La Construcción Industrializada, una solución para paliar la crisis de la vivienda
Este fue, precisamente, uno de los temas tratados en la jornada ‘Edificación de Vanguardia 2025: la construcción industrializada como solución a la crisis de la vivienda’, organizada por Interempresas y La Vanguardia, que se celebró en la Torre Glòries de Barcelona, el pasado 16 de octubre, con más de 200 inscritos.
Mònica Escolà, directora de las publicaciones iARQCO y Construcción Industrializada, de Interempresas Media, fue la encargada de presentar y conducir la jornada, que tuvo como objetivo “reflexionar sobre un cambio que ya está en marcha: la transformación hacia una edificación más eficiente, sostenible e industrializada. La industrialización no es una tendencia; es una herramienta clave para construir mejor, más rápido y con menor impacto ambiental, garantizando, además, mayor calidad, confort y bienestar para las personas”.
David Muñoz, director del Área de Construcción e Infraestructuras de Interempresas Media, abrió la jornada manifestando que “la industrialización de la construcción puede ayudarnos a afrontar los grandes retos medioambientales y sociales que están por venir. Es una fórmula viable y óptima para reducir los gastos de ejecución en la construcción, controlar los costes, garantizar la calidad de los proyectos, mejorar la eficiencia energética, minimizar la siniestrabilidad labora y paliar el problema de escasez de vivienda que sufrimos como sociedad”.
Por su parte, Lluís Moreno, vicepresidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), aseguró que “la transformación del sector pasa por recuperar talento, por demostrar que la construcción de hoy es innovación, tecnología y sostenibilidad. En este sentido, la construcción industrializada es una de las grandes oportunidades que tenemos por delante”.
Asimismo, afirmó que la construcción industrializada no viene a sustituir la construcción tradicional, sino que “la complementa y la eleva, transformando los procesos y haciéndolos más competitivos, sostenibles y atractivos para los nuevos profesionales. Esta transición requiere un marco normativo y financiero adecuado, así como una colaboración real entre administraciones, empresas y clústeres de innovación, para avanzar hacia una construcción más moderna, sostenible y humana, donde la colaboración público-privada será esencial”.
Iñaki Carnicero, secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, argumentó que “la industrialización del sector de la vivienda supone incorporar la innovación y la digitalización a toda la cadena de valor del sector, generando nuevos empleos cualificados, romper la brecha de género, atraer inversión y mejorar al mismo tiempo la competitividad de nuestras empresas. (…) Estamos ante una ventana de oportunidad para construir un gran pacto de Estado en torno a la vivienda, donde a través de la participación colaborativa entre todos los agentes del sector, desde las administraciones públicas, pasando por fabricantes, constructores, promotores, arquitectos, sector académico y la sociedad civil en su conjunto, nos permita redefinir cómo habitamos, construimos y transformamos nuestros pueblos y ciudades, mejorando al mismo tiempo la vida de miles de familias”.
En su intervención se refirió al PERTE de la industrialización de la vivienda, firmado el pasado mes de abril, el proyecto estratégico impulsado desde el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, “un proyecto que nos invita a repensar cómo construimos, cómo innovamos y sobre todo cómo hacemos de la vivienda una palanca de cambio, de progreso económico, social y medioambiental de nuestro país (…). La industrialización de la vivienda nos brinda la oportunidad de hacer las cosas mejor, con más inteligencia, más justicia y más respeto por el futuro. Si somos capaces de mantener esta visión compartida, de sumar talento y compromiso, estaremos construyendo algo más que edificios. Estaremos construyendo confianza, bienestar y futuro para nuestro país”.
Construcción industrializada: El futuro de la vivienda
El panel 1 de la jornada se centró en cómo la construcción industrializada se postula como fórmula de futuro para la construcción de nueva vivienda. Este panel estuvo protagonizado, en su mayor parte por sendas mesas redondas. La primera de ellas, bajo el título ‘Construcción industrializada: el futuro de la vivienda’, fue moderada por Mònica Escolà y contó con la intervinieron de: Begoña López, CEO de Componentes y Unidades Constructiva; Pablo Sáiz, cofundador de Woodea; Carlos Martínez, gerente de la Plataforma Tecnológica Española de Construcción (PTEC), José Manuel Garcilópez, director de Construcción Industrializada de Saint-Gobain, y Joaquim Solana, director ejecutivo de AMBIT Living Spaces Cluster.
Begoña López indicó que, aunque no es la única, la construcción industrializada es una solución solvente “que nos va a permitir avanzar y crear ese tejido de nueva vivienda que ahora mismo tanto necesitamos”. López se refirió a la nueva factoría con que su empresa cuenta en Jaén, fruto de 25 años en el ámbito de la construcción industrializada. Con una línea muy automatizada, esta nueva instalación permitirá construir 5.000 viviendas al año.
