El Circular Construction Summit incide en acelerar la descarbonización del sector de la construcción

Grupo Construcía organizó el pasado 29 de noviembre en La Pedrera el IV Foro de Construcción Circular. Un evento que reunió a expertos en sostenibilidad, arquitectura y urbanismo para analizar la actual coyuntura social y exponer los riesgos a los que se expone el planeta sin una rápida actuación del sector de la construcción.

Conducido por el popular meteorólogo catalán, Tomás Molina, el Foro organizado por Grupo Construcía, junto a la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), a través de su cátedra conjunta, con el apoyo de la Diputación de Barcelona y el Cradle to Cradle Products Innovation Institute (C2CPII), este evento sirvió para poner de manifiesto la importancia de una rápida transición en el sector de la construcción hacia una economía circular. Y todo apunta a que existe una manifiesta preocupación, ya que las 280 entradas disponibles se agotaron rápidamente.

Como expuso Arturo Fernández, coCEO de Grupo Construcía, “¿sabéis cuál es nuestra contribución como sector? Representamos el 10% PIB a nivel europeo, generamos 18 millones puestos de trabajo directos y una riqueza de 150 M€ anuales. Uno de los sectores que más riqueza genera en la economía. Y es para sentirse orgulloso. Pero toda situación siempre tiene 2 caras. ¿Cuáles son las consecuencias de nuestra actividad? El sector construcción consume el 50% de todos recursos naturales. Somos responsables del 50% de la presión ambiental a la que estamos sometiendo nuestros ecosistemas. Generamos el 40% de los residuos, el 37% gases de efecto invernadero a nivel global y consumos el 33% de todo el PIB. Más o menos, un 40% impacto ambiental y social. Es el momento que nos preguntemos cómo nos vamos a posicionar”.

Y haciendo una metáfora con las dos caras de una moneda, añadía que “durante mucho tiempo solo hemos visto una cara de la moneda pensando que la otra llegaría a muy largo plazo; pero los acontecimientos como el de Valencia nos han demostrado que nos hemos quedado sin tiempo. Es el momento que queremos cómo nos recuerde como sector. En Grupo Construcía lo tenemos claro, queremos que nos recuerden como el sector que acuñó una nueva moneda, que busca el beneficio como consecuencia del impacto social y medioambiental que genera nuestra actividad, no como objetivo”.

Para ello, Fernández apostaba por adoptar una actitud responsable, ya que la cuenta atrás ya ha empezado. “Hay que acelerar. Tenemos que liderar la siguiente revolución industrial del sector: la revolución circular. Existen 3 pilares de responsabilidad: obtener resultados de nuestro impacto, fomentar la colaboración basada en beneficio de todas las partes y un fortalecimiento de la innovación en procesos y en nuevos materiales”.

Ante este escenario, Thomas Van Oppens, alcalde de Leuven en Bélgica, expuso su propuesta de valor a nivel urbanístico, para convertir este municipio belga en una de las ciudades más sostenibles del planeta. Para ello, ha apostado por una ciudad más resiliente “para contribuir en la mitigación del cambio climático debemos medir cuáles son las emisiones y de dónde vienen para que se puedan aplicar en cualquier ciudad”, explicaba Van Oppens.

Una Keynote donde una de las máximas era mejorar la eficiencia energética de los edificios y una de las máximas para conseguir este propósito está en conseguir que, precisamente, estos edificios se conviertan “en banco de materiales. Así, cuando se renueva un edificio se pueden reutilizar estos materiales. La pregunta está en cómo lo conseguimos. Ante el derrumbe de un edificio se buscan soluciones que se pueden reutilizar. Empezamos en 2020 y en este tiempo hemos recuperado bastantes toneladas de materiales que hemos salvado de convertirse en residuos. Para 2030 nuestro objetivo está en alcanzar las 7.000 toneladas de material reutilizado”.

Asimismo, también expuso los cambios de uso de construcciones actuales, como una iglesia transformada en un espacio para el circo porque, además de diseñar de forma más sostenible, la clave radica en optimizar los recursos existentes.

No obstante, la valorización de estos recursos debe ser una prioridad para garantizar la calidad de estos materiales reciclados. “Necesitamos unos impuestos más restrictivos para los residuos, ya que es más barato tirar las cosas, para incorporarlo en nuestro modelo de negocio”.

En la sesión de debate posterior, a la que también se sumaron Ignasi Cubiñá (Chief Strategy and Sustainability Offer en Grupo Construcía) y Becky Gordon (Regional Sustainability Manager en Interface) se alinearon con la idea expuesta por Van Oppens, quien añadió que “hay que ser conscientes cuál es la solución más sostenible. No podemos pensar en si un edificio va a durar 100 años, porque no lo vamos a ver, pero sí si será un valor para la sociedad y el planeta. Es el legado más preciado que tenemos, para que la gente lo pueda habitar en el futuro”.

Para Becky, “la innovación es el elemento clave. Hace 15 años empezamos a probar productos en el mercado, pero no estaba suficiente maduro. La rentabilidad es clave en todo lo que hacemos, pero considerar coste-beneficio a largo plazo es importantísimo.

No solo coste energía renovable versus fósiles, sino lo que vamos a pagar en el futuro con el coste del petróleo si intentamos mitigar riesgos a largo plazo. Considerar estos factores de riesgo y no los actuales”, reconoció.

Otro de los ‘case studys’ de la jornada la protagonizó la Diputación de Barcelona quien, por medio de Eloi Juvillà, Buildings & Logistics de la organización, mostró el futuro proyecto de transformación de una antigua fábrica textil en un centro de innovación con capacidad para 800 investigadores en distintas áreas del conocimiento. El objetivo es convertir este centro en un referente europeo.

