Campo Viejo obtiene la certificación Aenor de su huella de carbono, coincidiendo con el X Aniversario de su bodega
4 de noviembre de 2011
Coincidiendo con el X Aniversario de su bodega, Campo Viejo ha visto reconocidos sus esfuerzos en materia de sostenibilidad y respeto medioambiental. En primer lugar, acaba de obtener la certificación de su huella de carbono, de manos de Aenor, conforme a la Norma ISO 14064. En segundo lugar, ha sido premiada con el 'Best Of' en prácticas sostenibles de turismo vitivinícola.
La obtención de la certificación de la huella de carbono, que concede la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), ha significado para Campo Viejo el reconocimiento de años de respeto y cuidado de su entorno. Un esfuerzo plasmado en su programa 'Campo Viejo: Medioambiente y Sostenibilidad' iniciado hace 10 años con el diseño y la construcción de la bodega actual, a manos de Elena Adell y Fernando Pozo, al frente del equipo enológico y de producción de Campo Viejo, respectivamente, y el arquitecto Ignacio Quemada. Entre los tres, formaron un equipo que en su momento aunó funcionalidad y estética en la concepción de estas instalaciones.
El resultado, una bodega situada en un altiplano elevado 100 m sobre el valle del Ebro, en las inmediaciones de Logroño. Una moderna creación del arquitecto riojano Ignacio Quemada, semienterrada a 20 metros bajo el suelo, a la manera de una obra de 'land art', lo que fomenta de manera natural las condiciones idóneas para la crianza del vino: entrada de uva por gravedad, serenidad, oscuridad, estabilidad de temperatura y humedad, ventilación pausada y natural. Su principal característica es la sintonía entre arquitectura e ingeniería, que la convierten en una instalación funcional, eficiente, moderna y, sobre todo, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Así pues, el pasado 27 de octubre, Campo Viejo celebró dicha onomástica invitando a los asistentes (autoridades, clientes, colaboradores y medios) a visitar cada rincón de la bodega. A la vez, se organizaron diversas actividades como la cata sensorial del nuevo Campo Viejo, un taller sostenible y solidario a beneficio de Acciónatura, ONG dedicada a la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad, así como la entrega de la certificación de la huella de carbono por Aenor, recogida por Christian Barré, director general de Domecq Bodegas, de manos de Emilio Flamarique, director de Aenor en La Rioja.
Además, y en el transcurso del evento, Elena Adell, Fernando Pozo e Ignacio Quemada presentaron el estuche especial que han diseñado para contener el vino más preciado de la casa, Dominio de Campo Viejo. Se trata de una pieza que reproduce los volúmenes de la bodega y que, a modo de caleidoscopio, recrea el espacio, luces y sombras de una de sus galerías más representativas. Una edición limitada, a la venta solo en bodega.