Otro integrante de esta mesa redonda fue Pablo Sáiz, cofundador de Woodea, empresa constructora especializada en procesos industrializados y en el uso de la madera como elemento principal. Sáiz defendió que el modelo de construcción industrializada de vivienda unifamiliar ya está plenamente asentado, “el siguiente reto es el de la vivienda colectiva, aunque ya hay proyectos en ejecución donde esta manera de construir ha sido la mejor opción. Tenemos que seguir evolucionando. Los sistemas ya están, solo hace falta que el tejido industrial siga creciendo y el PERTE es una gran iniciativa en este sentido”.
Mesa redonda ‘Construcción industrializada: el futuro de la vivienda’. De izquierda a derecha: Carlos Martínez, de PTEC; Joaquim Solana,de AMBIT Living Spaces Cluster; Pablo Sáiz, de Woodea; Begoña López, de Componentes y Unidades Constructivas; José Manuel Garcilópez, de Saint-Gobain, y Mònica Escolà, de Interempresas Media.
José Manuel Garcilópez constató que España, en comparación con otros países del entorno europeo, se está convirtiendo en un ‘hub’ de innovación en esta materia. “En 2020 solo había seis actores para crear 15.000 baños industrializados; hoy hay 25 para crear más de 40.000. Las iniciativas que se están desarrollando, como el PERTE son buenas y estamos creando soluciones que se resuelven con calidad”.
Por su parte, Joaquim Solana defendió el interés de las empresas especializadas en el sector ‘hospitality’ en ayudar a los fabricantes industriales de cualquier tipo de producto para el interiorismo “a trabajar en la concepción del ‘design for manufaturing assemble’, y la industrialización de la construcción es un segmento de oportunidad en este contexto. Ya hemos trabajado en algún proyecto con el Ministerio de Industria para establecer relaciones paramétricas entre los diferentes productos que componen un módulo, tanto 2D como especialmente 3D”.
En el aspecto de la importancia que tiene la robotización, la digitalización y la aplicación de nuevas tecnologías en el desarrollo de la construcción industrializada, Carlos Martínez afirmó que “industrializar no es solo robotizar. La construcción industrializada no es para todo tipo de edificación, convivirá con la construcción tradicional. Tenemos que integrarla en el modelo constructivo que ya tenemos, que es bueno, y aplicar los mecanismos tecnológicos que ya existen para conseguir una ejecución exitosa. El BIM, por ejemplo, es una herramienta que todavía tiene mucho recorrido por desarrollar”.
Por su parte, Carlos Sáiz admitió que todo lo que permita “aumentar la productividad es bueno. Robotizar es una estrategia, pero no es el primer paso. La optimización empieza por establecer la organización en obra y del flujo de la cadena de suministro”. Igualmente, Begoña López admitió que merece la pena invertir en robotizar “cuando hay muchas tareas repetitivas. Es necesario encontrar la flexibilidad con las inversiones, porque ningún sector se industrializa para ser más caro”.
Para finalizar esta mesa redonda, la moderadora pidió la opinión sobre el PERTE para la construcción industrializada. Todos coincidieron en afirmar que es una buena iniciativa, un vehículo para proporcionar estabilidad y fuerza al sector, pero que será imprescindible que el gobierno central lidere y que haya una buena coordinación interministerial para dar impulso al proyecto y saber invertir bien el dinero. Asimismo, se afirmó que es necesario aunar al sector.
Marco jurídico y financiación para métodos modernos de construcción
La segunda mesa redonda fue moderada por Juan Velayos, Founding Partner en JV20 Investment & Advisory y presidente de The District, evento organizado por Nebext.
En esta mesa intervinieron como ponentes: Toni Escudé, miembro de la junta directiva de GBCE; Guim Costa, decano del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC); Pere Armora, presidente del Clúster de Construcció Industrialitzada de Catalunya; y Eloi Tarrés, CEO de Evowall Technology.
En esta sesión el protagonismo recayó en el marco jurídico y financiero en el que debe moverse la innovación en la construcción y cómo influyen factores como la sostenibilidad en el progreso de estas nuevas técnicas. Así, Toni Escudé indicó que “la industrialización tiene un gran potencial para mejorar los indicadores en cuanto a la sostenibilidad. Es una gran oportunidad, pero hay que hacerlo bien. Hay que medir los impactos ambientales, pero también los sociales”.
