Entrevista a Sergio García Mollón, director general de Saint-Gobain PAM
Periodista. Coordinador de contenidos en FuturEnviro e Interempresas Smart Cities · Interempresas Media
04/06/2025
Saint-Gobain PAM ha consolidado su posición como referente en el ciclo integral del agua en España. Según explica Sergio García Mollón, la compañía prevé para 2025 una mejora de resultados respecto al ejercicio anterior, impulsada por la ampliación de gama, la cercanía al cliente y una apuesta firme por la sostenibilidad industrial. “Estamos trabajando para que nuestras soluciones sean cada vez más eficientes, seguras y responsables, tanto desde el punto de vista técnico como ambiental”, destaca.
Desde su llegada a la dirección general de la compañía, Mollón ha promovido una transformación que no se basa tanto en estructuras como en cultura corporativa. “Hemos generado una mayor cohesión social en la empresa”, afirma. Este cambio de enfoque, que también ha reforzado la orientación al cliente, se refleja en proyectos innovadores como el desarrollo de nuevas juntas, servicios de diagnóstico de tuberías o avances en reutilización de materiales. Con una inversión superior a los 150 millones de euros para electrificar sus procesos, Saint-Gobain PAM busca liderar la transición hacia una economía verdaderamente circular.
¿Cómo cerró Saint-Gobain PAM el ejercicio 2024 en España en términos de facturación y rentabilidad? ¿Cuáles son los principales factores para lograr esos resultados?
Tanto en términos de facturación como de rentabilidad, hemos crecido con respecto a ejercicios anteriores, con una tendencia ascendente realmente buena. La rentabilidad ha sido más que aceptable, obviamente positiva, y con un nivel de inversiones importante para seguir modernizando nuestras infraestructuras y afrontar nuevos retos en términos de sostenibilidad.
¿Cuáles son las previsiones económicas de la compañía para 2025 en el mercado español?
En el mercado español seguimos con la misma tendencia, es decir, esperamos un resultado mejor que en 2024. Con mayor firmeza en casi todos los nichos de mercado en los que estamos más presentes y ampliando nuestras gamas de producto con respecto al año anterior.
¿Prevén que las actuales tensiones comerciales internacionales, especialmente en materia arancelaria, puedan tener un impacto en sus resultados en 2025?
Sí, está claro que cuando hay incertidumbre en el mercado, al final la economía y las inversiones se retraen, eso lo vemos en nuestras exportaciones al resto de Europa. Es cierto que el 2025 no debería verse especialmente impactado, pero sí es previsible que impacte en los proyectos que se esperaban para final de año y comienzo del 2026
Debemos recordar que en sectores tan estratégicos como el agua, ya la UE en 2014 vio que, más allá de las tensiones que se puedan generar ahora, habría que apelar al principio de reciprocidad, indicándolo en la Directiva 25/2014. Que la UE y los Estados miembros debían protegerse poniendo más barreras a aquellos países en los que no tenemos las mismas oportunidades; es decir, países que vienen a operar en la UE y nosotros no podemos operar allí. Aquí pueden operar productores de países terceros que luego no nos permiten operar en sus respectivos mercados.
Esto ya fue incluido en nuestro ordenamiento jurídico para sectores muy estratégicos como la energía, el transporte y el agua, donde se daba la posibilidad a la Administración para llegar a excluir a productores de esos países terceros. Lo digo porque solo estamos viendo como nos impactan los aranceles, no olvidemos que las guerras arancelarias no traen ninguna ventaja para los países, más allá de ciertas compensaciones que pueda haber, pero —por encima de todo— lo más injusto es ver como tú invitas a la mesa a cenar a todos y luego tu no eres invitado a sus mesas cuando tienen algo que celebrar. Y eso se soluciona aplicando el principio de reciprocidad.
“Las guerras arancelarias no traen ventajas; la clave está en aplicar el principio de reciprocidad”, apunta García Mollón.
Desde su nombramiento como director general en 2023, ¿qué cambios estratégicos o estructurales ha impulsado en Saint-Gobain PAM España?
En cuanto a los cambios estructurales, más allá que realizar cambios en las estructuras, hemos generado una mayor cohesión social. Somos una empresa que lleva muchísimos años en el mercado y que tiene una historia de éxito, que a veces cuesta un poco digerir cuando el mercado empieza a moverse a una velocidad un tanto distinta, lo que puede llegar a generar tensiones. Puedo decir que el mayor éxito en estos casi dos años ha sido generar un clima social muy favorable desde la fábrica hasta nuestras oficinas centrales, donde seguimos mirando al pasado con muchísimo orgullo, pero empezamos a disfrutar del presente y a cada vez más construir más futuro.
