Risi impulsa su apuesta por la sostenibilidad con una instalación fotovoltaica

Esta instalación puede suponer a la organización un ahorro de entre 90.000 y 100.000 euros anuales en electricidad

Con la construcción de esta solución renovable de 1.145,34 kWp, con más de 3.600 paneles solares en la cubierta de sus instalaciones en Daganzo (Madrid), Risi, compañía especializada en la fabricación de snaks y aperitivos, evitará la emisión de aproximadamente 520 toneladas/año de C0₂ a la atmósfera y les permitirá ahorrarse unos 100.000 euros anuales en el precio de la luz.

Con casi 50 años de historia a sus espaldas, Risi es una de las principales empresas españolas especializadas en la fabricación de snacks y aperitivos. Desde sus inicios siempre ha sido una compañía concienciada con la sostenibilidad ambiental. De hecho, actualmente cuentan con la certificación ISO 14.001 y todos sus procedimientos y protocolos están adaptados al cumplimiento de estrictas normas de cuidado del medio ambiente.

Como parte de ese compromiso, la empresa llevaba tiempo valorando la incorporación de energías renovables a sus procesos productivos. En palabras de José Luis Arjona, director industrial de Risi, "la conservación del medio ambiente es un reto global en el que el papel de las empresas es clave. En Risi apostamos por el desarrollo sostenible y hemos querido aportar nuestro granito de arena con el uso de una energía 'sana' para el ecosistema, una energía inagotable y no contaminante que ayuda en la lucha contra el cambio climático». En concreto, su estrategia pasaba por la instalación de paneles fotovoltaicos que redujeran el consumo energético de la planta de producción que RISI tiene en la localidad madrileña de Daganzo. "Tras años de confusión en los incentivos y los rendimientos reales de estas tecnologías, tomamos la decisión de realizar una inversión de estas características», explica el directivo.

Con esa idea en mente, la empresa comenzó durante el año 2018 a desarrollar un estudio de viabilidad del proyecto (configuración, beneficios, implicaciones...), el cual desembocó en la elección de un proveedor en mayo de 2019. "Sabíamos que la tecnología era muy similar en todos ellos. Que nos convenciera uno u otro consistía más bien en un tema de solvencia, de calidad de los estudios y de su perfil humano y técnico", reconoce Arjona.

Tras evaluar varias opciones, la empresa se decantó por Prosolia Energy, empresa española especialista en la gestión, construcción y mantenimiento de instalaciones solares, con presencia en países como Francia, Portugal e Italia. "Consideramos que reunía las mejores condiciones de solvencia técnica, seguridad en el proyecto y ejecución", añade Arjona.

Así pues, tras conseguir los permisos legales pertinentes, el proceso de instalación comenzó en diciembre de 2019 y se demoró hasta junio de 2020. Ahora bien, según explica Daniel Boix, project manager del proyecto en Prosolia Energy, "como consecuencia de la pandemia del COVID-19, y siguiendo las normas establecidas por los organismos competentes, tuvimos que parar la obra durante seis semanas. Por tanto, el tiempo de ejecución real de la instalación fue de cuatro meses", afirma.

En total, se han instalado 3.636 paneles fotovoltaicos del fabricante Longi Solar, con una potencia de 315 Wp y un rendimiento de un 19% por panel, "obteniendo en su totalidad una potencia instalada de 1.145,34 kW", puntualiza Arjona, quien añade: "Este valor está por encima de nuestros consumos actuales, por lo que la instalación está preparada para asumir los incrementos de demanda que requiera nuestro negocio en el futuro". Además, la instalación de los paneles se ha realizado para obtener el mayor rendimiento posible, tal y como explica Boix: "Los paneles están fijados a la estructura de la cubierta de la nave mediante anclajes a través de un sistema de soporte y fijación, dispuestos con una inclinación y orientación igual a las de la cubierta".

Junto a ello, y para poder usar la energía generada por los paneles fotovoltaicos, se han utilizado unos inversores, que convierten la energía generada por los paneles en corriente continua, a corriente alterna. Y además adaptan el voltaje para que pueda ser utilizado por las instalaciones de RISI.

Los paneles están fijados a la estructura de la cubierta de la nave mediante anclajes a través de un sistema de soporte y fijación, dispuestos con una inclinación y orientación igual a las de la cubierta.

La implementación de los paneles fotovoltaicos va a traer una serie de ventajas importantes a la planta de producción en Daganzo. En primer lugar, tal y como menciona Boix, "con el 75% de la energía que se genera ya se cubre todo lo que consume Risi. La energía sobrante se vierte a la red en forma de energía eléctrica y se vende a precio pool eléctrico". Todo ello, a juicio de este directivo, puede suponer a la organización "un ahorro de entre 90.000 y 100.000 euros anuales en el precio de la luz".

Por todo ello, Arjona calcula que el periodo de amortización de la inversión realizada en este proyecto (860.000 euros) se verá amortizada en unos siete años. "Si tenemos en cuenta que el funcionamiento normal de estas instalaciones es de unos treinta años, se pueden comprobar las ventajas que esto supone. Eso no quita, por supuesto, que al principio haya que hacer una apuesta financiera importante para ponerlo en marcha", confirma Arjona, quien, por otro lado, se muestra muy satisfecho por el trabajo realizado por Prosolia Energy. "Cuentan con un equipo humano y técnico potente y nos ayudaron a diseñar la mejor instalación posible. Además, durante el proceso de implementación, la relación fue fácil, fluida y no tuvimos problemas para ponernos de acuerdo para que el proyecto se ejecutara en los plazos previstos", asegura.

Los beneficios no solo llegan desde el punto de vista económico, sino también medioambiental. Y es que, según Boix, "con esta solución renovable Risi mejorará sus parámetros de sostenibilidad, evitando la emisión de 519.250 kg por año de CO₂ a la atmósfera".

Todas estas ventajas ya han empezado a comprobarlas en la empresa tras unos meses con los paneles solares en marcha. "Hasta el momento, nuestra valoración está siendo muy positiva. En los meses de verano, que tenemos mucho sol, la generación es potente y estamos contentos con los resultados que están dando", manifiesta Arjona. Este, por tanto, es el primer paso para, en el futuro, dotar también a las otras plantas de producción que la compañía tiene en España (Loeches, en Madrid; y Marchena, en Sevilla) de instalaciones solares similares. "Si, como creemos, se demuestran las bondades de esta instalación, se extenderá al resto", confirma el directivo de Risi.

Toda esta estrategia se circunscribe en un proyecto empresarial mucho mayor en el que el objetivo de la empresa es ir incorporando tecnologías limpias y sostenibles, no solo en el campo de las energías renovables. “En Risi no queremos quedarnos solo con el presente, sino mantener nuestro compromiso con el medio ambiente a futuro. Es ese compromiso el que nos impulsa a seguir trabajando enfocados a contribuir en la conservación del medio natural y presevar el entorno”, afirma Arjona, quien añade: "Por estos motivos, también estamos enfocados en el propio ahorro energético, el uso de recursos, la gestión de residuos y el consumo eficiente con otras inversiones de mejora de tecnología en todos los ámbitos de nuestro negocio", concluye.