Entrevista a Tomás Higuero, cofundador y consejero delegado del Grupo Aire Limpio
Antes de verano, el Grupo Aire Limpio anunció que el Fondo europeo Impact Partners adquiría una participación minoritaria de la compañía. Con esta ampliación de capital, cifrada en ocho millones de euros, el grupo español podrá acelerar su crecimiento a 5 años vista. Tomás Higuero, cofundador y consejero delegado del Grupo Aire Limpio, nos explica lo que esta inyección de dinero va a suponer para el grupo.
La entrada de Impact Partners supone una inyección de ocho millones de euros. ¿Cómo se va a distribuir este capital dentro del plan de crecimiento de Grupo Aire Limpio a cinco años vista?
La entrada de Impact Parners surge en un contexto muy concreto, en el que queríamos adoptar nuestra estructura y dimensión al nuevo escenario del sector inmobiliario. Pero, hacerlo como hasta ahora, reinvirtiendo los beneficios ya no era una opción viable, por tiempos.
Nuestro objetivo ahora es implementar un ambicioso plan de negocio, algo que no había sido posible ejecutar en sólo cinco años sin el apoyo económico de nuestro nuevo socio. El plan pretende adaptar nuestra estructura a las nuevas demandas y ajustar nuestra escala para estar presentes en el ciclo completo de vida de activos inmobiliarios de todo tipo, incluidos algunos en los que hasta ahora teníamos una presencia menor, como el residencial. El objetivo final es focalizarnos en acompañar a nuestros clientes en el camino hacia la descarbonización, priorizando confort y salud.
Y, como decía Mayra Gomez-Kemp en el concurso 1,2,3: “hasta aquí puedo leer”. Lógicamente, no podemos desvelar aún nuestras prioridades estratégicas en detalle, pero iremos anunciando los avances según se produzcan.
El Grupo Aire Limpio lo forma diversas empresas especializadas (Aura, Aire Limpio, Ambisalud, Commtech y ACSOS). ¿Cómo repercutirá esta inversión en el refuerzo de estas marcas?
Desde nuestros inicios, hemos buscado ofrecer productos y servicios innovadores, que permitieran a nuestros clientes operar a la vanguardia. Y bajo esa máxima hemos ido construyendo la actual estructura de empresas y marcas del Grupo, con la que nos sentimos cómodos porque cubre los principales ámbitos vinculados a la descarbonización y control de edificios, el bienestar ambiental de los inmuebles, el commissioning, el comportamiento óptimo de las instalaciones, las auditorías, validaciones y analíticas de la calidad del aire interior y del agua, así como los servicios de verificación y medición en certificaciones como WELL, LEED, BREEAM o DGNB.
En ese contexto, obviamente nuestras marcas actuales saldrán reforzadas, pero es complicado definir de manera cuantitativa cómo repercutirá en cada una de ellas la inversión. El plan de negocio las contempla todas, pero desde una mentalidad abierta y con un concepto “vivo” que nos permite también a abordar nuevas áreas, en función del rumbo que tome el mercado en cada momento. Un buen ejemplo del tipo de camino a seguir podría ser la creación de Aura hace unos meses, que nació desde áreas de negocio que ya se abordaban en Aire Limpio, pero con el objetivo de profundizar en la automatización y el control de edificios, ahondando así en un ámbito con fuerte impacto tecnológico y gran potencial.
Exploraremos todas las oportunidades de negocio que vislumbremos y ejecutaremos las que mejor se ajusten a nuestro modelo de negocio y, por supuesto, mejor rentabilicen la inversión.
“Exploraremos todas las oportunidades de negocio que vislumbremos y ejecutaremos las que mejor se ajusten a nuestro modelo de negocio y mejor rentabilicen la inversión”.
En declaraciones suyas tras la presentación de esta operación, destacó que Impact Partners ha respetado la autonomía del proyecto. ¿Qué significa en la práctica para la gestión diaria del grupo mantener esa independencia con un socio inversor?
Pues todo se ha desarrollado tal y como anunciamos. Su objetivo desde el inicio era acompañarnos en nuestra consolidación como líder de servicios para edificios saludables y sostenibles, pero sin interferir en el día a día del negocio, y su confianza en nuestro plan estratégico ha sido completa, efectivamente, desde el inicio de la operación.
Evidentemente, es un socio accionista, al que debemos rendir cuentas sobre la rentabilidad de su inversión, pero este respeto por la autonomía de nuestro proyecto se ha traducido en la práctica en que la gestión continue, como hasta ahora, en manos de los socios ejecutivos, que continuamos liderando las diferentes áreas de negocio en las que operamos.