Por su parte, Guim Costa argumentó que la industrialización no es un concepto nuevo, ya desde la Bauhaus, en el periodo de entreguerras mundiales, se buscaban métodos de prefabricación para construir viviendas dignas para todos aquellos que se habían quedado sin hogar. En el contexto actual, el PERTE es un proyecto muy importante para crear un marco de actuación en el plan de vivienda”.
Mesa redonda 'Marco jurídico y financiación para métodos modernos de construcción'. De izquierda a derecha: Toni Escudé, de GBCE; Pere Armora, de Clúster de Construcció Industrialitzada de Catalunya; Eloi Tarrés, de Evowall Technology; Guim Costa, de COAC, y Juan Velayos, de JV20 Investment & Advisory.
Pere Amora explicó que el Clúster de la Construcció Industrialitzada nació como una necesidad para abordar por parte de las pymes de este sector, que son las que están más acostumbradas a innovar, y para poner solución a problemas como el desecho de materiales de construcción: “el 38% de materiales que llegan a obra no se utilizan, retornan, se pierden o se reciclan poco. Paliar esta situación absurda es uno de los cimientos donde se asienta la lógica de la industrialización”.
Eloi Tarrés argumentó que el problema de la vivienda en España no se soluciona solo con industrialización. “Es una herramienta, pero no es la solución. El sector de la construcción industrializada está basado en muchas pymes que han desarrollado nuevas tecnologías. Las empresas están preparadas para afrontar el reto de construir las viviendas necesarias, pero quizás la demanda todavía no lo esté. Hay mucha industria en procesos serios de inversión en fábricas, pero necesitan tener la visión de que existe un mercado que va a dar salida de forma segura a estos desarrollos”.
En lo que respecta al marco normativo se habló de la transposición de la directiva europea de eficiencia energética de edificios (EPBD) al Código Técnico de la Edificación, que obligará ya en 2028 a medir la huella de carbono de los edificios y cómo interpela al sector en términos de sostenibilidad. Según Tarrés, las normativas se basan en la construcción tradicional y los sistemas novedosos de la construcción industrializada deben adaptarse a esta normativa. Sin embargo, “esto no es algo negativo, sino una oportunidad para demostrar que después de los ensayos podemos garantizar que nuestros productos cumplen sobradamente las exigencias en cuanto a eficiencia, aislamiento o hermeticidad. La norma debe aceptar que hay tecnologías nuevas en el mercado que en la forma pueden trabajar de manera diferente, pero que otorgan unas prestaciones iguales o mejores que las tradicionales”.
Finalmente, en cuanto a la financiación para el desarrollo de la construcción individualizada hubo un consenso en la certeza de que es necesaria una colaboración público-privada. A pesar de cierta desconfianza en el papel de la administración pública en este sentido, herramientas como el PERTE han de ser un cimiento para ello, así como en la promoción de vivienda pública, como reconocía Guim Costa: “Yo creo en la administración pública. Ahora mismo, la mejor vivienda protegida, tanto de alquiler como de venta, se está haciendo mediante el desarrollo de entidades públicas que están apostando por la sostenibilidad y la inclusión. En el caso de Catalunya, hay entidades públicas que se arriesgan y apuestan por esta arquitectura innovadora y sostenible”.
Caso de éxito: EXE Arquitectura
Uno de los puntos que mayor interés despertó en la jornada fue la descripción, por parte de Marc Obradó, arquitecto de EXE Arquitectura, del proyecto de vivienda social modular IMHAB Marroc, construido en Barcelona por parte EXE Arquitectura.
Este proyecto, promovido por el Instituto Municipal de la Vivienda de Barcelona, consistía en la construcción de un edificio de 46 viviendas, mediante un proceso de trabajo colaborativo ‘Design and Build’, junto a Vivas Arquitectos, Constructora del Cardoner y el sistema CompactHabitat de Constructora d’Aro.
Se trataba de un proyecto de construcción modular, apilable y transportable, de fabricación ‘off-site’ (en fábrica) al tiempo que se instalaba ‘on-site’ (en el emplazamiento final). El proyecto se desarrolló en dos meses y la construcción en tan solo 18 días. Para los módulos, con trece tipologías diferentes, se empleó el sistema modular eMii de Compact Habit. Trabajar en módulos en 3D permitía una reducción de los plazos del 40%, con la consecuente reducción de entre un 20 y un 30% en la construcción del edificio.
Sin embargo, Marc Obradó se mostró muy decepcionado con el hecho de que para un proyecto diseñado en dos meses y con un objetivo de ejecución en 18 días, finalmente se hubiera tenido que esperar hasta tres años para que fuera una realidad: un año para su licitación, otro para obtener los permisos de obra y uno más para las conexiones eléctricas y de servicios.