Con relación a los cambios estratégicos, el mayor cambio ha sido volver a centrar al cliente como el principal objetivo. No es que no lo fuera, pero a veces caes en el error de nos escuchar al cliente y no conocer sus necesidades. Sabemos que la principal fortaleza de Saint-Gobain PAM España para con sus clientes es haber sido siempre un gran compañero de viaje, sobre todo cuando se necesitaba mucho soporte técnico e inclusive cuando el mercado no encontraba respuestas a unas necesidades, el equipo de PAM siempre supo encontrarlas. Por lo tanto, volver a escuchar al cliente y estar más cercano a él, es una pieza clave de los cambios estratégicos.
¿Cuáles son los principales productos que comercializa actualmente Saint-Gobain PAM en España? ¿En qué sectores se aplican estos productos y qué peso relativo tiene cada uno en el volumen de negocio?
Saint-Gobain PAM es posiblemente la única empresa que tiene una gama de productos propia muy amplia, desde los tubos, las válvulas, los registros y los accesorios de fundición dúctil que hacen que la empresa esté presente en todo el ciclo del agua. No hay ahora mismo algún sector en el que no estemos preparados para estar, es verdad que nuestro core business es la tubería de fundición y también es cierto que estamos más presentes en el mercado de abastecimiento de agua potable. No hay que olvidar que nuestros productos, además de ser altamente probados y duraderos, son muy seguros y así lo han demostrado durante muchísimos años, con lo cual la confianza del sector, tanto en nuestros productos, marca y en la fundición dúctil en general, para el abastecimiento de agua potable es más que importante. Pero estamos presente en todo el ciclo del agua.
"Soluciones como el Blueway Transport, que ayuda a alinear nuestros objetivos de sostenibilidad con los de los clientes, para ayudar a reducir el impacto de la huella de carbono", destaca el director general de PAM Saint-Gobain.
¿Qué papel juega la innovación en el desarrollo de nuevos productos dentro de la compañía?
Es cierto que cuando tienes un producto que lleva tantísimos años en el mercado, no voy a decir que si algo funciona no lo cambies, pero no lo estropees y aun así seguimos innovando. Las innovaciones con nuestro tipo de producto no pueden ser tan dinámicas como en otras actividades, pero ya hicimos un gran desarrollo en cuanto a revestimientos exteriores con el Biozinalium y seguimos trabajando en cómo mejorarlo y en cómo mejorar también nuestros revestimientos interiores.
De hecho, por poner un ejemplo, recientemente lanzamos la solución Control+, una junta que permite ser testada en cuanto a su estanqueidad en el mismo momento de la instalación, sin necesidad de activar la línea cuando ya está bastante avanzada, lo que da una seguridad aún mayor y además permite que los trabajos se hagan mucho más rápido.
También estamos innovando mucho en cuanto a servicios, ahora estamos trabajando y presentaremos todos los servicios que podemos ofrecer en cuanto a diagnosis de las tuberías de fundición dúctil, principalmente. Además, estamos desarrollando servicios que acompañen todas las acciones de sostenibilidad que estamos teniendo a nivel de transporte y cómo podemos, cada vez más, cubrir una cuota importante de nuestros transportes con vehículos que utilicen combustibles más sostenibles.
Por otra parte, tenemos nuestro proyecto P Circularity, con el que queremos hacer que la economía circular sea realmente circular y donde en un futuro las compañías de agua valoren el capital que tienen enterrado, ya que una vez que dejan de estar en funcionamiento podemos volver a utilizar nuestras antiguas tuberías para fabricar tuberías nuevas.
¿Qué diferencia a las soluciones de Saint-Gobain PAM de las que ofrecen otros proveedores del mercado?
Yo diría dos. Si hablamos de producto y nos centramos en el tubo, está más que probado y testado que es el producto que mayor durabilidad tiene y al mismo tiempo es el producto que mayor seguridad proporciona, manteniendo las buenas propiedades del agua y siendo la tubería que tarda más en presentar fugas. Esto lo podríamos unir a nuestras válvulas que en el sector también son muy conocidas, precisamente por su calidad y la gran durabilidad. Lo mismo ocurre con nuestros registros. Cuando hablamos de registros en zonas de tránsito, los marca PAM son altamente valorados, precisamente porque no dan dolores de cabeza.
