Daquas impulsa el debate técnico y normativo sobre los contaminantes emergentes en el agua urbana
La Asociación Española del Agua Urbana (Daquas) y el Observatorio del Agua de la Fundación Botín han reunido a expertos y representantes del sector para debatir el impacto y las estrategias necesarias para el control y eliminación de los Pfas y otros contaminantes emergentes en el agua urbana.
Un reto tecnológico, económico y social
Durante la apertura del seminario y en una posterior mesa de debate, el presidente de Daquas, Jesús Maza, subrayó que “el reto de los contaminantes emergentes, especialmente los Pfas, es tanto tecnológico como económico”. En su intervención, recordó “el sector del agua urbana ya sufre un déficit crónico de inversión de unos 5.700 millones de euros anuales y la nueva normativa europea duplicará nuestras necesidades”.
Maza insistió en que “para afrontarlo, necesitamos coordinación, investigación y una comunicación rigurosa con la sociedad”. Además, señaló “es necesario que el productor entre en el debate sobre cómo enfrentar las posibles soluciones, porque resulta imprescindible actuar en origen”.
Debate multisectorial sobre las soluciones
A lo largo de la jornada, representantes de administraciones, operadores, universidades y centros de investigación analizaron la complejidad técnica y regulatoria del tratamiento de contaminantes emergentes en el agua urbana. Los ponentes pusieron sobre la mesa la diversidad normativa existente a nivel nacional e internacional, los avances en legislación europea, las tecnologías disponibles para su eliminación y los costes asociados a estos procesos, especialmente en el agua de consumo.
El debate destacó también la necesidad de una coordinación institucional y científica que permita avanzar hacia soluciones coherentes, sostenibles y económicamente viables.
Consenso y compromiso del sector
El seminario concluyó con un consenso amplio entre los participantes en torno a la importancia de que el sector del agua urbana lidere el debate y la respuesta ante este nuevo desafío ambiental. Los asistentes coincidieron en reclamar una regulación clara, tecnologías eficaces y una financiación adecuada al nivel de exigencia que suponen los contaminantes emergentes.






















