculo y, de paso, un potencial negocio redondo. El gran ‘hallazgo’ consistiría en elaborar una lámina de betún modificado que podía ser de menor calidad que la que Aenor establece para las LBM, para venderla bajo nombre de LBM y hacerlo a un precio inferior que éstas. El resultado: confusión, ataque frontal al mercado y a la política de calidad que se ha venido llevando a cabo en el mismo.
Pero, ¿hasta qué punto no alcanzan estas nuevas láminas intermedias de betún modificado las características de las LBM con sello N de Aenor? Para responder a esta pregunta es necesario revisar cuáles son los parámetros establecidos en la normativa de Aenor, es decir, las exigencias para los elementos que caracterizan a uno de los ingredientes principales de este tipo de láminas. Hablamos del asfalto. Para medir y certificar el comportamiento de las láminas y de este material, se realizan una serie de ensayos en laboratorios autorizados.
Algunos parámetros no distinguen niveles óptimos según el tipo de lámina, sino que deben superarse en cualquier caso. Se trata de:
- La estanqueidad. Tanto las LO como las LBM deben superar la prueba que se realiza de ensayos según norma UNE-EN 1928:2000. En este campo no hay diferencia entre ambos tipos de lámina y cualquiera que no pase este ensayo quedará descartada para obtener el sello N de Aenor.
- La reacción al fuego. En ambos casos las láminas deben tener como mínimo una Clase E según los criterios de clasificación de la norma UNE-EN 13501-1. Tampoco se aplican criterios diferentes en este caso según el tipo de lámina.
- Comportamiento al fuego. Esta característica se aplica sobre los diferentes sistemas de impermeabilización ya sean monocapas o multicapas y deben de tener una clasificación B roof (t1) de acuerdo con los criterios de clasificación de la norma (prEN) 13501-5.
Sin embargo, hay dos elementos que definen claramente la diferencia entre ambas clases de láminas y para los que Aenor establece criterios de exigencia distintos:
- Resistencia a la flexibilidad (también denominada plegabilidad). El tipo de asfalto empleado en la lámina tiene una importancia absoluta en esta característica. En el caso de las LO tienen que superar la prueba de resistencia a +5 °C, mientras que las LBM deben hacerlo a -15 °C.
El ensayo (según norma UNE-EN 1109) al que se someten consiste en tomar una muestra de lámina y doblarla o plegarla hasta rodear un mandril, después de haber estado inmersa durante un mínimo de una hora en un medio líquido a la temperatura de realización del ensayo
- Resistencia a la fluencia. Para comprobar esta característica la muestra se cuelga durante dos horas en una estufa, que estará a 70 °C (si se está probando una LO) o a 100 °C (si es una LBM). Antes de empezar la prueba se mide la muestra/probeta y después de la prueba se vuelve a hacer para comprobar si ha fluido (se ha estirado) el asfalto. En ambos casos, tanto en las LO como en las LBM, no deben haber fluido más de 2 milímetros tras la prueba.
Hay otras propiedades como resistencia a la tracción, alargamiento a la rotura, resistencia al impacto o a una carga estática que dependen más directamente del tipo de armadura utilizada en la fabricación de cada lámina.
Existe otra propiedad que es la durabilidad que depende de la autoprotección de la lámina (bien a base de gránulos minerales o de protección metálica) así como del tipo del componente bituminoso.
¿Dónde se sitúan esas láminas intermedias hechas también con betún modificado pero que no son las LBM reconocidas con el sello N de Aenor? En cuanto a fluencia pueden estar al mismo nivel que las LBM, pero no ocurre lo mismo en la flexibilidad. Según sea el modificador aportado al betún de la lámina intermedia, ésta puede llegar a resistir la prueba con el mandril a 0, a -5 ó a -10 °C, e incluso es posible que llegue a los -15 °C (como las propias LBM). Sólo y exclusivamente en este último caso podrían equipararse a las LBM, según las indicaciones de Aenor.
Buen final
En la última reunión del Comité Técnico de Certificación de Aenor, celebrado recientemente, se ha decidido tomar la determinación que las láminas asfálticas para la impermeabilización de cubiertas que quieran contar con el distintivo de calidad N de Aenor, se clasificarán bajo dos tipos:
- Láminas de betún modificado (LBM) que aparte de otras características típicas de cada lámina, deberán de superar el ensayo de flexibilidad a -15 °C realizado de acuerdo con la norma UNE-EN 1109.
- Láminas auxiliares (LA). Pudiendo ser de oxiasfalto o de betún aditivazo que aparte de otras características típicas de cada lámina deberá de superar el ensayo de flexibilidad a +5 °C realizado de acuerdo con la norma UNE-EN 1109.
Se está preparando una nueva Revisión del Reglamento Particular 32.01 de Aenor para impermeabilizantes bituminosos de cubiertas que incluya la clasificación citada.
Carlos Sánchez-Pando Maisonnave es responsable de fabricación de Sánchez-Pando, S.A., y miembro del Comité Técnico de Certificación de Aenor: CTC-032 sobre ‘Impermeabilizantes Bituminosos para Cubiertas’, y miembro de la Asociación Española de la Impermeabilización (ANI).