La asociación Hispalyt presenta los resultados del sector y expone los principales desafíos del sector

La Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, Hispalyt, ha presentado el balance del sector de cerámica estructural correspondiente a 2024, que cerró con 130 empresas activas, una producción de 5,45 millones de toneladas y un volumen de negocio de 719 millones de euros. El empleo ha crecido el último año un 1,8%, llegando a los 4.877 trabajadores. En la presentación se aprovechó para exponer las principales reivindicaciones del sector para afrontar los desafíos del futuro.

Francisco Rodríguez, vicepresidente de Hispalyt, presentó las cifras del sector en 2024 que se caracterizan por un crecimiento sostenido que es valorado de forma positiva, asegurando que el sector afronta el futuro con optimismo. “A la vista de estos datos podemos decir que contamos con un sector consolidado, eficiente y generador de valor económico y social. La estabilidad empresarial, el crecimiento acumulado en producción, negocio y empleo posicionan al sector como un referente de resiliencia, competitividad y progreso continúo. En esta línea continuaremos trabajando para afrontar el futuro con garantías”, indicó.

Rodríguez indicó asimismo que las exportaciones del sector alcanzaron los 92 millones de euros, un 90% más que hace una década, consolidando a España como segundo exportador europeo y cuarto en volumen global. Francia, Reino Unido, EEUU, Australia, y Nueva Zelanda son los destinos principales de las ventas fuera de nuestras fronteras y por línea de producto, el 80% es el de ladrillos. Destacar que la exportación representa el 12-14% en valor de lo que se produce.

Si bien las previsiones para el sector de la construcción muestran un crecimiento moderadamente optimista, con estimaciones de hasta un 4% para 2025, y un 2,7% para 2026, Francisco Rodríguez señaló, “estas cifras resultan del todo insuficientes para afrontar el profundo déficit de vivienda existente en el país, que se estima en torno a las 600.000 unidades entre los años 2022 y 2025 por lo que hay una necesidad brutal, que debe activarnos y tomar soluciones. El sector de la construcción está preparado y el cerámico también”.

Rodríguez indicó que el origen de este problema es de oferta y de escasez de suelo que hace que no se hagan desarrollos. Además, hay embudo en licencias y solo el 16% del precio total de la vivienda corresponde al coste de construcción (mano de obra y materiales -57%). “El problema no es la construcción. Apostamos por la liberalización de suelo, la agilización de trámites y desbloquear la Ley del Suelo”, indicó. El proceso de transformación del suelo es excesivamente lento, como ha explicado Rodríguez, se requieren 10 años para pasar de suelo rústico a urbanizable, 3 años para ejecutar los proyectos de urbanización, 1 año para tramitar licencias y 2 años para la construcción. Este ciclo ha impedido la generación de nuevo suelo urbanizable al ritmo que se requiere. Además, señaló como preocupante la casi total desaparición de la vivienda pública desde entonces.

Desde Hispalyt se propone una hoja de ruta clara, “liberar más suelo urbanizable, agilizar los trámites urbanísticos”. Solo así será posible responder a la demanda creciente de vivienda y evitar que el déficit estructural siga aumentando”.

El sector reitera su compromiso con la sostenibilidad, destacando sus avances en soluciones constructivas industrializadas, la implementación de tecnologías como objetos BIM y la actualización de certificaciones ambientales.

Para Rodríguez no hay nada más sostenible que un producto duradero como los ladrillos y las tejas, intensivo en energía, aunque hoy por hoy se produce con gas. “Creemos en el ladrillo como producto duradero y seguro. En descarbonización se necesitan elementos que no se disponen para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones del 62 %. Se avanza en electrificación (pero no están preparadas las redes), se precisa biogás e hidrógeno verde pero no están disponibles”. Así mismo defendió apoyar la cogeneración como generación distribuida que da inercia al sistema ahora que se habla de las energías de respaldo.

Aunque no se vea como la panacea, desde Hispalyt se apoya y se trabaja en la construcción industrializada. Se reivindica el papel del ladrillo cerámico en el PERTE presentado recientemente. Rodríguez, señaló que el sector está preparado para la construcción industrializada y ofrece soluciones para ello.

El empleo en el sector de las tejas y ladrillos creció un 1,8%, alcanzando los 4.877 trabajadores, con un alza acumulada del 35% en la última década. Pero existe un evidente problema de mano de obra por el envejecimiento de las plantillas y la falta de relevo generacional que amenazan la continuidad de oficios como el de albañil. En ese sentido la secretaria general de Hispalyt, Elena Santiago, expuso que se han emprendido campañas piloto en Galicia y Comunidad Valenciana (que se quiere extender al resto por su buena acogida) como www.trabajaenalbanileria.es

Por último, Santiago ante la revisión que se está llevando a cabo del Código Técnico de la Edificación (CTE) en materia de seguridad contra incendios (DB SI) y acústica (DB HR), mostró que existe una oportunidad para reforzar la calidad de la edificación. Hispalyt respalda el endurecimiento normativo y defiende la garantía que los materiales y sistemas cerámicos ofrecen en este sentido, tanto en la seguridad contra el fuego, como en el aislamiento acústico. Mientras se desarrollan los cambios normativos, el sector de ladrillos y tejas propone trabajar con las administraciones locales para reforzar las inspecciones técnicas de edificios y plantea la incorporación de auditorías sobre la combustibilidad de materiales y otras condiciones de seguridad.