Los hogares protagonistas de la transformación energética y digital en España
Un parque residencial envejecido y con margen de mejora
Los edificios son responsables de más del 30% del consumo energético y del 35% de las emisiones relacionadas con la energía en la Unión Europea. En España, el problema es especialmente relevante: más del 55% de los edificios fueron construidos antes de 1980 y cerca del 80% son ineficientes energéticamente. La mayoría depende todavía del gas natural para calefacción y agua caliente, lo que perpetúa la dependencia de combustibles fósiles.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) fija para 2030 objetivos ambiciosos: 81% de generación eléctrica renovable, 48% de energías limpias en el consumo final y una mejora del 43% en eficiencia energética. Pero para alcanzarlos será necesario rehabilitar 1,38 millones de viviendas antes de 2030 y acelerar la sustitución de calderas fósiles por bombas de calor y soluciones eléctricas más limpias.
Electrificación y flexibilidad: hogares preparados para el futuro
La electrificación del hogar es la vía más directa para reducir emisiones y consumo. En un país donde la electricidad fue 56,8% renovable en 2024, sustituir gas por bombas de calor, cocinas de inducción o vehículos eléctricos permite recortes de CO₂ superiores al 80% por vivienda.
Sin embargo, los expertos advierten de que electrificar no basta. La clave está en combinarlo con flexibilidad energética, es decir, la capacidad de adaptar el consumo doméstico a la disponibilidad y precio de la energía. Los hogares digitalizados podrán modular cuándo calientan el agua, cargan el coche o activan la calefacción, reduciendo su factura y ayudando a equilibrar la red eléctrica en momentos de alta demanda.
Esta gestión activa de la energía convierte a las viviendas en parte de la solución y no del problema. Gracias a la digitalización y al uso de tecnologías conectadas, los hogares pueden optimizar su consumo, generar su propia energía y participar en un sistema energético más eficiente, descentralizado y resiliente.
La digitalización, motor invisible del cambio
“El encuentro celebrado por Asprima y Schneider Electric ha puesto de relieve el compromiso del sector con la transformación energética y la importancia de seguir impulsando la digitalización y la electrificación como motores del cambio. Nos permite avanzar juntos hacia infraestructuras más sostenibles, resilientes y preparadas para el futuro energético de España”, señala Fernando Vázquez, vicepresidente de Home & Distribution de Schneider Electric.
La digitalización del hogar permite controlar la energía en tiempo real y tomar decisiones automatizadas: encender electrodomésticos cuando la energía es más barata o solar, regular la climatización o equilibrar la carga eléctrica de la vivienda.
Además, la digitalización ofrece más seguridad y confort. Al eliminar calderas de gas o cableados obsoletos, los hogares se vuelven más seguros frente a incendios o fugas, y más confortables gracias a sistemas inteligentes que regulan la temperatura y la ventilación.
La transformación del parque residencial no es solo una cuestión técnica, sino también social y económica. Las viviendas electrificadas y digitalizadas no solo reducen emisiones, sino también la pobreza energética, al rebajar los costes de consumo y aumentar la autonomía de las familias.
Superar las barreras normativas, financieras y administrativas será esencial para acelerar esta transformación. El futuro del sector pasa por hogares conectados, flexibles y autosuficientes, capaces de integrar energías renovables, almacenamiento y gestión digital.













































