Obviamente, esto nos permite, como expertos, tomar en todo momento las decisiones operativas que consideramos más adecuadas para el desarrollo del plan de negocio que hemos diseñado, y cuyo objetivo es hacer crecer en dimensión y rentabilidad al grupo.
Aire Limpio ha duplicado su facturación en los últimos años, hasta alcanzar los 17,2 millones de euros en 2024. ¿Qué objetivos de facturación o de expansión se marcan ahora con este nuevo respaldo financiero?
Siempre es arriesgado marcarse objetivos cuantitativos, y no es por falta de confianza en nuestro proyecto o capacidades, sino porque somos conscientes de que operamos en un sector y mercado que está sumergido en profundos cambios normativos, tecnológicos e incluso de gustos y preferencias de los usuarios finales. Obviamente, si nuestro socio invierte 8 millones a cinco años es porque espera recuperar esa cantidad más beneficios.
Bajo esos parámetros, y dado que esperamos cerrar este año 2025 con una facturación del entorno de los 20 millones de euros, nuestro objetivo de crecimiento -que preferimos no detallar aún- es sin duda muy ambicioso, pero confiamos en alcanzarlo gracias al proyecto que hemos diseñado.
El grupo opera ya en ocho países y cuenta con más de un millar de clientes. ¿Prevén que la nueva etapa de crecimiento se concentre en España o que haya un refuerzo significativo de su internacionalización?
Creemos que aún queda mucho por camino por recorrer en España. Vislumbramos importantes oportunidades de negocio en la fuerte transformación que está viviendo el sector inmobiliario, especialmente en las áreas más exigentes de descarbonización, salud y bienestar de las personas, y, por supuesto, en la lucha contra la obsolescencia de los edificios. Y nuestro objetivo es estar presentes en el ciclo de vida completo de los edificios, sea cual sea su tipo de actividad (sanidad, centros educativos, oficinas, hoteles, CPDs, residencial, ocio, industrial, laboratorios, logística, etc.).
No obstante, la fotografía que muestra el mercado europeo no difiere mucho de la de nuestro país y ofrece igualmente oportunidades similares, por lo que tampoco quitamos la vista de ese horizonte. De hecho, incluso en mercados tan maduros como el estadounidense -aunque éste nos resulta más lejano- todavía queda camino por recorrer.
Pero, pasando de las musas al teatro, en esta primera etapa nuestro objetivo es volcar las tintas en el mercado nacional, implementando primero aquí, en nuestro entorno más cercano, los nuevos productos y servicios que desarrollemos y, una vez consolidados, abordar otros mercados. Pero esa será una decisión más en el medio plazo.
También ha comentado la intención de crecer tanto por la vía orgánica como inorgánica. ¿Podemos esperar nuevas adquisiciones o integraciones de nuevas empresas a corto plazo?
Realmente, el crecimiento mixto, tanto por vía orgánica como inorgánica, forma parte de nuestro ADN, como demuestra nuestra trayectoria en los años precedentes. El Grupo ha buscado, sobre todo en esta década, ganar dimensión integrando nuevos negocios innovadores, compatibles y complementarios. Y, en paralelo, cada una de nuestras marcas ha continuado buscando la excelencia, ofreciendo productos y servicios cada vez más completos e innovadores, para responder y atender las necesidades actuales -e incluso futuras- de nuestros clientes.
Y ese afán continúa siendo nuestro objetivo principal en el contexto de nuestra estrategia empresarial. Unas veces, los productos serán compatibles con nuestro objeto de negocio actual y, en otras ocasiones, podrá ser necesario abordar nuevas áreas, diversificando nuestras filiales o, por qué no, creando o adquiriendo nuevas empresas.
Son pasos obligados en los que estamos ya trabajando, pero que, lógicamente, solo podremos anunciar cuando cristalicen en operaciones concretas.
“Nuestro objetivo de crecimiento -que preferimos no detallar aún- es muy ambicioso, pero confiamos en alcanzarlo gracias al proyecto que hemos diseñado”.
Con más de 140 empleados y un crecimiento sostenido, ¿cómo prevén gestionar el talento y la capacitación interna para acompañar la expansión del grupo en esta nueva fase?
Lo cierto es que nuestro equipo nos lo pone fácil en ese aspecto. Querría destacar que los buenos resultados económicos de los últimos años están ahí gracias al “saber hacer” del equipo profesional que conforma el grupo, cuya gestión experta y conocimiento ha sabido ganarse la confianza y respaldo de nuestros clientes.