El arquitecto inquirió que para la creación y promoción de vivienda social era necesario que todos los agentes implicados se actualizaran en el uso de herramientas digitales como BIM y en habituarse a las nuevas tecnologías de comunicación y la creación de oficinas técnicas remotas, para evitar visitas de obra presenciales por requerimientos de las administraciones. También abogó por rebajar la rigidez de las licitaciones públicas para dejar terreno a la innovación y el riesgo, con la previsión de partidas para la asunción de errores, siguiendo la metodología ‘learn by doing’. Finalmente, argumentó que también existe un problema de falta de mano de obra en la construcción industrializada y que era necesario incentivar inversiones público-privadas en fomentar planes de formación ocupacional en esta materia.
Marc Obradó, de EXE Arquitectura, expuso el caso de éxito de IMHAB Marroc.
Nuevas tecnologías aplicadas a la construcción
La tercera mesa redonda de la jornada tuvo a los industriales como eje. La mesa fue moderada por David Muñoz y contó con la participación de: Vanesa Álvarez, responsable de Construcción Industrializada en Sika; Jacinto Seguí, Collaborative Development Director en Finsa; Javier Berenguer, responsable de Prescripción de CentroAlum; Ignasi Moreno, técnico prescriptor en Calalunya y Andorra de Siber; e Iker Otxoa, director general de Arkance Iberia.
En este panel, los integrantes, además de definir las características de sus respectivas soluciones tecnológicas en cuanto a la construcción industrializadas, hicieron una proyección de su percepción de la evolución de esta metodología. Todos ellos coincidieron en que la construcción industrializada era una oportunidad para reindustrializar el país y que teníamos el potencial para conseguir el objetivo de un incremento de la industrialización del 10% para el año 2030. Además, convinieron en la necesidad de una mayor colaboración entre todos los actores implicados, desde arquitectos, promotores y constructoras para poner el foco en los conocimientos de los fabricantes, con el objetivo de que los usuarios finales sean los beneficiarios de este progreso. El mensaje final, resumido por Vanesa Álvarez fue la necesidad de hacer y realizar acciones “para dejar de pensar en construcción tradicional con el objetivo, paso a paso, pero, irremediablemente, de hacerlo en procesos”.
Mesa redonda 'Nuevas tecnologías aplicadas a la construcción'. De izquierda a derecha: Vanesa Álvarez, de Sika; iker Otxoa, de Arkance Iberia; Ignasi Moreno, de Siber; Jacinto Seguí,de Finsa; Javier Berenguer, de CentroAlum y David Muñoz, de Interempresas Media.
La jornada fue clausurada por Marta Vall-Llosera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). En su intervención afirmó que el problema del acceso a la vivienda es una de las mayores preocupaciones de la sociedad: “La industrialización puede ser una solución, pero debe darse también un cambio cultural en la manera de construir y medidas políticas y normativas que la impulsen”.
Vall-Llosera afirmó que “la construcción industrializada no es una amenaza, sino una posibilidad, ponerla al servicio de la arquitectura es ponerla también al servicio de las personas. Confiamos en que el PERTE impulsado por el Gobierno se consolide como un instrumento que nos permita ordenar, impulsar y velar por una industrialización entendida no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta más dentro del conjunto de respuestas que la arquitectura puede ofrecer frente a la crisis habitacional. Y para que este proceso sea verdaderamente transformador es imprescindible que la industrialización se integre de forma coherente en el marco normativo vigente, especialmente lo que hace referencia a la ley de contratos del sector público”.
Para finalizar, la presidenta del CSCAE abogó porque la industrialización de la construcción se consolide “como una herramienta útil, integrada y al servicio de una arquitectura que responda a los desafíos de nuestro tiempo. Porque la arquitectura de calidad se identifica con lo local y pone en valor la cultura, la identidad del lugar, interpretándola y transformándola con respeto. Esta es la arquitectura industrializada que queremos, eficiente, capaz de mejorar y optimizar procesos, pero que además sea humana, diversa y coherente con quienes somos”.
Patrocinadores y colaboradores
La jornada ‘Edificación en Vanguardia 2025: La construcción industrializada como solución a la crisis de la vivienda’, fue organizada por Interempresas Media y la Vanguardia, y contó con el patrocinio de Arkance, CentroAlum, Saint-Gobain, Sika, Ziclick, Evowall, Holcim y Siber. Contó, asimismo, con la colaboración del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya y de Rebuild.
La secretaría técnica de la jornada corrió a cargo de Fakoy.













































































