“El espacio es el tercer maestro porque condiciona el bienestar y la capacidad de aprender”

Formada en arquitectura entre Madrid y Helsinki, y posteriormente especializada en neuropsicología del aprendizaje, Ana Mombiedro es hoy una de las voces de referencia en neuroarquitectura aplicada a la educación. Su reciente libro 'Beyond the Box'™, publicado con Kidzink, presenta el primer modelo basado en evidencia científica que permite evaluar y diseñar espacios escolares según cómo el cerebro aprende y se desarrolla. Hablamos con ella sobre este cambio de paradigma.

Más que un 'modelo arquitectónico', lo que hoy necesitamos es un modelo de comprensión del impacto del espacio en el cerebro, por eso he creado el Enriched Environment Model®, que estructura ese impacto en cuatro dimensiones: sensorial, motora, cognitiva y socioemocional. No es una intuición ni una moda, es la adaptación al ámbito educativo de décadas de estudios sobre entornos enriquecidos en neurociencia.

Cada una de estas cuatro dimensiones se concreta en 31 'Quality Factors', todos respaldados por literatura científica en neuroarquitectura, psicología ambiental o neuroeducación. Esto permite que arquitectos, docentes y diseñadores hablen un mismo lenguaje basado en evidencias. Por ejemplo:

• Una buena calidad del aire mejora la atención y la memoria.
• La organización visual del aula influye en la carga cognitiva.
• La acústica determina la comprensión verbal y el estrés.

'Beyond the Box'™ convierte todo esto en herramientas reales para evaluar o transformar escuelas. Su premisa es simple, pero decisiva: el espacio también enseña.

Ana Mombiedro, arquitecta y neurospiscóloga educativa, es la actual coordinadora del Máster en Neuroarquitectura de la Universidad de Alicante.

Nació en un contexto muy concreto: un proyecto del Ministerio de Educación de España (Dualízate) donde la metodología pedagógica había evolucionado… pero los espacios seguían anclados en el siglo pasado. Los docentes pedían 'más muebles', pero rápidamente vimos que el problema era estructural: por mucho que cambiáramos el mobiliario, el espacio no acompañaba la manera en la que hoy se aprende.

En 2023 iniciamos una encuesta internacional que hoy suma más de 280 docentes de cinco países. De ahí surgieron patrones claros: problemas recurrentes de ruido, desorientación, exceso de estímulos, dificultades para fomentar la colaboración… Con esas necesidades diseñamos la búsqueda científica que dio lugar a los 31 'Quality Factors'. El resultado fue un puente entre dos mundos que raramente dialogan: la evidencia científica y la práctica arquitectónica.

El libro ordena todo el conocimiento disperso sobre neuroarquitectura educativa y lo hace utilizable. Presenta el modelo, explica cada factor de calidad, aporta estudios de referencia y lo traduce en herramientas prácticas: rúbricas de evaluación, checklists y ejemplos de aplicación en proyectos reales de Kidzink.

Además, cuestiona un dogma profundamente arraigado en la profesión: la idea de que diseñar es solo un ejercicio de estilo o sensibilidad. La neuroarquitectura nos recuerda que muchas decisiones proyectuales tienen efectos medibles sobre el estrés, la atención o el bienestar.
 Quizás por eso incomoda. Pero también explica por qué este es un momento de inflexión para la disciplina.

Es la única vía posible si queremos un impacto a escala global. La mayoría de las escuelas que existirán en 2050 ya están construidas. Pero antes de transformar hay que evaluar. Y es lo que aporta 'Beyond the Box'™: un método claro para saber qué funciona, qué no y qué priorizar.

Lo que no podemos repetir es el error de la tecnología educativa: llenar aulas de tabletas sin preguntarnos primero cuál era el problema que intentábamos resolver.

Justo al contrario. El modelo es atemporal, porque no prescribe soluciones estéticas ni materiales concretos. No dice de qué color debe ser un aula; dice qué necesita un cerebro para aprender bien. Eso sí es estable en el tiempo.

Los 'Quality Factors' son amplios, pero deliberadamente flexibles para que cada equipo los adapte a su cultura, su pedagogía y su realidad constructiva.

La neuropsicología es clara: cada momento vital requiere un tipo de apoyo distinto. En 0-3 años las prioridades son la seguridad sensorial y el desarrollo motor. En primaria, la atención, la regulación emocional y la exploración. En secundaria, la identidad, la pertenencia y la autonomía. En el libro incluimos una matriz que cruza edades con los 'Quality Factors' para que la toma de decisiones sea mucho más precisa.

No existe contradicción. El modelo trabaja por encima de la normativa; se apoya en ella, pero la complementa. Kidzink diseña escuelas en Europa, Oriente Medio, India, EE.UU… y cada país tiene requisitos distintos. El objetivo es lograr que las exigencias técnicas no sacrifiquen el bienestar.

La evidencia científica —como la relevancia de la iluminación natural, la ventilación cruzada o la acústica— no compite con la normativa: la enriquece.