Si me voy a qué nos diferencia, también diría que la marca PAM. No solamente su producto, sino sus equipos y ese acompañamiento que hemos hecho a los clientes durante tantos años. Años en los que no se tenía tanto acceso a la información como se tiene hoy y, por lo tanto, éramos una referencia muchísimo mayor, que ha hecho que nos ganemos ese hueco de confianza. Cuando surge alguna duda sobre terrenos, qué tipo de material utilizar o cualquier pequeña duda que puedan encontrar nuestros clientes, tienen una confianza máxima en nuestro equipo humano marca PAM.
¿Qué relevancia tienen actualmente los criterios de sostenibilidad en la estrategia de negocio de Saint-Gobain PAM? ¿Cómo se traduce esa apuesta por la sostenibilidad en el día a día de la actividad industrial y comercial de la empresa?
Para nosotros es clave, la sostenibilidad debería de ser realmente una responsabilidad y una obligación para cualquier empresa y no solamente una ola en la que te subes sin conocer demasiado bien de lo que se está hablando. Cuando fundes hierro, es una responsabilidad máxima. Lo es para el Grupo Saint-Gobain donde tenemos unos objetivos muy claros de descarbonización, mucho antes de que la sostenibilidad estuviera tan en boca de todos.
Cuando hablamos de sostenibilidad en PAM nos gusta hablar de hechos y no tratar este tema como una mera moda. Por esta razón, tenemos unos planes realmente exigentes con una inversión superior a 150 millones de euros, que ya ha comenzado para electrificar nuestros hornos, lo que nos permitirá pasar de trabajar con un alto horno, como se hace actualmente en nuestra fábrica en Francia, a trabajar solamente como hornos eléctricos. Es un proyecto que concluirá en los próximos 3, 4 años porque el cambio debe hacerse de manera gradual.
En nuestra fábrica de Santander se utiliza un cubilote y por lo tanto sus emisiones son de cinco a seis veces inferiores a las de la mayoría de los fabricantes que trabajan con alto horno. Aun así, tenemos claro que esas emisiones pueden bajar y por eso seguimos invirtiendo en ello.
Hemos sido certificados como gestores de residuos, hoy en días más del 80% de los residuos que generamos están valorizados y seguimos trabajando para intentar valorizar un 100% de nuestros residuos. Lo mismo ocurre con el gua, donde estamos alcanzado cifras por encima del 70% de reutilización en nuestros procesos y utilizando nuestras propias plantas de depuración. El objetivo es estar por encima del 80% en 2028.
Además de todas esas acciones, cuidamos también del transporte con soluciones como el Blueway Transport, que ayuda a alinear nuestros objetivos de sostenibilidad con los de los clientes, para ayudar a reducir el impacto de la huella de carbono. Somos un negocio de proximidad, fabricamos en Europa, en nuestro caso en Santander España, por lo que la huella de carbono es muchísimo menor a la de cualquier producto que pudiera venir de ultramar.
Después tenemos la belleza de la fundición, que nos permite volver a utilizar esa chatarra de hierro para hacer nuestras tuberías, por lo que podemos utilizar esas mismas tuberías que ya han llegado al final de su vida últil, para fabricar nuevas tuberías. De hecho en Santander, más del 80% de la materia prima que utilizamos proviene de material reciclado.
En sostenibilidad todo el mundo habla de reciclabilidad y que sus productos serán reciclables, pero la clave no está solamente en que con ese producto se podrá hacer otro, es que mientras tanto tu seguirás produciendo, utilizando esas materias fósiles. Nosotros lo que hacemos desde ya es dejar de utilizar esas materias fósiles, con lo cual trabajamos con un material reciclado que a su vez volverá a ser reciclable.
Insisto, en un futuro veremos que los municipios tendrán un gran interés en volver a extraer las tuberías, una vez que esas canalizaciones ya no estén en uso, ya que encontrarán en nosotros una empresa que recomprará el producto para volver a fabricar nuevas tuberías de fundición dúctil con las mismas cualidades y estándares de calidad.
En su opinión, ¿qué impacto puede tener la economía circular en el futuro del sector del agua y de las infraestructuras en España?
Lo importante es que no hay que poner el foco solo en la idea de que cualquier material que se utilice sea reciclable, lo cual es lo mínimos que se tiene que exigir a cualquier producto, sino que realmente ese mismo producto, una vez que haya llegado al fin de su vida útil, sirva para poder fabricar otro producto de características similares al que se ha retirado. Eso es lo que el mercado realmente debe tener en cuenta.
