Las razones por las que un medidor de CO2 no es suficiente para determinar la calidad del aire
Un medidor de CO2 sirve para medir el dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, el gas que procede de la respiración de los seres vivos, de la quema de combustibles y de la fabricación de materiales de construcción principalmente. Este dispositivo, aunque esté autorizado por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios para cuantificar el caudal de aire exterior de ventilación y mide la concentración de CO2 en interior, no es suficiente.
Los especialistas en ergonomía e higienización del aire de Fellowes exponen el porqué debe utilizarse en combinación con otros elementos que realmente sirvan para determinar la calidad del aire, basándose en parámetros globales tanto o más importantes que el nivel de CO2.
Las reglas desde hace más de un año con la COVID han cambiado, entrando en juego un escenario en el que la higiene del aire es esencial por el factor de la carga vírica, entre otros. Y es que una vez reconocido el potencial significativo de exposición por inhalación a virus en microgotas de transmisión por el aire a distancias cortas y medianas, mitigar esa vía de transmisión es tan esencial como regular el nivel de CO2 en interiores.
Un medidor de CO2 es un avisador de un único parámetro de calidad del aire, pero con él no se puede monitorizar la carga vírica del ambiente y tampoco puede variar el nivel de contaminantes porque se incremente el nivel de ocupación del espacio que se pretende proteger. Esta es una de las principales razones por las que colegios, restaurantes y otros lugares cerrados donde conviven varias personas consideran deficiente utilizar únicamente un medidor de CO2.
Purificador de aire, complemento perfecto para un medidor de CO2.
¿Qué alternativas existen para mejorar la calidad del aire?
Ricardo Díaz, catedrático de Ingeniería en Udima, decano del Colegio de Químicos de Madrid y especialista de referencia en renovación e higienización del aire, recomienda varias alternativas útiles para combinar de forma efectiva estos medidores de CO2 con otras soluciones: “La ventilación natural abriendo puertas y ventanas junto con la instalación de sistemas de purificación de aire con filtros HEPA bien dimensionados y ubicados, permitirán mantener los parámetros de renovación del aire en 12,5 litros por segundo y ocupante”.
También ha indicado que “No podemos olvidar que el dato de concentración de CO2 es una medida indirecta para estimar la cantidad de aerosoles presentes. Este tipo de medida puede contener muchos errores sobre los aerosoles cuando existe CO2 procedente de otras fuentes ajenas a la respiración, tales como la combustión procedente de una cocina”
“De cualquier forma, para garantizar unos niveles mínimos de confort térmico y una correcta eficiencia energética en la climatización de edificios, es imprescindible contar con equipos de higienización del aire interior al objeto de que la renovación no impida la correcta climatización”, ha añadido Ricardo Díaz.
El dióxido de carbono es perjudicial para la salud y es necesario contar con los dispositivos que permiten medir sus niveles. Pero no es menos cierto que un control total sobre la calidad del aire y su composición, heterogénea al tratarse de alérgenos, virus o materia particulada, hace necesario complementarlo con sistemas de purificación que, además de medir otros parámetros, renuevan e higienizan el aire que se respira.