Nuevas tendencias e innovación en el mundo de la ventana y el cerramiento

En el reciente II Congreso de la Ventana, la Fachada y la Protección Solar, organizado por Asefave y celebrado los días 13 y 14 de noviembre, en Madrid, se analizaron cuáles eran las nuevas tendencias y las más recientes innovaciones que han llegado al sector de la ventana y la fachada. Desde la irrupción de la inteligencia artificial, a la construcción industrializada o los riesgos de incendio que pueden afectar a las nuevas configuraciones de fachada, esta área temática congregó gran interés entre todos los asistentes a lo largo de las dos jornadas del congreso.

Abel Campos, presidente de la Asociación Nacional de Transformación Digital (Antal), expuso en su ponencia ‘Inteligencia artificial para el sector construcción’ en qué situación se encuentra el sector de la construcción en cuanto a la incorporación de tecnologías digitales, en concreto, tras la irrupción de la inteligencia artificial (IA). Según Campos, “existe una brecha digital” que afecta a las empresas del sector, ya que se las nuevas tecnologías se van incorporando a la actividad industrial, pero no se acaban de implementar en su totalidad debido a la falta de tiempo para incorporarlos y a causa de resistencia interna. “Se trata de un cambio cultural para las empresas y la mejor fórmula para disipar las dudas y temores que genera es la formación continua. Para crear una cultura digital, las personas deben estar en el centro de los objetivos”.

Abel Campos, presidente de la Asociación Nacional de Transformación Digital (Antal).

El presidente de Antal afirmó que la formación en AI es una mejora para todos los equipos de la empresa y sus proveedores: “Todos ganan: desde los directivos, que pueden tener un mejor conocimiento y en tiempo real de los costes, hasta los empleados, que podrán evitar tareas repetitivas para concentrarse en trabajos de mayor valor añadido”.

Para ayudar a las empresas interesadas en cómo aplicar la IA en sus procesos, la asociación ha creado el Laboratorio Antal, un entorno de experimentación donde las empresas pueden aplicar la IA de manera práctica, medible y con mínimo riesgo. Asefave y Antal han establecido un convenio mediante el cual las empresas asociadas pueden acceder a diagnósticos, formación y planes piloto iniciales con acompañamiento experto. “La IA no es el fin, sino el medio para rediseñar cómo pensamos y trabajamos”, concluyó Abel Campos.

Dentro del apartado dedicado a innovaciones, se presentaron nuevas soluciones y cómo, en ocasiones, estas van más allá de las normativas vigentes, con lo que es necesario desarrollar ensayos que garanticen el funcionamiento seguro en su aplicación real.

En su ponencia ‘Transformando el diseño: Cerramientos de aluminio con adhesión estructural sobre poliamida’, Xavier Ortuzar, responsable de I+D de Technoform, expuso una innovación que introduce un cambio relevante en el diseño y la prestación de los sistemas de aluminio con rotura de puente térmico. La clave técnica reside en el tratamiento Adhesion Prime, que permite la adhesión estructural directa sobre poliamida mediante la incrustación de partículas de alúmina, dotando a este material de una superficie apta para siliconas estructurales sin comprometer su capacidad aislante. Esta solución elimina imprimaciones adicionales y amplía las posibilidades de diseño.

Entre sus principales ventajas figura la unión entre acristalamiento y poliamida, que permite una mayor continuidad en el aislamiento, reduciendo puentes térmicos y desplazando la condensación hacia la cavidad de drenaje. Otros beneficios son la reducción de puentes térmicos y condensaciones, la simplificación constructiva y la disminución de peso y componentes. Aplicada a ventanas de hoja oculta, correderas minimalistas y muros cortina, la tecnología demuestra mejoras en transmitancia, rigidez y durabilidad.