También se debería tener en cuenta el mercado de proximidad, ya que la huella de carbono no solamente está en una emisión directa. Porque a lo mejor las emisiones de ese producto que no es de proximidad son muy bajas, pero a su vez puede tener emisiones indirectas excesivamente altas al transportarlo.
Otro elemento importante que considerar es la durabilidad del producto, ya que si es un producto que no es duradero, se tendrán que hacer las instalaciones una, dos y tres veces en el mismo ciclo de vida, a diferencia de otros productos que si lo pueden garantizar.
Con lo cual, la economía circular tendrá mucho que ver con el CAPEX y no con OPEX. Tendrá mucho que ver con el qué hago ahora para que lo que se está invirtiendo sea mucho más sostenible en el tiempo, dure mucho más y nos de muchos menos quebraderos de cabeza. Además, el mercado será cada vez sea más exigente hacia sus proveedores en cuanto al cuidado de sus productos en su fabricación, comercialización, transporte, ejecución en obra y retirada.
¿Considera que el enfoque hacia la sostenibilidad y la circularidad puede suponer una ventaja competitiva para el tejido industrial español?
Sí, debería serlo, pero para ello hay que empezar a prestar atención a muchos factores. No depende solamente del tejido industrial español, la industria española está sumamente preparada como está el resto de la industria europea. El problema está en que la economía circular y la sostenibilidad vale dinero y eso es algo que tenemos muy claro en el sector privado. Sabemos que tenemos esa responsabilidad y compromiso y, por lo tanto, invertimos. Pero luego, si lo que te está retando solamente es el precio de productos que vienen de países en los que ese concepto de sostenibilidad no se aplica, esto pasa a ser una ventaja para ellos porque no llevan sus inversiones de la misma manera y pasan a ser más competitivos en los países en los que sus industriales sí lo están aplicando.
Por lo tanto, para que pueda tener ese valor desde las administraciones y desde cada uno de los que licitan los proyectos, tienen que poner más fortaleza en los criterios valorizables en esas ofertas, en términos de sostenibilidad y no solamente simbólicos para quedar bien, sino que realmente haya criterios claros, sólidos y que tengan impacto, con los que nos puedan medir a todos por igual. Esos criterios deberían basarse tanto en emisiones de CO2, como en la reciclabilidad o en la cantidad de material reciclado utilizado en los procesos de producción y en el transporte. Debería basarse en cuál es la estrategia que tiene la empresa, como la publicita y cómo realmente la cumple. Todos estos criterios, la administración debería empezar a ponerlos como los principales criterios, no solamente el precio. De esta manera el tejido industrial europeo y el sector del agua serán cada vez más profesionales, más sostenibles, más sólidos y ofrecerán una respuesta con la que se verán beneficiados todos los usuarios. Porque al final cuando el agua se transporta de una forma más segura, con menos fugas y en unas condiciones más sostenibles, es un beneficio para todos.
La nueva orientación de la empresa se materializa, entre otras muchas áreas, en el desarrollo de nuevas juntas, servicios de diagnóstico de tuberías o avances en reutilización de materiales.
Por último, ¿cuáles son las principales líneas de trabajo que marcarán la hoja de ruta de Saint-Gobain PAM en España durante los próximos meses?
Por encima de todo, es defender la marca PAM y darle más valor si cabe. La marca PAM, como he dicho, son nuestros productos. A los productos que ya fabricamos sumaremos productos que podamos comercializar por un tercero por su innovación, que puedan hacer entrada al mercado español de la mano de un equipo tan creíble como es el equipo de PAM y con una garantía de calidad detrás. Con lo cual el principal cambio está ahí, en que el mercado siga viendo a la empresa como una referencia y como un socio más que creíble.
A nivel de producto estamos muy presentes, tenemos una solidez en el abastecimiento del agua potable, aunque estamos presentes en todo el ciclo del agua. Pero realmente tenemos que volver a poner en valor muchas de las soluciones que tenemos y que durante estos años, por innovaciones que han ido surgiendo y que te hacen ser más competitivo, hemos dejado un poco a un lado, y eso pasa por volver a estar con el cliente y ponerlo en el centro de todas nuestras operaciones.













































