Y en ese sentido, continuaremos ahondando, como hasta ahora, en planes e incentivos para la formación y el desarrollo profesional de nuestros empleados. Obviamente, los nuevos desafíos del mercado condicionarán también nuevos perfiles profesionales que incluiremos en nuestro equipo, ya sea por la vía obligada de nuevas contrataciones -para atender una demanda creciente- como por la capacitación del personal preexistente.
“La confianza de Impact Partners en nuestro plan estratégico ha sido completa, desde el inicio de la operación”
El objetivo del grupo Aire Limpio es estar presentes en todo el ciclo de vida de los activos, desde hospitales hasta CPDs o edificios residenciales. ¿Qué sectores cree que van a tirar más de la demanda en los próximos años? ¿Cómo se va a ver reforzado el grupo en estos ámbitos con la entrada del nuevo capital?
Vivimos tiempos de cambios profundos, con un claro viraje hacia la calidad que demandan los usuarios, cuyas exigencias en las áreas de salud, tecnología, servicios, etc. son cada vez mayores. Esto abre un abanico enorme de posibilidades para nuestro Grupo, focalizado en la gestión ambiental integral de los espacios interiores. Podemos acompañar a la propiedad en todas sus fases de gestión del inmueble, contemplando todos estos aspectos desde las fases de diseño y construcción, hasta su operativa, mantenimiento, control, renovación, etc.
Son muchos frentes que teníamos ya identificados y que ahora podremos abordar gracias al apoyo económico de Impact Partners.
El sector inmobiliario está inmerso en una transformación ligada a la descarbonización y la salud en los edificios. ¿En qué áreas ve hoy las mayores oportunidades de crecimiento para el grupo?
Cumplimiento normativo y medioambiental, reducción de costes operativos, automatización, satisfacción de los ocupantes, salud… todas estas áreas tienen margen de crecimiento para nosotros, aunque sí me gustaría destacar la lucha contra la obsolescencia de los inmuebles, entendida desde una óptica mucho más amplia que la tradicional.
Los edificios pueden volverse obsoletos, no solo por su deterioro físico, sino también por no ofrecer flexibilidad; salud y bienestar; eficiencia, o un nivel de cumplimiento con estándares de sostenibilidad elevados. Y todas esas áreas nos tocan de cerca. Creo que son aspectos en los que focalizaremos muchos de nuestros proyectos en los próximos años.
Sus servicios incluyen auditorías y verificaciones para certificaciones como WELL, LEED, BREEAM o DGNB. ¿Qué peso está teniendo esta demanda en el mercado español y cómo planean potenciarla? ¿Tienen previsto actuar en otros mercados a raíz de esta operación?
La concienciación sobre aspectos como la calidad, la sostenibilidad y, sobre todo, por desarrollar entornos construidos cada vez más saludables y confortables para las personas se ha convertido en una de las claves más importantes a la hora de tomar las decisiones de negocio en el sector inmobiliario.
La pandemia supuso un punto de inflexión que aceleró una serie de tendencias que ya estaban en alza, hasta el punto de que, hoy en día, no se entiende plantear edificios de una cierta magnitud sin que se tengan en cuenta criterios en materia de salud, desde calidad de aire, acústica, iluminación, espacios naturales, ventilación…
Unido a esto, recordaría de nuevo el tema de la obsolescencia de los activos, que cada día se acelera más, influida por las novedades normativas en materia de descarbonización aplicadas en Europa y EEUU, los avances tecnológicos y también por las mayores expectativas de los ocupantes respecto a los servicios que deben proporcionar los inmuebles. Todos estos factores unidos a pautas de gestión de edificios a menudo anticuadas están convirtiendo a muchos inmuebles en obsoletos y obligando a la propiedad a realizar importantes inversiones.
En este sentido, este tipo certificaciones suponen casi una obligación para los activos inmobiliarios prime, marcando las pautas para ganar posicionamiento, mantenerlo y poderlo comunicar con total transparencia.
Finalmente, respecto al posicionamiento en otros países de Acsos, que es la filial del Grupo focalizada en esta área, indicar que, su expansión en proyectos europeos, en Latam y en EE.UU. es ya una realidad, por lo que continuaremos avanzando en esa línea, enmarcada dentro de los objetivos de negocio actuales del Grupo Aire Limpio.













































































