Andrés Reisinger y Alba de la Fuente detrás de la Residencia de Cristal
El artista y diseñador digital Andrés Reisinger presenta un nuevo proyecto arquitectónico virtual, desarrollado en colaboración con la arquitecta Alba de la Fuente. La nueva creación sigue a la exitosa colaboración de Reisinger y de la Fuente en 2021, The Winter House, e introduce una vez más otro posible encuentro entre los reinos digital y físico. El proyecto es, de hecho, virtual, pero se ha elaborado pensando en su aplicabilidad en el mundo tangible, con sus planos capaces de pasar sin problemas a planos físicos.
Reisinger describe la nueva obra con sus propias palabras: "El ojo exigente para lo no convencional ha encontrado una resonancia única, con el implacable encanto del desierto. Como una rara piedra preciosa enclavada en un mar de arena, la Residencia de Cristal encarna el audaz espíritu humano. Su fachada de espejos capta la esencia del desierto, al tiempo que ofrece un espectacular contraste con las arenas circundantes, una etérea interacción entre opacidad y transparencia que hace visible lo invisible”.
Este espectáculo de claroscuro es más encantador a la hora dorada, cuando la composición se transforma en un radiante monolito, que refleja la grandeza de la belleza del desierto.
La Residencia de Cristal es más que una maravilla arquitectónica, es un testimonio de la relación simbiótica entre la destreza humana y la indómita grandeza del mundo natural. Proporciona una vivienda extraordinaria, a la vez que nos invita a un viaje transformador. De hecho, cada aspecto de su diseño, desde el grandioso exterior hasta la intrincada distribución interior, se ha elaborado pensando en su aplicación en el mundo real.
“Inspirada en un enfoque de diseño deliberado y meticulosamente elaborado, la Residencia de Cristal trasciende los límites de la arquitectura tradicional, combinando a la perfección espacio y escultura. Cada uno de los aspectos de su diseño ha sido cuidadosamente seleccionado, para encarnar el concepto central del proyecto: la integración intencionada del diseño espacial como elemento escultórico”, concluye Alba de la Fuente.
