Innovación, sostenibilidad y digitalización marcan el La economía circular y la digitalización no solo conviven, se potencian mutuamente
Tecnología y tendencias en la industria del plástico
Desde la última edición de la feria K, celebrada en otoño de 2022, la industria del plástico se enfrenta a una crisis en el mercado global. Una situación que genera preocupación y presión en las empresas del sector. Sin embargo, los periodos de crisis también pueden ser motores de evolución positiva para toda la industria: se replantean procesos, se revisan estrategias y se incrementa la disposición a asumir riesgos para lanzar innovaciones. La atención a las necesidades de los clientes se intensifica y se implantan con éxito nuevas soluciones de mejora.
Por ello, se espera que la K 2025 presente una amplia variedad de innovaciones y avances tecnológicos. Más aún cuando la digitalización, impulsada por el desarrollo de la inteligencia artificial, abre nuevas oportunidades hasta ahora inexploradas. Además, desde mediados de la década pasada, el sector vive una transformación global hacia la economía circular. En la edición anterior de la feria, este enfoque ya fue objeto de numerosos debates y propuestas.
Las nuevas oportunidades que ofrece la evolución digital también representan un enorme potencial para el éxito de la economía circular. Estos dos ámbitos tecnológicos clave para el futuro del plástico avanzan de forma conjunta y se refuerzan mutuamente. En Europa, además, están surgiendo numerosas normativas que respaldan este proceso, y la feria reflejará el liderazgo alcanzado por la región en este ámbito.
Imágenes de Messe Düsseldorf / tillmann.
Materias primas: aumentan considerablemente los compuestos con proporción de reciclados
Una tendencia clara en el ámbito de las materias primas es la creciente oferta de compuestos de alta calidad fabricados a partir de materiales nuevos que incorporan una proporción significativa de reciclado. Esta evolución responde a las exigencias de la UE, que por ejemplo establece de forma obligatoria una cuota del 10% de material reciclado en envases y del 25% en la fabricación de automóviles. El reciclado ya funciona en el caso del PET, y los proveedores de PS están trabajando activamente para lograrlo. En el caso del PP —y en parte también en mezclas de poliolefinas con PE— se observan avances notables. Cada vez es más habitual la incorporación de reciclado postconsumo (PCR) en nuevos compuestos. También en los plásticos técnicos, que desde hace tiempo ya se enriquecen con material reciclado postindustrial (PIR), se están desarrollando cada vez más soluciones para integrar PCR. En la K 2025 se presentarán muchas de estas innovaciones.
La sostenibilidad también se está consolidando en el sector del caucho. Los fabricantes están desarrollando alternativas de origen biológico a los aditivos sintéticos convencionales y a otros reactivos, con el objetivo de reducir notablemente su huella de carbono. Para ello, se aprovechan a menudo subproductos de otras cadenas de producción, como la lignina procedente del tratamiento de la madera o los residuos de cáscaras del procesamiento del arroz. Asimismo, se está trabajando intensamente en mejorar la calidad del reciclado del polvo de caucho derivado de neumáticos usados. También los elastómeros termoplásticos (TPE) se están consolidando como alternativa eficiente en productos técnicos: permiten reducir el uso de material manteniendo la funcionalidad y mejorando, al mismo tiempo, la reciclabilidad. Muchos de estos desarrollos estarán presentes en la “Gummistrasse” del pabellón 6 en la K 2025.
El reciclado químico de plásticos aún se encuentra en sus primeras etapas. Para cerrar completamente el ciclo de los materiales, este tipo de reciclaje será necesario como fase final, ya que permite volver a producir polímeros. Además, podría contribuir a que Europa dependa menos de regiones ricas en recursos fósiles, garantizando así la viabilidad futura de las plantas locales. A pesar de los debates internos dentro del sector, los productores con una clara orientación europea están impulsando decididamente esta vía. Ya se han puesto en marcha algunas plantas piloto, y en la K 2025 se podrán conocer las primeras experiencias reales en este ámbito.
Sin embargo, el desarrollo del reciclaje químico es una apuesta a medio o largo plazo. Requiere instalaciones químicas complejas, con largos periodos de planificación y construcción. Por ello, será necesario seguir sumando esfuerzos tanto por parte del sector industrial como del ámbito público para que esta opción sea viable y rentable. Si la sociedad apuesta por una economía circular —y hay buenas razones para ello—, también deberá estar dispuesta a respaldar económicamente proyectos de largo recorrido. Así, la K 2025 será escenario de importantes debates en torno al reciclaje químico, más que de demostraciones tangibles o productos finales.
