Industria con alma: cómo humanizar el sector de la carpintería de aluminio para atraer talento
Uno de los grandes retos actuales del sector es la escasez de mano de obra cualificada. A pesar de ofrecer condiciones laborales estables y salarios competitivos, muchas fábricas siguen sin ser vistas como entornos atractivos para las nuevas generaciones. Esta situación exige una transformación no solo operativa, sino también cultural y comunicativa.
La clave está en humanizar la industria. Esto implica integrar valores como la diversidad, la inclusión y el desarrollo personal en el día a día de las empresas. En el caso de Anudal, el 20% de la plantilla está formada por personas con discapacidad, y la mujer está presente tanto en los procesos productivos como en los puestos de dirección. Además, colaboramos activamente con universidades y centros de formación profesional, apostando por la formación dual como vía para incorporar talento joven con perspectiva de futuro.
Otro aspecto fundamental es la digitalización inteligente. La incorporación de tecnologías como la impresión 3D, la automatización de procesos y el análisis de datos no solo mejora la eficiencia, sino que también genera entornos de trabajo más dinámicos y atractivos. Esta transformación está alineada con los principios de la Industria 4.0, que promueve la integración de tecnologías digitales en los procesos productivos para lograr fábricas más inteligentes, conectadas y adaptables. Avanzar hacia este modelo no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también contribuye a crear entornos laborales más atractivos para el talento joven y cualificado.
La industria de la carpintería de aluminio, en particular, se encuentra en un momento de evolución. La competencia con otros materiales como el PVC, la creciente demanda de soluciones sostenibles y la necesidad de adaptarse a normativas cambiantes exigen empresas ágiles y con visión. En este contexto, atraer y retener talento se convierte en una ventaja competitiva clave.
Humanizar la industria no es una tendencia pasajera, sino una estrategia de futuro. Comunicar mejor los beneficios de trabajar en el sector, mostrar casos reales de inclusión y apostar por la formación continua son pasos esenciales para construir fábricas con alma. Porque detrás de cada escuadra, rodamiento o perfil de aluminio, hay personas que hacen posible esta transformación.





















































