En el caso de nuevas soluciones que superan las normativas vigentes, Laura Saldaña, del Departamento Técnico de Alucoil presentó la ponencia ‘Desarrollo de metodología para evaluar la respuesta de un sistema de parasoles frente a cargas de viento’, sobre el sistema de parasoles de fachada basado en paneles larcore de aluminio con núcleo de nido de abeja. Aprovechando su ligereza, rigidez y versatilidad geométrica, Alucoil diseñó estos parasoles, con lamas en voladizo o biapoyadas y configuraciones verticales u horizontales de hasta 900 mm de fondo.

La principal aportación de la ponencia residió en la metodología desarrollada para evaluar su comportamiento frente al viento, ante la ausencia de normativa específica. Los estudios demostraron que las cargas reales pueden diferir hasta un 50% —e incluso más del 90%— respecto a los cálculos convencionales de fachada, según la normativa vigente, además de alterar las acciones sobre el propio cerramiento.

Saldaña subrayó la necesidad de análisis específicos para garantizar un dimensionamiento seguro y una integración fiable de los parasoles en fachada.

Otra ponencia que cuestionaba los límites marcados por regulaciones vigentes fue ‘De la regla geométrica a la calidad lumínica basada en prestaciones’, un trabajo de Jorge Otaegui de Arce e Íñigo Rodríguez de Vidal, del Departamento de Arquitectura de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que fue presentada por el primero. En la ponencia se analizaron las limitaciones de los actuales códigos de habitabilidad, todavía basados en proporciones fijas entre ventana y superficie útil, que no garantizan una correcta iluminación natural. A través de simulaciones, Otaegui mostró cómo estancias aparentemente equivalentes pueden ofrecer resultados lumínicos muy dispares según su profundidad, orientación, protecciones solares o el tipo de vidrio.

Frente a este enfoque estático, el ponente defendió la transición hacia modelos prestacionales, alineados con la norma EN 17037, que evalúa niveles reales de iluminación, uniformidad y autonomía lumínica. Asimismo, subrayó la necesidad de “actualizar la normativa para mejorar la calidad de los espacios interiores, ofreciendo a la vez mayor libertad y rigor técnico en el diseño arquitectónico”.

La construcción industrializada también se asomó al Congreso de Asefave, como una de las tendencias al alza en el ámbito de la construcción. En su ponencia ‘La prefabricación modular: oportunidades, retos y perspectivas para el sector de la construcción’, Fernando Corona, responsable de Trespa Iberia, analizó el potencial de la construcción modular como respuesta a dos desafíos clave del sector: la falta de mano de obra cualificada y la creciente exigencia en sostenibilidad.

Corona destacó que la prefabricación permite reducir plazos, mejorar el control de calidad y trasladar al proceso constructivo una lógica industrial más eficiente y predecible. En este contexto, la fachada ventilada —y las soluciones de revestimiento de Trespa— se posicionan como el cerramiento exterior más coherente para sistemas industrializados, frente a soluciones húmedas que comprometen la eficiencia global.

Para finalizar su intervención, indicó que el éxito de la prefabricación no depende solo del producto, “sino de la formación, la colaboración entre agentes y una correcta implementación, defendiendo un modelo constructivo más sostenible, industrializado y orientado al largo plazo”.

Jacobo P. Campomanes, Director Asociado de Proyectos Internacionales de Enar Envolventes Arquitectónicos, expuso un caso de éxito en renovación de fachadas, en este caso el de la rehabilitación integral de la Fachada del Edificio Banco Atlántico, en Barcelona, que hoy acoge la sede del Banco de Sabadell.

Este edificio icónico, en la confluencia de la Avinguda Diagonal y la Calle Balmes, se caracteriza por su esbelta fachada, orientada a Este y a Oeste. En el proceso de rehabilitación se optó por no alterar la estética de este edificio de los arquitectos Francesc Mitjans y Santiago Balcells, construido entre 1965 y 1969. En 2022, el estudio Batlle i Roig se encargó de la rehabilitación de la fachada y de los interiores. El objetivo de la rehabilitación era mejorar las prestaciones de la envolvente y preservar la imagen de éstas, protegidas por Patrimonio.

