Entrevista a Maria Giramé y Pau Sarquella, miembros del equipo de comisarios del Congreso UIA 2026
El Congreso UIA 2026, que se celebrará en Barcelona, quiere ir más allá de un evento académico para convertirse en un espacio coral y transdisciplinar donde la arquitectura dialogue con otros saberes y contextos reales. Dos de sus comisarios, Maria Giramé y Pau Sarquella, explican cómo este encuentro internacional busca redefinir el papel de la disciplina ante los retos climáticos y sociales, activando procesos colectivos capaces de imaginar futuros más justos y sostenibles.
Tras cerrar la convocatoria del Call for Participants y presentar el Concurso de Estudiantes, ¿cuáles son las siguientes acciones que nos pueden desvelar del Congreso UIA 2026?
Maria Giramé: Ahora entramos en una fase apasionante. Tras haber recibido más de 1.500 propuestas lo inmediato es iniciar el proceso de selección, que se llevará a cabo con jurados internacionales y comités de evaluación especializados en cada formato. Paralelamente, ya han arrancado los 12 proyectos de ‘Research by Design’, que se desarrollarán durante un año, con seis equipos trabajando en Barcelona y seis en otras localizaciones del mundo. Además, en julio presentamos la UIA International Student Competition, un concurso global que busca propuestas espaciales resilientes ante amenazas previsibles. Es importante recalcar que esta convocatoria está abierta hasta el 7 de noviembre.
Pau Sarquella: En octubre publicaremos también la convocatoria para los 12 International Emerging Workshops, talleres dirigidos a estudiantes y jóvenes arquitectos, guiados por prácticas emergentes locales e internacionales, y que se celebrarán en Barcelona la semana previa al congreso junto a conferencias y debates públicos con la intención de calentar motores para los tres días intensos de congreso. A su vez, ya estamos trabajando en las exposiciones, en el programa completo del congreso y en una intensa estrategia de comunicación, que incluirá próximamente la apertura de venta de entradas. Todo ello forma parte del engranaje que va dando forma a lo que queremos que sea mucho más que un evento: una experiencia compartida de pensamiento y acción.
Como comentaban, se han recibido más de 1.500 propuestas, ¿cómo se llevará a cabo la elección de los participantes para el congreso?
M.G.: Es un proceso muy cuidado. Las propuestas son revisadas primero por comités evaluadores internacionales, formados por académicos y profesionales vinculados a las líneas de investigación del congreso. Después, cada formato, critical essay, critical design y critical image, cuenta con un jurado especializado propio.
Aproximadamente, un tercio de los participantes del congreso surgirán de esta convocatoria abierta. Queremos garantizar una selección que sea diversa en términos geográficos, generacionales y disciplinares. Los resultados se darán a conocer entre septiembre y octubre de 2025. En el caso de los ensayos críticos, además, habrá una segunda fase, y los textos seleccionados se publicarán en acceso abierto.
Las ciudades y los entornos edificables deben cambiar, ser resilientes, respetuosos con el entorno y sobre todo cubrir las necesidades básicas de las personas. ¿Qué papel asume la arquitectura y el compromiso profesional ante esta nueva realidad?
P.S.: La arquitectura debe dejar de ser un acto puramente formal o técnico y convertirse en una práctica situada, sensible y comprometida. Tiene que atender no solo a los retos materiales, sino también a las relaciones sociales, los cuidados y las urgencias ecológicas. Hoy más que nunca necesitamos arquitecturas que trabajen desde la interdependencia, que reconozcan su papel dentro de sistemas complejos.
No basta con diseñar objetos: hay que activar procesos, crear alianzas, imaginar futuros más justos y regenerativos. Y eso requiere también nuevas formas de conocimiento, de colaboración y de práctica.
Y en este sentido, en un mundo cada vez más afectado por crisis climáticas y sociales, ¿cómo puede el Congreso UIA 2026 contribuir a redefinir el rol del arquitecto frente a estos retos?
M.G.: El congreso quiere ser precisamente ese espacio de redefinición. A diferencia de otros eventos anteriores, no se centra en la figura del arquitecto estrella, sino en generar un entorno coral, transdisciplinar, donde se produzca conocimiento original desde la práctica.
P.S.: Hemos diseñado formatos que fomentan el pensamiento colectivo: Research by Design, talleres intensivos, sesiones plenarias críticas, exposiciones abiertas al público… Queremos mostrar que la arquitectura puede ser motor de cambio si se conecta con otros saberes y se implica con los contextos reales. Que sea una herramienta para imaginar y construir alternativas frente al modelo dominante.
¿Qué papel jugará Barcelona como sede en la narrativa del Congreso UIA?
M.G.: Barcelona no será solo el escenario, sino un agente activo del congreso. Su litoral, sus tensiones urbanas, su historia reciente y sus desafíos actuales hacen de ella un laboratorio perfecto para hablar de transición ecológica, justicia espacial y nuevas formas de habitar.
Hemos apostado por un congreso urbano, descentralizado, que huye del modelo tradicional de recinto ferial único y cerrado. Las sesiones tendrán lugar en distintos puntos de la ciudad y la periferia, como el espacio de las Tres Xemeneies, en Sant Adrià del Besòs, o el CCIB, y construiremos los espacios del congreso con elementos desmontables, materiales reciclados y soluciones pasivas. Es una apuesta radical, incluso cuestionada, pero coherente con lo que defendemos: el congreso también debe ser arquitectura en transición.
Foto de familia de los integrantes del equipo de comisarios ‘Becoming. Architectures for a planet in transition’ del Congreso UIA 2026.
Como integrantes del equipo comisario del congreso, ¿qué expectativas se han marcado? ¿Las conclusiones que se extraigan de este evento profesional deberían ser vector para un cambio real?
P.S.: Esa es la ambición. No queremos un congreso que sea solo un escaparate, sino una herramienta para activar la disciplina, para ponerla en diálogo con el mundo y para dejar un legado que trascienda los días del evento.
M.G.: Nuestras expectativas están muy alineadas con los retos del presente. Queremos que el Congreso de la UIA 2026 sea un espacio donde se generen conocimientos útiles, materiales compartidos y proyectos colectivos. Que deje huella no solo en Barcelona, sino en la manera de entender qué puede y qué debe ser hoy la arquitectura.
