Visita a la Fabrica de Polini Motori
El pasado mes de octubre estuvimos en la fábrica de Polini Motori en Alzano Lombardo, a pocos kilómetros de Bérgamo. Aunque el mundo del motor la identifica por sus componentes para scooters y motocicletas, la empresa nació en 1945 como un humilde taller de bicicletas fundado por Battista Polini. Ocho décadas después, y tras tres generaciones, la marca ha regresado a sus raíces… pero con tecnología de vanguardia y una visión estratégica plenamente orientada a la movilidad eléctrica.
En 2016, Polini decidió entrar en el sector de las e-bikes con una inversión superior a dos millones de euros y un objetivo ambicioso: crear un motor propio, totalmente italiano, capaz de transportar su ADN competitivo al ciclismo moderno. Así nació el Polini E-P3, cuyo sucesor, el E-P3+, se ha convertido en uno de los sistemas más valorados por marcas y ciclistas profesionales.
Durante la visita realizada a la fábrica, impresionan el nivel de integración industrial y la obsesión por el control interno de cada etapa. Actualmente, el 90–95% del proceso productivo del E-P3+ se realiza en Italia, desde el diseño y la ingeniería hasta la mecanización, la electrónica, la fabricación de carcasas y engranajes, y el ensamblaje final.
Solo algunos componentes —como baterías y ciertos displays— provienen del exterior, ya que en Italia no existe producción industrial de esas piezas. Todo lo demás nace, se prueba y se ensambla en Alzano Lombardo.
La planta cuenta con maquinaria propia para estampar, mecanizar y validar cada pieza antes de integrarse en el motor. “Queríamos que el motor fuera realmente nuestro”, explica Saimon, responsable técnico. “No un conjunto de piezas externas, sino un producto Polini en todos los sentidos”.
Polini dispone actualmente de dos líneas de montaje específicamente dedicadas a la división e-bike, con la capacidad de añadir más si la demanda lo requiere. La filosofía es clara: flexibilidad y control total.
En esta misma fábrica se desarrollan también todos los prototipos, lo que permite testear, controlar, corregir y mejorar cada componente sin depender de proveedores externos.
El origen del motor eléctrico de Polini fue casi anecdótico. Una de las primeras city bikes eléctricas que llegó a Polini Ricambi, la tienda de Bérgamo, acabó desmontada por completo en el departamento técnico. La curiosidad típica del mundo de la competición —donde Polini es un referente histórico— impulsó a los ingenieros a estudiar la bici como lo harían con un motor de carreras.
Tras meses de pruebas y análisis, identificaron el gran vacío del mercado: la bicicleta de carretera, donde peso, compacidad y una entrega natural de potencia eran claves.
Con esa premisa nació el E-P3+, un sistema compacto, potente, con una marcada herencia Racing y adaptado a las necesidades del mercado. El E-P3+ es la expresión de una cultura industrial basada en el conocimiento, la precisión y la pasión por la mecánica. Un motor 100% italiano, nacido en una fábrica que combina tradición, ingeniería y una apuesta firme por la movilidad del futuro.
Una parte fundamental del motor es su electrónica, desarrollada con detalle casi obsesivo. A través de la avanzada app de Polini el usuario puede configurarlo todo. Desde ajustar configuraciones de asistencia (3 programas de origen + 2 programables). Activar o desactivar el motor, o modificar la entrega de potencia. Conducir incluso sin display, utilizando el smartphone conectado por Bluetooth. Consultar diagnósticos y parámetros en tiempo real. Esta combinación de hardware propio y software flexible es uno de los elementos que más diferencian a Polini frente a otros fabricantes europeos.
En Polini el servicio es tan importante como el producto. La empresa mantiene en fábrica un gran stock de motores y componentes para poder dar respuesta inmediata tanto a fabricantes como a tiendas. Incluso hoy siguen ofreciendo recambios para sus primeros motores lanzados hace ocho años, algo inusual en el sector y que, según la compañía, contribuye a que las bicicletas de segunda mano con motor Polini mantengan un valor estable. Los motores incluyen un año de garantía y Polini recomienda revisiones periódicas en tres niveles para garantizar su máximo rendimiento.
Otro pilar clave del servicio es la formación. La marca organiza numerosos cursos para fabricantes y tiendas, asegurando que quienes trabajan con sus motores entienden a fondo el producto, su montaje, su mantenimiento y su electrónica.
La calidad industrial es uno de los orgullos de Polini. La empresa dispone de cuatro bancos de pruebas, donde cada motor producido es testeado individualmente. El proceso incluye un test de cuatro minutos en el que se verifican: velocidad y marchas, comportamiento en diferentes niveles de asistencia, valores del tacómetro, respuesta del motor hasta 110 RPM. Este test sirve además como primer rodaje del motor.
Todas las piezas están codificadas, al igual que los motores completos, garantizando una trazabilidad total ante incidencias o averías. Además, cada componente pasa por un estricto control electrónico de medidas, cuotas y grosores.
La historia de Polini está profundamente ligada a la competición, y el mundo e-bike no es una excepción. La marca compite en el Mundial de E-Bike FMI con victorias en diferentes categorías.
Además, Polini es patrocinador oficial del Giro-E, donde suministra 60 e-bikes para los jueces de la carrera junto a Toyota, que completaron todas las etapas sin una sola incidencia técnica. Aparte participaron más de 80 bicicletas equipadas con motores E-P3+ EVO y GP, integradas en marcas italianas de renombre (CIOCC, De Rosa, Olmo, Olympia…). Subidas interminables, lluvia, calor y tramos técnicos sirvieron como laboratorio perfecto para demostrar durabilidad, potencia y fiabilidad.
En definitiva, la visita a Polini Motori fue realmente interesante para mí, como gran aficionado a las motos que también soy tenía mucha curiosidad por conocer al fabrica, pero a la división de motores E-Bike realmente me impresionó: la compañía ha sabido trasladar décadas de experiencia en motores de altas prestaciones al universo e-bike con un enfoque serio, técnico y profundamente competitivo.