Lo mismo ocurre con las materias primas alternativas y los nuevos procesos de producción de hidrocarburos poliméricos. Conceptos como la Captura y Utilización de Carbono (CCU) o la fabricación de polímeros a partir de fuentes renovables abren perspectivas fascinantes de cara al futuro. Estos avances dependen tanto de la investigación básica como de la disponibilidad de fuentes de energía primaria alternativas a los recursos fósiles. El tema no se limita solo a cómo se genera esa energía.
También podrían producirse cambios profundos en la gestión de procesos dentro de las plantas industriales. Un ejemplo es la aplicación directa de energía solar en procesos de síntesis química mediante tecnología de heliostato, que está siendo investigada en el centro de investigación de Jülich. Aunque este tipo de cuestiones rara vez ocupan un lugar destacado en la feria, suelen abordarse entre expertos de manera más discreta. Sin embargo, son estos intercambios los que muchas veces impulsan desarrollos clave en el sector, aunque no siempre puedan medirse de forma inmediata.
La digitalización de procesos y productos alcanza un nuevo nivel tecnológico
El uso creciente de materiales reciclados en la fabricación de nuevos productos plantea también nuevos desafíos para los fabricantes de maquinaria. Es necesario ampliar las ventanas de procesamiento para adaptarse a las propiedades modificadas de estos materiales, y los procesos de fusión deben desarrollarse y optimizarse para distintos tipos de compuestos. Esto implica, en muchos casos, replantear a fondo la gestión de los procesos y realizar numerosas adaptaciones, desde el tratamiento de los materiales y el control de calidad, hasta las zonas de alimentación de las máquinas y las condiciones de presión y temperatura de fundido. Los profesionales del procesamiento de plásticos que se enfrentan a estas cuestiones encontrarán en la K 2025 una amplia gama de soluciones detalladas y completas que les permitirán abordar con éxito sus retos.
En el ámbito de la tecnología de procesamiento del caucho, la prioridad actual es mejorar la eficiencia energética y de producción. Cada vez se adoptan más soluciones completas y automatizadas para aplicaciones específicas, algo que ya está ampliamente implantado en procesos como el moldeo por inyección de termoplásticos. Tras los avances en estos últimos, las simulaciones del comportamiento de materiales durante los procesos de producción están empezando a introducirse también en el sector del caucho.
Más allá de estas tareas técnicas tradicionales, la digitalización de máquinas y procesos se ha consolidado como una megatendencia en la fabricación de maquinaria. Por un lado, es un requisito esencial para cumplir con los objetivos de la economía circular; por otro, actúa como un motor decisivo de innovación. La digitalización abre un abanico de posibilidades hasta hace poco impensables, y está impulsando fuertemente el desarrollo tecnológico.
La comunicación entre máquinas es un tema de relevancia desde hace tiempo en la ingeniería mecánica. De hecho, desde hace años ya existen máquinas interconectadas disponibles en el mercado, capaces de generar un gran volumen de datos durante los procesos productivos. En la última edición de la feria K, uno de los temas más debatidos entre fabricantes de maquinaria, empresas transformadoras y clientes finales fue la propiedad de esos datos generados. En la actualidad, el reglamento europeo conocido como ‘EU Data Act’ ha arrojado más claridad al respecto. Esta normativa obliga a los fabricantes a poner a disposición de los usuarios de las máquinas todos los datos generados durante su funcionamiento, de forma accesible y legible por sistemas informáticos. Para ello, resultan especialmente adecuados los estándares OPC UA, ampliamente adoptados en los últimos años. Los clientes valoran cada vez más las ventajas de estas máquinas conectadas, lo que a su vez genera mayores expectativas y demanda en esta línea.
Este proceso evolutivo recibe un impulso adicional gracias a la inteligencia artificial (IA), cada vez más presente en las tecnologías del sector. En la K 2025 se espera una importante presencia de soluciones basadas en IA: desde la optimización automática de diseños y procesos, hasta el mantenimiento predictivo o el control de calidad mediante sistemas ópticos. Se prevé la participación de numerosas start-ups que presentarán sus primeras soluciones aplicadas a la industria.
Otras novedades técnicas se presentarán en la K 2025 en el área de los 'gemelos digitales'. Estas representaciones virtuales permiten almacenar datos e información sobre las máquinas a lo largo de todo su ciclo de vida de forma estructurada y legible por sistemas digitales. Son especialmente útiles para cumplir con los requisitos del Pasaporte Digital de Productos (DPP), introducido por el reglamento europeo de diseño ecológico (ESPR), en vigor desde julio de 2024. El DPP es considerado un pilar clave para hacer realidad la economía circular. Además, la existencia de estos gemelos digitales está dando lugar al desarrollo de nuevos productos, modelos de negocio e incluso empresas. Los campos de aplicación son múltiples: desde la identificación del producto, incluyendo su composición y procesos de fabricación, hasta el seguimiento de su huella de carbono, pasando por el Condition Monitoring, el mantenimiento, los servicios técnicos y la atención posventa.
