¿Cómo asegurar la eficiencia energética de las instalaciones solares en verano?

Según explican desde TSG Ibérica, especializada en soluciones llave en mano para instalaciones energéticas, el mantenimiento durante la temporada estival es mucho más que una tarea técnica rutinaria. Se trata, afirman, de “una estrategia clave de continuidad operativa, rentabilidad económica y cumplimiento normativo”.

El impacto es especialmente notable en instalaciones de gran tamaño —como plantas industriales, explotaciones agrícolas, flotas logísticas o centros de producción— donde las potencias instaladas superan los 500 kW. En estos casos, subrayan desde la compañía, “el mantenimiento no es opcional: es el motor que mantiene viva la inversión y maximiza los beneficios”.

Durante los meses de más radiación solar, los sistemas fotovoltaicos alcanzan su máximo potencial productivo. Sin embargo, también están sometidos a mayores exigencias ambientales y operativas:

• Altas temperaturas. Los paneles solares pierden eficiencia a medida que sube la temperatura. En verano, sin un sistema bien ajustado y sin una ventilación adecuada, la pérdida de rendimiento puede superar el 10%.
• Suciedad acumulada. La mayor sequedad, el polvo, el polen y las partículas en suspensión se adhieren a la superficie de los módulos, reduciendo la captación de luz solar. Una capa de suciedad puede reducir la eficiencia hasta en un 15%, si no se actúa con limpieza y seguimiento periódico.
• Sobrecarga en componentes. El calor constante acelera el envejecimiento de los inversores, las protecciones eléctricas, los conectores y el cableado. Sin revisiones preventivas, el riesgo de fallo crítico es mucho mayor.
• Incidencias invisibles. Una celda rota, un fusible quemado o una pérdida de rendimiento puntual pueden pasar desapercibidos… pero estar generando pérdidas al mes. Solo un sistema de monitorización profesional puede detectar esos fallos a tiempo.

“Una instalación sin mantenimiento profesional puede llegar a perder entre un 15% y un 20% de su producción energética en verano. Eso impacta directamente en los ahorros, el retorno de la inversión y los objetivos de sostenibilidad de la empresa”, según los datos publicados por TSG Ibérica en su página web.

El mantenimiento profesional de instalaciones solares a gran escala requiere no solo experiencia técnica, sino también una estructura capaz de ofrecer respuesta rápida en cualquier punto del territorio. En este sentido, TSG Ibérica ha desarrollado un modelo propio de mantenimiento con presencia directa en toda España, incluyendo las islas, lo que le permite operar sin depender de subcontratas y con mayor agilidad ante cualquier incidencia.

La compañía, que acompaña a empresas desde la fase de diseño hasta la operación de sus sistemas energéticos, destaca por su enfoque integral y adaptado a las necesidades del sector industrial, agrícola y logístico. En palabras de TSG Ibérica, “más de 500 técnicos distribuidos por todo el país permiten garantizar la continuidad operativa de las instalaciones, estén donde estén”.

Entre los principales servicios de mantenimiento ofrecidos se encuentran:

• Revisión periódica de paneles solares.
• Mantenimiento preventivo y correctivo de todos los componentes clave.
• Monitorización inteligente para la detección temprana de anomalías.
• Respuesta rápida ante incidencias críticas.
• Gestión centralizada para empresas con múltiples sedes.

Según la empresa, contar con un mantenimiento especializado aporta ventajas decisivas para los propietarios de instalaciones solares: evita paradas imprevistas, alarga la vida útil del sistema, reduce costes operativos y garantiza el cumplimiento de la normativa y las certificaciones energéticas. Además, este tipo de servicios contribuye a reforzar la estrategia ESG —aspecto cada vez más valorado en licitaciones públicas y relaciones con grandes clientes— y permite escalar con garantías técnicas en distintas ubicaciones mediante un único proveedor.