Portada de 'Beyond the box'™ el primer libro que analiza científicamente el diseño de entornos educativos liderado por Ana Mombiedro para Kidzink.

Tres, por encima del resto:

1. Acústica adecuada (hablar y escuchar sin esfuerzo reduce estrés).
2. Ergonomía y movimiento (el cuerpo no aprende sentado durante horas).
3. Flexibilidad espacial (el aula ya no puede ser un monolito funcional).

A esto hay que sumar la iluminación, la calidad del aire, la organización visual y la posibilidad de una relación social segura y equilibrada… Es complicado hablar en genérico de elementos indispensables. Siempre hay que evaluar el espacio para ver qué es imprescindible en cada situación. De ahí que el modelo venga acompañado de varios sistemas de evaluación… que es precisamente en lo que estoy trabajando ahora.

Con interdisciplinariedad real. Arquitectura, pedagogía, neurociencia e interiorismo deben trabajar juntos. Eso hoy no ocurre de forma sistemática.
Kidzink ha entendido algo que suele olvidarse: no suspenden los niños, suspenden los centros que no se adaptan a cómo aprenden los niños de hoy. Y para medir esa adaptación necesitamos modelos, datos y evaluación continuada.

Por eso, en nuestro equipo conviven perfiles de neuropsicología, diseño, análisis de datos y arquitectura. No es una moda: es lo que exige la complejidad actual.

Ejemplo de centro escolar moderno representado en el Harrow International School de Abu Dhabi.

Porque, por fin, tenemos estudios sólidos. Desde el clásico 'View Through a Window' de Ulrich (1984) hasta investigaciones actuales sobre acústica, iluminación o carga cognitiva. Durante décadas no había metodología para medir efectos del espacio sobre el bienestar. Hoy sí la hay.

Y porque la educación está cambiando radicalmente. La inteligencia artificial está transformando qué significa aprender. El espacio debe acompañar, no obstaculizar.

Kidzink, una historia que empezó desde el altruismo

Kidzink es una de las empresas con un crecimiento más rápido a nivel mundial y da respuesta a una nueva realidad: los colegios del presente. ¿Cómo nació la compañía? Charlotte Borghesi reside en Dubai y en 2017 decidió comprar la guardería en la que estudiaban sus hijos y que estaba a punto de echar el cierre Fue un acto de amor, ya que con esta iniciativa consiguió que muchos jóvenes alumnos pudieron seguir con su formación.

Este fue el inicio de una empresa que ha crecido en Dubai, gracias al aumento de su demografía y la alta demanda de escuelas. Borghesi es una visionaria que, sin ser arquitecta, ha conseguido rodearse de grandes expertos en la materia para trazar la hoja de ruta de cómo crear las escuelas del presente.

La compañía cuenta con más de 400 empleados en todo el mundo e incluso dispone de dos fábricas de mobiliario propia en Dubai, para garantizar la trazabilidad de los proyecto 'in house'.

Absolutamente. El diseño debe ser contextual, cultural y pedagógico. Pero la base neuropsicológica es universal: todos los cerebros responden a la luz, al sonido, al orden visual o a la posibilidad de moverse.

El modelo ofrece un lenguaje común, pero cada centro define su identidad sobre esa base.

Sí. El modelo se diseñó para educación, pero su estructura —sensorial, motora, cognitiva y socioemocional— es transferible a oficinas, sanidad o vivienda. Solo hay que redefinir el perfil del usuario.

Sí. Estamos transformando un colegio en Cádiz y otro en Madrid, los primeros proyectos aplicados en España. La resistencia al cambio existe, pero la evidencia ayuda a desactivarla.

Varias. Implica estudiar la ventilación de forma precisa, la geometría para optimizar luz natural, los materiales para controlar reverberación, e incluso cómo se articula la circulación para evitar congestiones que generan estrés. El modelo no sustituye al trabajo arquitectónico: lo afina.

La escuela es, quizá, el espacio más complejo de diseñar: conviven múltiples perfiles sensoriales, sociales y emocionales. Pero, precisamente, por eso un marco basado en evidencia es útil. No busca uniformar, sino crear condiciones que regulen, apoyen y no sobrecarguen.

Será un 'spin-off' centrado en herramientas aplicables: rúbricas, matrices, tests y guías para equipos docentes y de diseño. También ampliará el trabajo de formación a docentes y arquitectos.

Más que un libro está emergiendo un movimiento: 'Thinking Beyond the Box'™.  Kidzink quiere dejar un legado basado en evidencia, no en tendencias. Nuestro horizonte es claro: que en 2035 todas las escuelas hayan incorporado al usuario como eje del diseño.

“El centro Attilio Bruschetti de Xàtiva es un colegio sin puertas. Con esta simple acción reduces considerablemente los problemas de bullying”

“No suspenden los niños, sino los centros educativos. Desde la neuroarquitectura disponemos de evidencias científicas que arrojan luz sobre cómo favorecer los procesos de aprendizaje en el aula”