AEDyR remarca que el Levante español no sería la ‘huerta de Europa’ sin la desalación y la reutilización
Beristain sustentó su afirmación con datos que sitúan a España a la vanguardia mundial en materia de reutilización. Recordó que la Comunidad Valenciana es la región que más agua reutiliza, mientras que Murcia es la que lo hace en mayor porcentaje, “un 98% del agua residual tratada”. Asimismo, señaló que el 90% del total de agua reutilizada se concentra en la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Islas Canarias e Islas Baleares, además de grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
Estas cifras consolidan a España como líder europeo en reutilización, con un volumen anual de entre 500 y 600 hectómetros cúbicos, equivalente al 10-13% del agua residual tratada, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El vicepresidente de AEDyR subrayó que el 60% de esa agua se destina a la agricultura, “un sector que depende directamente de la capacidad del país para aprovechar cada recurso disponible”.
Cuarto país del mundo en capacidad de desalación
El representante de AEDyR recordó que España es el cuarto país del mundo en capacidad de desalación, con más de 5 millones de metros cúbicos diarios y alrededor de 800 plantas operativas de más de 100 m³/día. Más del 21% del agua desalada se destina a la agricultura, “aportando seguridad hídrica a los regadíos, estabilidad a las cosechas y protección a miles de empleos en el medio rural”, puntualizó Beristain.
En relación con el coste de estas soluciones, insistió en que “no hay agua más cara que la que no se tiene”, y destacó los avances tecnológicos alcanzados por el sector en las últimas décadas. Según explicó, el consumo energético en desalación se ha reducido un 90%, situándose actualmente entre 2,6 y 3 kWh/m³. Además, el coste del agua desalada ronda entre 0,5 y 1 euro por metro cúbico, gracias al uso de energías renovables, sistemas de recuperación de energía e inteligencia artificial. “La tecnología española es líder mundial y exporta conocimiento, diseño y operación a proyectos en más de 20 países de los cinco continentes”, afirmó.
Jon Beristain, vicepresidente de la AEDyR, destacó que España lidera la reutilización de agua en Europa y es el cuarto país del mundo en capacidad de desalación.
El vicepresidente de AEDyR recordó que España es el cuarto país del mundo en capacidad de desalación, con más de 5 millones de metros cúbicos diarios y alrededor de 800 plantas operativas de más de 100 m³/día. Más del 21% del agua desalada se destina a la agricultura, “aportando seguridad hídrica a los regadíos, estabilidad a las cosechas y protección a miles de empleos en el medio rural”
Seguridad e independencia hídrica
Beristain defendió que la desalación y la reutilización son herramientas esenciales para garantizar la seguridad y la independencia hídrica de España. “Nuestro país no puede seguir considerando estos recursos como algo complementario o excepcional; deben integrarse como parte permanente del mix hídrico nacional”, sostuvo.
También resaltó la alta calidad del agua obtenida mediante estos procesos, afirmando que tanto la desalada como la reutilizada son “de altísima calidad y pueden adaptarse a las necesidades de cada cultivo”, cumpliendo las normativas europeas más exigentes, incluidas las nuevas directivas sobre eliminación de contaminantes emergentes. “Hoy podemos producir agua ‘a la carta’, ajustando parámetros químicos y biológicos según el uso agrícola o industrial, con total seguridad para los cultivos y el medio ambiente”, explicó.
El coste del agua desalada ronda entre 0,5 y 1 euro por metro cúbico, gracias al uso de energías renovables, sistemas de recuperación de energía e inteligencia artificial. “La tecnología española es líder mundial y exporta conocimiento, diseño y operación a proyectos en más de 20 países de los cinco continentes”, afirmó Beristain
Un pacto nacional del agua para integrar la innovación
El vicepresidente de AEDyR señaló que la asociación promueve un Pacto Nacional del Agua que incorpore de manera definitiva la desalación y la reutilización en la planificación hidrológica. Este pacto, dijo, debe basarse en una visión a medio y largo plazo, estable y coordinada entre las Administraciones públicas, el sector agrícola, la industria y la comunidad científica. “No se trata de sustituir recursos, sino de complementarlos y asegurar que España tenga agua en cualquier fase del ciclo climático”, apuntó.
En su intervención, reclamó también la simplificación de trámites administrativos, el impulso de la inversión pública y privada y la promoción de la formación y la innovación en el ámbito del agua. “En demasiadas ocasiones, los proyectos se activan solo cuando llega una sequía y se abandonan cuando llueve. Debemos planificar antes, no reaccionar después”, advirtió.
Garantía de futuro para la economía agrícola
Beristain cerró su intervención con un mensaje claro y rotundo: “Cada día que pasa queda un día menos para la siguiente sequía. La desalación y la reutilización son nuestra mejor garantía para asegurar el futuro del agua, del regadío y de la economía agrícola española”.
En la mesa redonda participaron también Miguel Ángel García Vera, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro; David Hernández Gómez, responsable técnico de FENACORE; y José María González Ortega, experto en ingeniería del agua del Grupo Tragsa, quien moderó el debate.
