La prefabricación modular: oportunidades, retos y perspectivas para el sector de la construcción

Hoy, dos factores clave están impulsando una creciente atención hacia la prefabricación: la escasez de mano de obra especializada y la creciente exigencia de sostenibilidad. Este contexto está generando una auténtica ‘lluvia’ de soluciones en el ámbito de la prefabricación modular, y para los fabricantes de revestimientos —como es nuestro caso—, se abren nuevas oportunidades competitivas. Pero también surgen muchas incógnitas que queremos abordar durante esta presentación.

Uno de los grandes consensos en el sector es que un material de calidad solo puede destacar si es instalado por manos expertas. La formación continua y especializada en la instalación de materiales constructivos no es opcional: es una necesidad. Pero nos preguntamos, ¿está el sector verdaderamente alineado con esta visión? ¿Valora la formación como un pilar esencial para garantizar la calidad de los proyectos?

Por otro lado, la sostenibilidad ha dejado de ser un mero ejercicio de marketing (‘greenwashing’) en el norte de Europa. Hoy se ha convertido en un motor real de innovación y competitividad. En cambio, en la construcción tradicional de otros mercados, sigue siendo un aspecto secundario en la mayoría de los casos.

Aquí es donde la prefabricación modular puede ofrecer respuestas concretas. Esta metodología no solo permite un mayor control sobre los costes, sino que introduce una lógica industrial en el proceso constructivo: planificación precisa, control de calidad en entornos controlados, y reducción de errores e imprevistos en obra.

En un contexto de industrialización creciente en el sector de la edificación, donde sistemas como entramados de madera o steel frame adoptan lógicas de cadena de montaje, la fachada ventilada se presenta como la solución más coherente y eficiente para el cerramiento exterior. Terminar un sistema prefabricado con soluciones húmedas rompe esa secuencia industrial por un simple criterio de coste inicial, pero conlleva importantes repercusiones económicas, técnicas y de mantenimiento a medio y largo plazo.

Como fabricante, para Trespa el camino está claro: debemos liderar, formar y colaborar. Pero también debemos ser conscientes de que estamos en un momento de cambio profundo, donde no basta con tener un buen producto. Hay que asegurar su correcta implementación, defender su impacto ambiental y trabajar en red para que cada actor del proceso —desde el proyectista hasta el instalador— tenga las herramientas, el conocimiento y la visión necesarios.

Rehabilitación del edificio de una empresa financiera en Andorra.