OPINIÓN

Transpirabilidad de los muros exteriores

ANAPE

31/10/2025

Los edificios se construyen para delimitar un espacio interior del ambiente exterior, creando unas condiciones adecuadas a las necesidades del usuario y de la actividad desarrollada en su interior.

Los muros exteriores son el elemento que debe proteger y aislar, hacer confortables los espacios, manteniendo al mismo tiempo las necesidades primarias: luz, temperatura, humedad, ruido y salubridad, considerando las variables y necesidades que presenta cada entorno en función de las actividades que se realizan y que los muros deben cumplir.

Un reto nada fácil de implementar teniendo en cuenta que un muro se realiza con materiales que no modifican sus prestaciones en función de las necesidades, sino que las mantienen inalterables en el tiempo, es la flexibilidad de los elementos que constituyen los cerramientos perimetrales exteriores.

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La presión del vapor de agua

El control de la humedad en el ambiente es probablemente hoy en día un tema menos profundo y conocido que otros como el aislamiento térmico y acústico, estos mucho más estudiados y desarrollados. Una pared separa dos espacios con temperatura de aire y humedad diferentes, constantemente permeada por un flujo que se mueve de uno a otro en función de un parámetro específico: la presión del vapor de agua.

Si quisiéramos hacer una analogía sería como pensar en una corriente de agua que pasa de una zona a otra en función de la presión que actúa sobre ella.

Es interesante considerar que la pared no es un separador ‘aséptico’, sino que interviene directamente, ya que el material del que está hecha tiene características concretas, definidas y medibles.

La presencia de humedad en un ambiente cerrado crea efectos particulares, resaltando la higiene y salubridad del entorno.

¿Qué entendemos por transpirabilidad?

Hoy en día es el término más utilizado para identificar todo problema de humedad en las habitaciones, señalándola como la solución a todos los inconvenientes y patologías causados por la baja transmisión de vapor.

Desgraciadamente, no solo es necesario utilizar el término ‘transpirabilidad’ para identificar la prestación, sino que hay que proporcionar un valor, un índice sin el cual es imposible correlacionarla con la exigencia.

Así pues, la transpirabilidad de una pared no es más que la capacidad de ser atravesada por el vapor de agua que pasa de un ambiente con mayor cantidad a otro con menor cantidad. Esta diferencia crea una ‘diferencia de presión’ que desplaza el vapor de un ambiente a otro.

El diagrama de Mollier

El estudioso más famoso de las características del aire es, sin duda, Mollier y aún hoy su diagrama resulta de gran utilidad para comprender sus propiedades y dinámica. Es necesario introducir un segundo factor: la condensación.

El vapor pasará del ambiente con mayor presión al de menor, pero también a partir del diagrama de Mollier es posible identificar dónde condensará este vapor, es decir, cuando la temperatura alcance el llamado ‘punto de rocío’, donde la humedad contenida se convertirá en agua.

Uno de los problemas más molestos y perjudiciales para el confort de la vivienda es el de la humedad. La presencia de agua en la mampostería puede provocar inconvenientes como la disminución del confort térmico, el deterioro de los materiales por reacciones químicas destructivas y la aparición de moho, especialmente común donde hay exceso de humedad y mala ventilación.

Una forma muy sencilla, pero completa, de representar la permeabilidad de un material es utilizar un parámetro que identifica la característica de transpirabilidad: Saeq, espesor del aire equivalente al valor de permeabilidad del material.

El aire, en función de su temperatura, puede contener una cierta cantidad de vapor de agua en suspensión: un aumento de la temperatura corresponde a un aumento de la cantidad de vapor de agua que puede contener el aire.

Existe un límite para la cantidad de vapor contenida en el aire para una temperatura determinada. Una vez superado este límite, cualquier aumento de vapor se condensa y se convierte en precipitación de agua. El aire en estas condiciones se denomina ‘SATURADO’ y el vapor contenido se denomina ‘Humedad Absoluta’ (HA).

En condiciones normales, el aire no se encuentra saturado, sino que contiene un determinado Volumen Parcial de Vapor (VR) que es inferior al correspondiente Volumen de Saturación de Vapor (VS). La humedad resultante se denomina ‘Humedad Relativa’ (HR).

El vapor contenido en el aire se encuentra a una presión determinada, para la que se proporcionan dos definiciones:

  • Presión Parcial (PR), cuando el vapor contenido en el aire no se encuentra en valores de saturación.
  • Presión de Saturación (PS), cuando el vapor se encuentra en su nivel máximo de saturación.

Presión parcial y presión de saturación

Es importante destacar un concepto:

  • Presión parcial: es función de la temperatura y de la humedad relativa.
  • Presión de saturación: es función únicamente de la temperatura.

Las diferencias de presión entre distintos ambientes crean las condiciones para que el vapor se desplace a través de los elementos que los dividen.

Las altas temperaturas casi siempre indican altas presiones de vapor, del mismo modo que las bajas temperaturas indican bajas presiones. Por lo tanto, en condiciones invernales, una pared es atravesada por un flujo de vapor que, procede del interior y se dirige al exterior.

Los materiales en general, y los aislantes en particular, reaccionan de forma diferente al paso del vapor.

Normalmente se utilizan dos magnitudes para expresar la característica de transmisión del vapor:

  • Permeabilidad al vapor: δ
  • Factor de resistencia a la difusión del vapor: µ

La permeabilidad es un valor efectivo, el número que identifica la permeabilidad se expresa en Kg/s·m·Pa y es la cantidad real de vapor que atraviesa el material (es decir, la cantidad de vapor en kilogramos que atraviesa en un segundo un metro de espesor con una diferencia de presión de un pascal). El factor de resistencia, en cambio, es un valor adimensional, por lo que el número que lo identifica es relativo. De hecho, está referido al aire, que obviamente tendrá un valor unitario.

Es posible convertir una cantidad a otra mediante relaciones sencillas que tienen en cuenta la permeabilidad del aire.

El parámetro propuesto Saeq se calcula fácilmente a partir del factor de resistencia para un material determinado y su espesor (d, expresado en metros): Saeq = ? x d y representa la resistencia al paso del vapor de la capa considerada.

La instalación de planchas de aislamiento de EPS en diferentes configuraciones, como puede ser dentro de la cámara de aire del cerramiento o incluso en sistemas de aislamiento térmico por el exterior no impide la permeabilidad del vapor en la estructura, sino que mejora de manera significativa la transmitancia térmica y contribuye al ahorro de energía.

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