La XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo presenta los proyectos finalistas de sus convocatorias 'Obras' e 'Investigación y Difusión'
Un total de 50 propuestas han resultado finalistas en la convocatoria de ‘Obras’ de la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU), una cita cultural organizada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), a través de la Dirección General de Agenda Urbana y Arquitectura, en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Fundación Arquia que, en esta edición, reflexionará sobre la capacidad de la arquitectura para transformar el futuro a través de las inquietudes de nuestro presente con el lema ‘Me–dio Pla–zo’.
Estos 50 finalistas son el resultado de las sesiones de deliberación celebradas el pasado mes de mayo en las renovadas instalaciones de la Sala La Arquería. Un jurado de expertos presidido por el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Iñaqui Carnicero, fue el encargado de su selección entre los más de 500 proyectos presentados y 126 seleccionados.

María González García, Juan José López de la Cruz y Ángel Martínez García-Posada, comisarios de la XVI BEAU. Foto: Oscar Romero.
Los criterios utilizados para la selección han tenido en cuenta la calidad, la innovación, la sostenibilidad, la eficiencia ambiental y la vocación social y cultural de los proyectos. De todos los finalistas se premiará un total de 20 propuestas que representarán lo más relevante de la arquitectura y el urbanismo de los dos últimos años (2021-2022) y que se darán a conocer en septiembre en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla, coincidiendo con el acto de inauguración de esta XVI BEAU.
Arquitectura presente que influye en el hábitat futuro
La globalidad de las propuestas seleccionadas señala la importancia del proyecto de la vivienda pública, el trabajo sensible con las preexistencias, la adecuada articulación de la vivienda unifamiliar en condiciones de borde singulares, el cuidado en el diseño de los equipamientos, la atención a los aspectos medioambientales, la calidad constructiva o el buen entendimiento de las distintas escalas en los proyectos.
El jurado ha valorado la capacidad de los proyectos seleccionados y finalistas, para ejemplificar la idea de la arquitectura como una transformación en el tiempo y la importancia del binomio presente-futuro para responder a las necesidades actuales –equilibrio social, medioambiental y productivo– desde soluciones que vayan más allá de lo inmediato, como promueve la propuesta curatorial de esta edición.
Las arquitecturas finalistas giran en torno a cinco horizontes que sirven para componer y dibujar el orden narrativo de esta XVI BEAU: nuevos programas –proyectos que proponen nuevas formas de organización funcional–, acciones comunes –intervenciones que señalan nuevas lecturas de los lugares colectivos–, raíces locales –proyectos que establecen estrategias tipológicas, lingüísticas y constructivas que alumbran cómo podrían ser interpretadas la tradición y la cultura local en un futuro inmediato–, lógicas constructivas –iniciativas en las que la construcción es ideada como un sistema que establece sus propias lógicas– y escalas precisas –estrategias urbanas que amplían las escalas en las que la arquitectura puede mejorar la relación de las personas con el medio–.