La maquinaria ante la nueva construcción industrializada
David Díez, responsable de Desarrollo de Negocio del ITA (Instituto Tecnológico de Aragón)
12/11/2025
Industrializar implica trasladar parte del proceso constructivo desde la obra hacia entornos controlados, donde la prefabricación, la modularidad y el ensamblaje ganan protagonismo. Este cambio obliga a repensar los flujos de trabajo, los sistemas logísticos y, de forma muy especial, el rol de la maquinaria. Los equipos ya no serán únicamente herramientas de trabajo pesado, sino nodos de un ecosistema conectado que deberá operar con mayor precisión, coordinación y eficiencia.
En este nuevo escenario, la maquinaria tendrá que evolucionar para responder a requisitos técnicos cada vez más exigentes. La manipulación de módulos constructivos requerirá mayor capacidad de carga, mayor alcance operativo y un control milimétrico en el posicionamiento. La sensorización avanzada, la automatización parcial o total y los sistemas de asistencia inteligente se convertirán en elementos esenciales para garantizar la calidad del ensamblaje. La coordinación entre diferentes equipos en una secuencia de montaje planificada exigirá interoperabilidad, comunicación máquina-máquina y sincronización con modelos digitales de obra.
Esta transformación traerá también nuevos conceptos de maquinaria. La impresión 3D de hormigón ya no es una idea futurista, sino una realidad con proyectos piloto en distintos países. Veremos grúas y manipuladores capaces de posicionar módulos completos con precisión milimétrica, brazos robotizados para la instalación de fachadas y acabados, impresoras 3D móviles para elementos estructurales y sistemas automatizados de montaje que ensamblarán componentes casi como en una línea de producción, tanto en fábrica como en obra. Junto a ello, surgirán nuevos perfiles profesionales, más cercanos al ámbito digital y de la ingeniería de producción, capaces de operar y mantener equipos con un componente tecnológico creciente.
La industrialización también impactará en la cadena de suministro. La logística tendrá que ser más precisa, trazable y digital, con flujos sincronizados entre fábrica, transporte y obra. Fabricantes, alquiladores y empresas constructoras deberán adaptar su oferta y servicios, incorporando soluciones más flexibles, conectadas y sostenibles. En este sentido, los modelos de servicio evolucionarán hacia propuestas integrales que combinen maquinaria, software, formación y soporte técnico.
Esta transición no puede abordarse de manera aislada. Requiere colaboración entre las empresas y los agentes tecnológicos para desarrollar soluciones, compartir aprendizajes y estandarizar procesos. Los proyectos piloto, la innovación abierta y las alianzas sectoriales serán clave para acelerar la curva de adopción y reducir riesgos.
Estamos ante una evolución que redefinirá la forma de construir y el papel de la maquinaria. Avanzar con mirada abierta, colaborativa y orientada a la innovación permitirá convertir esta transformación en un impulso para el sector y una oportunidad para la industria europea.













































































