Entrevista a Marcel Perrevort, director de ventas de Reifenhäuser
VDMA continúa su ciclo de entrevistas con motivo de la feria K 2025, el evento mundial más importante para la industria del plástico y el caucho, que se celebrará del 8 al 15 de octubre. Marcel Perrevort, director de ventas de Reifenhäuser, analiza en esta conversación los avances del sector en eficiencia, digitalización y sostenibilidad, y destaca cómo estos factores están transformando la producción y la percepción del plástico en todo el mundo.
El lema de la próxima K, 'El poder del plástico', es una expresión de la confianza del sector. ¿Cree que está justificado?
Sin duda, porque podemos ver que la imagen del plástico ha cambiado significativamente. Hoy en día, el plástico ya no se considera un problema, sino un material valioso que puede contribuir de manera significativa a resolver muchos de los problemas del mundo, siempre y cuando se utilice de forma adecuada, por supuesto. El debate sobre el plástico se ha vuelto mucho más objetivo y realista, tanto entre nuestros clientes como entre nuestros empleados. La mayoría de las empresas de nuestro sector quieren contribuir al uso responsable del plástico. Al mismo tiempo, las operaciones deben ser rentables. En K demostraremos que es posible combinar ambas cosas.
La segunda parte del lema es: 'Verde, inteligente, responsable'. ¿Cuál es el enfoque de Reifenhäuser en este sentido?
Llevamos tiempo trabajando activamente en estos tres ámbitos. Estamos impulsando la reducción del espesor, es decir, la producción de láminas cada vez más finas con las mismas o incluso mejores propiedades. Esto nos permite ahorrar una cantidad considerable de CO2 con un material que, de todos modos, suele tener una huella de carbono mejor que otros materiales de embalaje. El tema 'inteligente', es decir, la digitalización y la automatización, también contribuye a mejorar el balance de CO2: nunca hemos tenido sistemas tan eficientes como los actuales, que fabrican productos de alto rendimiento con un consumo mínimo de materias primas, un uso optimizado de la energía y una reducción al mínimo de los residuos. Ya se han producido bastantes avances, y estos continúan constantemente. Sin embargo, los sistemas inteligentes son, sobre todo, una respuesta a la escasez de mano de obra cualificada. Los sistemas de asistencia y las funciones de automatización ayudan a los fabricantes de películas a garantizar su productividad y calidad, incluso cuando no se dispone de personal perfectamente formado. Y, por supuesto, la automatización también hace que los sistemas sean más seguros, lo que nos lleva al tema de la 'responsabilidad'. Para nosotros, esto incluye la responsabilidad hacia el medio ambiente, hacia nuestros propios empleados y hacia los empleados de nuestros clientes. Los temas 'verde', 'inteligente' y 'responsable' son muy diversos y, en nuestra opinión, están estrechamente relacionados.
¿Qué proyectos concretos está llevando a cabo en este sentido?
¿En qué medida la difícil situación económica en gran parte del mundo está frenando el desarrollo de su sector?
Hay obstáculos en todos los ámbitos. Uno de ellos es el exceso de capacidad que se ha acumulado durante la pandemia. Esto es más evidente en el sector de la higiene, pero también se nota en otros ámbitos. Se sigue invirtiendo en maquinaria y equipos, pero se ha frenado claramente. Muchas empresas también están preocupadas por la geopolítica y la amenaza de las barreras comerciales, y hay una gran incertidumbre. No obstante, estamos observando los primeros signos de una lenta recuperación de los mercados. Mientras tanto, seguimos invirtiendo en las áreas clave para el futuro y en el valor añadido relacionado para nuestros clientes.
¿Qué se puede hacer para gestionar esta reticencia generalizada a invertir?
¿Esta presión va en detrimento de la sostenibilidad?
Yo no diría eso. En primer lugar, la conciencia sobre la sostenibilidad ya está firmemente arraigada en nuestro sector. En segundo lugar, vemos que no hay vuelta atrás en este camino. La transición de una economía lineal a una circular se está impulsando políticamente, por ejemplo, con la nueva normativa europea sobre envases PPWR, que está entrando gradualmente en vigor. Esto preocupa especialmente a los grandes propietarios de marcas, ya que aún quedan muchas preguntas sin respuesta en este contexto, como por ejemplo, dónde se pueden obtener reciclados en cantidad y calidad suficientes para cumplir la directiva del 30% de contenido reciclado, dependiendo del tipo de envase, y cómo se puede alcanzar el contenido de reciclado prescrito para los envases de alimentos, donde el uso de reciclados sigue estando prohibido en muchos casos por otras normativas. Todos los actores del mercado se enfrentan a estas cuestiones y trabajan en soluciones para estar preparados cuando llegue el cambio obligatorio. Estamos convencidos de que esta presión es necesaria. Hoy en día, las soluciones reciclables suelen ser más caras y no se impondrían tan rápidamente en el mercado sin la intervención normativa.
¿Qué novedades espera ver en el futuro?
Creo que en la próxima K veremos un gran avance en la automatización, tanto en la extrusión de láminas como en otras áreas del procesamiento de plásticos. También habrá otro salto significativo en la eficiencia, especialmente en aquellas tecnologías que contribuyen a la economía circular. Por ejemplo, hemos conseguido producir una lámina monomaterial reciclable de PE con un grosor de solo 18 micrómetros, lo que significa que, por primera vez, puede competir económicamente con la lámina PET-PE convencional. En la última K, el tema de la digitalización era todavía relativamente abstracto. Este año veremos muchas más aplicaciones implementables. La tendencia hacia la modularidad continuará. Los clientes decidirán por sí mismos cómo desean equipar sus máquinas y en qué medida les ayudará la digitalización, incluidas las aplicaciones de IA, donde ya se pueden ver hoy en día los beneficios reales y donde se abre un enorme potencial de mejora.






