“El objetivo es aprovechar todo lo que está donde, además de ser un escaparate de innovación sea un ejemplo de recuperación de la memoria histórica y del patrimonio local”, exponía Juvillà.

Para ello, el futuro proyecto, denominado ‘La Industrial +’ constará de 3 edificios centrales para docencia e investigación, así como para alojamiento de estos científicos, que se completará con un centro de congresos, una sala principal con capacidad para 600 personas y salas secundarias. En total, serán 33.000 m2 que se abrirá a la ciudadanía con un bulevard público.

El reto es mayúsculo, ya que se incorporarán elementos para transformar una vieja construcción a las exigencias medioambientales actuales. De hecho, una de las acciones más destacadas es la incorporación de una pérgola fotovoltaica, para convertir todos los edificios de este complejo en certificados LEED y WELL y generar energías renovables. Por todo ello, la inversión supondrá un presupuesto de 120 M€ y se prevé que esté operativo entre 2030 y 2032.

Bajo el título ‘Active Carbon Management’, Núria Forcada, Chair Director UPC en Grupo Construcía, moderó la mesa junto a Mariano García, Sustainability Director en Holcim; Areti Markopoulou, Academic Directir en IAAC; y Pablo Maroto, Technidian & Marketing Director en Knauf Ibérica.

“En Holcim afrontamos el futuro con el desarrollo de morteros, cementos… de bajo impacto y también en construcción industrializada con prefabricados. Da reparo hablar de sostenibilidad porque parece que pierda ya sentido. Sector construcción tiene el reto de darle materialidad y podemos contribuir a que alcancemos el éxito”, reconocía Mariano García.

No obstante, como expuso Areti, “la forma que diseñamos limita la construcción lineal a circular. Los edificios no están diseñados para ser reutilizados sino de forma lineal, no estamos pensando conceptos como emplear edificios como bancos de materiales, recuperación material… Nos falta entender construir mejor con menos”.

A lo que Pablo Maroto añadió que “hay una pequeña confusión a nivel consumidor de lo que es la economía circular y no solo es reciclar. La trazabilidad del residuo dentro de un proceso productivo puede reaccionar positivamente al reciclaje o se puede introducir en cualquier obra como árido, aunque esto el mercado no lo está demandando”.

Además de la innovación, la tecnología como la automatización o la IA están contribuyendo a la generación de gemelos digitales, para anticipar situaciones reales antes de que sucedan y, especialmente, mejorar los procesos productivos.

“La fabricación digital, 3D, automatización en customización en masa.. nos permiten añadir propiedades a los materiales que necesitamos. Existe un avance en la fabricación digital y, en este sentido, los biomateriales crecen cada vez más. Se trata de organismos vivos que nunca habíamos pensado que nos ayudarían a crear en la construcción”, añadía Areti.

La tercera sesión ‘Digitalización y electrificación en un planeta de recursos limitados’, conducida por Anne Rademaker, puso el foco en los desafíos y oportunidades que presentan los nuevos sistemas de producción de energía y la digitalización en el contexto de las ciudades. Julia Okatz, directora de Systemiq compartió su trabajo de desarrollo de modelos urbanospositivosa través de modelospredictivosde Inteligencia Artificial (IA), para unirse luego al panel en el que la acompañaron Víctor Moure, de Schneider Electric, Manuel Valdés, de ATM, y Víctor Ferreira, de IREC.

Okatz resaltó que “satisfacer la demanda que generará la electrificación a nivel material es un desafío muy difícil de alcanzar, que no podremos asumir ni siquiera ampliando al máximo la capacidad minera. Esto sin hablar de las consecuencias que tiene a nivel social y ambiental”.

El foro también integró la perspectiva del legado histórico, en particular, del modernismo catalán con la ponencia de Mireia Freixa (Universitat de Barcelona) en la que se refirió a dos características relacionadas directamente con los principios de la economía circular: ‘la volta de maó de pla’ y el trencadis, con materiales locales, disponibles y recuperados y recuperables.

Finalmente, la jornada cerró con la sesión ‘La conexión entre construcción, salud y biodiversidad', moderada por Ana Palencia Novás, CEO de Eco Intelligent Growth (Grupo Construcía), contó con Elwyn Grainger-Jones, director del Cradle to Cradle Products Innovation Institute, quien reflexionó sobre los avances de la circularidad en los últimos años y la capacidad de la sociedad para trabajar de forma colaborativa, enviando un mensaje de esperanza a todos los asistentes.

Completaron el panel Bruno Sauer, CEO del GBCe, quien profundizó en el impacto del entorno construido sobre la biodiversidad y la salud de las personas; y Giulia Sonetti de la UPC and ISGlobal, quien habló de “suficiencia y frugalidad” durante la planificación urbana “al utilizar menos recursos y priorizar materiales locales, podemos crear estructuras regenerativas bajas en carbono que fortalezcan dicha comunidad y mejoren la salud de las personas en lugar de explotarla”, concluyó Sonetti.

Como parte del evento, la Cátedra UPC-Grupo Construcía entregó premios a los mejores trabajos de fin de grado y máster relacionados con la economía circular en la construcción, sostenibilidad, tecnología e innovación, subrayando el papel de las nuevas generaciones en la transformación del sector. El ganador del mejor Trabajo de fin de grado fue para el estudiante Joan Ribera, por su trabajo sobre la mejora de plantas de reciclaje de residuos de construcción y demolición: estrategias para una gestión eficiente y sostenible. Mientras que el mejor Trabajo de fin de máster fue de Yinglong Wu, quien desarrolló un modelo predictivo basado en ‘machine learning’ para diseñar pavimentos de concreto sostenible para el cambio climático.