Rehabilitar para reducir el coste energético
17 de septiembre de 2010
La inexistencia de un Código Técnico de Edificación antes de 1979 ha provocado que en España tengamos un parque de viviendas antiguo, es decir, que una gran parte de las edificaciones ya construidas carecen de un buen aislamiento térmico en las fachadas y en las cubiertas, repercutiendo así en un alto consumo energético.
En Europa existe un gran potencial de mejora en eficiencia energética de edificios debido a que estos consumen más de un 40% del total de la energía utilizada. En diciembre de 2008, los líderes europeos acordaron un paquete de medidas para reducir las emisiones contaminantes en un 20% comparado con el 1990, incrementando las energías renovables a un 20% de la producción total de energía, y reduciendo en un 20% el consumo de energía con una mejora de la eficiencia para el año 2020. Para dar una perspectiva global, varios países de Europa, como Francia, Alemania o Reino Unido, ya se han adelantado a estos propósitos y se están focalizando rápidamente hacia una estrategia de “edificios de muy bajo gasto energético”. En la práctica esto significa empezar a construir viviendas de confort óptimo y que no necesiten sistemas de calefacción o aire acondicionado, lo cual ya es una realidad en muchas ciudades europeas.
En nuestro país, la actual normativa térmica (CTE DB-HE 1), con respecto a los valores limite de transmitancia térmica U para cubiertas, y en especial para fachadas, está muy por debajo de los valores óptimos económicos presentados en el informe Eurima. Con estos puntos en mente, y si los comparamos con los requisitos actuales del Código Técnico, podemos concluir que las exigencias de aislamiento y rehabilitación en España necesitan mejorarse exponencialmente, tal y como se ha demostrado en el estudio Eurima Ecofys VII (www.eurima.org).
En Knauf Insulation, creemos que el aislamiento térmico, por su capacidad de ahorro energético, y consecuentemente económico, puede considerarse una inversión rentable a corto, medio y largo plazo. La incorporación de aislamiento en la rehabilitación de fachadas, suelos y cubiertas, dota al edificio de una envolvente térmica que disminuye la pérdida de calor en invierno y la ganancia en verano, reduciendo en consecuencia el gasto energético correspondiente a calefacción y refrigeración.