La industria española puede almacenar energía, con o sin placas solares
Las baterías industriales se denominan “inteligentes” porque se adaptan a la red y a las necesidades de cada empresa.
La tecnología actual de almacenamiento aporta seguridad, durabilidad y gestión inteligente. Las baterías industriales se denominan “inteligentes” porque se adaptan a la red y a las necesidades de cada empresa. Cualquier industria debe esperar de su sistema de almacenamiento alta rentabilidad económica, máxima seguridad y un compromiso real con el medio ambiente.
El tejido industrial español debe avanzar hacia la independencia energética combinando energías renovables, almacenamiento, resiliencia y sostenibilidad. Optimizar el rendimiento de los paneles solares mediante soluciones de almacenamiento adecuadas permite aprovechar al máximo la energía generada.
Pero incluso sin instalación fotovoltaica, el almacenamiento energético sigue siendo una opción viable. Las baterías inteligentes de sonnen pueden funcionar con o sin placas solares, ofreciendo autoconsumo energético, reducción de costes y mínima huella de carbono. Así, cualquier empresa puede transitar hacia la independencia energética con soluciones adaptadas a su consumo y sin complicaciones.
Con placas solares, sonnen maximiza el rendimiento de la energía generada.
Con placas solares, sonnen maximiza el rendimiento de la energía generada. Sin ellas, garantiza igualmente un ahorro energético inteligente y sostenible, fortaleciendo además la red eléctrica. Cada batería instalada en una industria en España es capaz de aportar a la empresa autonomía energética y compromiso medio ambiental, a la vez que contribuye a desestresar la red eléctrica, absorbiendo los excesos de energía y arrojando de nuevo la energía al sistema cuando hace falta.
El autoconsumo industrial se consolida como una tecnología estratégica para España, con plazos de amortización de entre seis y nueve años y un gran potencial de crecimiento.
Los sectores comercial e industrial deben avanzar hacia la electrificación para lograr ahorros significativos a corto plazo y un modelo energético más limpio. Solo en 2024, el autoconsumo industrial evitó la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO₂ y redujo el vertido de 3,7 millones de toneladas adicionales de gases de efecto invernadero.
El futuro energético español pasa por industrias autosuficientes, sostenibles y preparadas para almacenar su propia energía.