Campomanes explicó que se hizo una visita al edificio para examinar el estado de conservación de los elementos originales y se comprobó que, aunque los sellantes no estaban en buen estado, los anclajes y la perfilería de aluminio sí lo estaban. Esto permitió mantener parte de la fachada existente e instalar dobles acristalamientos, para conseguir una U que cumpliera con los requisitos exigidos.

Otro de los retos de la rehabilitación fue que parte de las plantas estuvieron ocupadas mientras se realizaba la obra.

Según afirmó el ponente, los datos proporcionados por la propiedad después de un año de terminadas las obras fueron muy buenos en cuanto a sostenibilidad y eficiencia.

En los últimos años se han producido varios incidentes graves con incendios de edificios en los que los sistemas de fachada han tenido un desafortunado protagonismo al actuar como propagadores de las llamas. El incendio de la Torre Grenfell en Londres, en 2017, o el más cercano del edificio en el barrio valenciano del Campanar, en 2024, han sido ejemplos de ello. En el congreso de Asefave se presentaron dos ponencias que, desde distintos enfoques, abordaron este problema.

En ‘El fuego en las fachadas ligeras. Riesgos asociados a las nuevas configuraciones’, Xavier Ferrés, director de Ferrés Arquitectos y Consultores, planteó una reflexión crítica sobre la creciente complejidad de las fachadas contemporáneas y su relación con el riesgo de incendio, en un contexto marcado por la falta de una normativa específica y armonizada.

Ferrés advirtió que la incorporación masiva de nuevos materiales, sistemas y capas funcionales —fachadas ventiladas, dobles pieles, SATE, paneles fotovoltaicos, elementos vegetales o composites— responde a criterios energéticos, de confort y sostenibilidad, pero incrementa de forma significativa la carga y la criticidad del fuego. “Que no haya antecedentes no significa que no pueda ocurrir”, recordó, citando incendios emblemáticos como el mencionado Grenfell para subrayar que el riesgo suele infravalorarse hasta que se materializa.

El ponente explicó los mecanismos de propagación vertical y horizontal del fuego en fachada, destacando fenómenos como el efecto Coanda, el papel del canal de aire en sistemas ventilados y las discontinuidades entre forjados y cerramientos. Asimismo, analizó cómo elementos aparentemente secundarios —aislamientos, sellados, persianas, instalaciones eléctricas o vegetación— pueden multiplicar el riesgo cuando actúan de forma conjunta.

Como conclusión, Ferrés defendió una visión global del diseño, basada en el conocimiento, el criterio técnico y la evaluación crítica desde las primeras fases del proyecto. “El fuego -afirmó- debe asumirse como un condicionante estructural del diseño de fachada, no como una verificación final”, para integrar a todos los agentes y anticipar escenarios reales de uso y comportamiento en servicio.

La otra ponencia que trató este tema fue la que llevaba por título ‘Herramientas de simulación de incendio aplicadas al diseño de fachadas’, a cargo de Mercedes Lago, responsable de proyectos y de desarrollo de negocio de Efectis en España, quien puso el foco en el valor de la modelización avanzada como apoyo al diseño seguro de envolventes arquitectónicas.

Lago explicó que las herramientas de simulación permiten reproducir virtualmente la evolución de un incendio en el tiempo, evaluar las acciones térmicas reales que afectan a la fachada y anticipar su comportamiento en escenarios mucho más severos que los contemplados en los ensayos reglamentarios de reacción al fuego. Frente a los límites de los ensayos a pequeña escala, defendió el uso combinado de ensayos experimentales y simulación para diseñar sistemas de fachada, definir pruebas específicas para edificios singulares y ampliar el campo de aplicación de los resultados obtenidos.

A partir de casos reales —fachadas de madera, torres de gran altura, SATE, paneles fotovoltaicos y el análisis forense de incendios como Grenfell—, la ponente concluyó que la simulación, bien utilizada y alimentada con datos fiables, es una herramienta clave para integrar el riesgo de incendio desde las primeras fases del proyecto. “No elimina el riesgo, pero sí permite reducir de forma significativa sus consecuencias”, subrayó.