GeoNovatek refuerza la cimentación para poder instalar un depósito de agua

En el presente caso se aborda el refuerzo de cimentación que necesita realizar una empresa de Alzira (Valencia), para poder construir un depósito de agua. El caso surge porque cuando la empresa realiza el estudio geotécnico, obligatorio por ley para las nuevas construcciones, se descubre que el terreno sobre el que se pretende ejecutar la nueva construcción no tiene suficiente capacidad portante, por lo que no va a poder aguantar el peso del depósito de agua y, al cabo de cierto tiempo, acabará hundiéndose, lo que provocaría una inclinación en el depósito o incluso la caída de este.

Tras analizar el resultado del informe geotécnico, la empresa contacta con GeoNovatek para solicitar una posible solución al problema. Se plantea la hinca de micropilotes para una ejecución de cimentación profunda, con la colocación de camisas metálicas, es decir, la ejecución de una cimentación profunda conectada a una losa o encepado de nueva construcción, mediante el uso del sistema Lift Pile que, gracias a la capacidad portante de los micropilotes de acero hincados a presión, permite alcanzar los siguientes objetivos:

• Transferencia de la carga de la estructura a estratos más profundos y resistentes, valiéndose del rozamiento lateral (por fuste) y el apoyo en punta del micropilote.
• Puesta en carga del micropilote mediante la instalación de un dispositivo de precarga regulable, sistema Lift Pile, con el objetivo de evitar asientos iniciales.

El proceso de ejecución del trabajo consistió en los siguientes pasos:

1. Previo al vertido de hormigón de la nueva cimentación, se procede a la colocación de secciones cilíndricas metálicas especiales, llamadas camisas, de 90 mm de diámetro y de 13,5 mm de espesor, conectadas a la armadura de la nueva cimentación.
2. Una vez instaladas las camisas metálicas y trascurridos los 28 días de fraguado del hormigón de la nueva cimentación, se procede con la fase de hincado de los micropilotes:

• Puesta en obra de los elementos, o módulos, que componen el micropilote, de 1 m de longitud, a través de la camisa embebida en la losa o recrecido, a la que se conectará un pistón hidráulico. Dichos módulos se hincarán en profundidad, dentro del terreno, gracias a la presión ejercida por un pistón. La conexión entre módulos se logra gracias a un extremo roscado especial, de acero de alta resistencia.
• Durante la fase de hinca del micropilote se produce un efecto de compactación radial del terreno, respecto de la barra de penetración, causada por la compresión del terreno, cuyo volumen ha sido desplazado por el micropilote. El pistón hidráulico está dotado de un manómetro que permite leer la presión necesaria para la hinca de los micropilotes de acero en el terreno, y con el que se comprueba la capacidad portante de cada micropilote.
• Cuando el micropilote encuentre una formación geotécnica que le permita resistir la fuerza de hincado, previamente especificada en proyecto -de máximo, 25.000 kg-, se desengancha el pistón y se procede al pretensado de los mismos.
• El pretensado se consigue mediante el dispositivo de precarga regulable, el cual se conecta a la camisa, ya embebida en la cimentación, gracias a un cabezal de acero enroscado de sección circular. Actuando con un instrumento dinamométrico sobre el perno sito en el extremo superior del dispositivo, es posible ejercer una precarga del micropilote o con las presiones establecidas en proyecto, o según las exigencias de la obra. Sea como fuere, la fuerza de precarga deberá ser inferior a la carga límite del micropilote hincado.

Una vez terminadas las actuaciones, se puede seguir procediendo con la instalación de los tanques de agua, con la certeza de que se ha aumentado la capacidad portante de terreno tal y como acredita el certificado de garantía emitido por GeoNovatek.