Las empresas europeas de transformación combaten en muchos frentes
La agenda de la transformación del plástico contiene muchos puntos. En primer lugar, está marcada por las regulaciones de la Unión Europea orientadas hacia la economía circular. Los fabricantes de piezas técnicas trabajan intensamente para adaptar sus procesos a las exigencias de la movilidad eléctrica, sin descuidar los productos convencionales. Al mismo tiempo, todas las empresas transformadoras sufren la presión de unos costes energéticos desbordantes. La búsqueda de soluciones de procesos que permitan reducir el consumo energético forma parte del día a día.
Muchas compañías ya han avanzado considerablemente en el uso de materiales reciclados a nivel local. Existen múltiples iniciativas en marcha. Paralelamente, los grandes fabricantes de materiales están incrementando su oferta de compuestos que combinan materiales vírgenes y reciclados. Lo mismo ocurre con numerosas empresas especializadas en reciclaje y compounding dentro del ámbito del reciclaje mecánico. Cada vez más empresas transformadoras ven en la producción propia de compuestos reciclados una vía para diversificar las propiedades de sus materiales y ampliar su cartera.
Si los compradores aceptan y demandan estas soluciones, la industria europea está preparada para ofrecer una gama creciente de productos reciclados. Sin embargo, todavía existen muchas normas y directrices, tanto del sector público como de grandes compradores, que frenan esta evolución. Es imprescindible eliminar estas barreras.
Con la entrada en vigor de las cuotas obligatorias de reciclado en nuevos productos y del Pasaporte Digital de Productos, al menos se han establecido ya unos marcos normativos claros para avanzar en la economía circular dentro del sector. Esto proporciona una base sólida para planificar futuras inversiones.
Sin embargo, la política industrial de la UE no puede limitarse a los aspectos medioambientales. Al ‘Green Deal’ debería sumarse un ‘Industrial Deal’ de carácter pragmático, que garantice la competitividad de la industria europea a escala global. Solo así podrá desplegarse todo el potencial innovador de la industria mediana, clave para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Por este motivo, las principales reivindicaciones del sector del plástico ante las instituciones se centran en la reducción de cargas burocráticas y la estabilización de la política energética. Hay señales alentadoras de que tanto la Comisión Europea como las autoridades nacionales están prestando cada vez más atención a estas cuestiones.
Nuevas generaciones de profesionales: otro de los desafíos de la industria
Al igual que ocurre en muchos otros sectores industriales, atraer a nuevos profesionales se ha convertido en un gran reto para todas las ramas de la industria del plástico, especialmente en las regiones económicamente más relevantes. Aunque la acelerada evolución de la inteligencia artificial ha aliviado en parte esta situación, el número de jóvenes en formación profesional sigue siendo alarmantemente bajo. Las máquinas impulsadas por IA no solo deben ser diseñadas, sino también operadas por personal cualificado, cuya formación técnica requiere tiempo y recursos.
El envejecimiento de la población es una preocupación central en regiones como China y Europa. Ambas sufren un importante declive demográfico y necesitarán recurrir a la inmigración de trabajadores cualificados procedentes de otras partes del mundo para cubrir sus necesidades futuras. En Norteamérica, por su parte, la industria se enfrenta a la falta de atractivo de los empleos considerados de 'cuello azul'. Como resultado, pese a los flujos migratorios constantes, el número de profesionales adecuadamente formados sigue siendo escaso también allí.
Está claro que la industria del plástico no puede, ni debe, resolver por sí sola problemas sociales de esta magnitud. Pero lo que sí puede —y debe— hacer es comunicar con claridad y transparencia el valor de su trabajo y su impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente. Es fundamental transmitir a la ciudadanía la utilidad real y la sostenibilidad que puede ofrecer este sector. Al mismo tiempo, resulta clave despertar el interés de los jóvenes por la tecnología de los polímeros, mostrándoles sus múltiples posibilidades, ya sea en el ámbito de la fabricación, en el desarrollo de maquinaria y procesos o en el área del reciclaje y las aplicaciones finales.
Por todo ello, la feria estará acompañada de múltiples actividades organizadas por asociaciones profesionales del sector. Tanto en la exposición especial ‘Plastics shape the Future’ de Plastics Europe, como en el foro ‘The Power of Plastics’ de la VDMA, en la ‘Rubber Street’ o en la ‘Young Talents Lounge’, se ofrecerán presentaciones, demostraciones en directo, ponencias, debates y visitas guiadas para el público interesado. El objetivo del sector está claro: hacer realidad el lema de la K 2025 —The Power of Plastics: Green – Smart – Responsible.






















