Bruselas propone una subida del 5% en fondos de cohesión y desarrollo rural para España

Por tanto, en conjunto a España se le asigna el 10,2% y se convierte en el tercer beneficiario de estas ayudas, en términos absolutos, sólo por detrás de Polonia e Italia.

La Comisión propone modernizar la política de cohesión, con el objetivo de incrementar la convergencia económica y social, ayudar a las regiones a sacar pleno partido de la globalización y equiparlas con las herramientas adecuadas para un crecimiento sólido y duradero.

Todas las regiones podrán seguir optando a financiación de la política de cohesión en Europa, siempre con arreglo a tres categorías: las regiones menos desarrolladas (PIB inferior al 75% de la media comunitaria), las regiones en transición (PIB entre el 75-100% sobre la media, ampliándose el rango) y las regiones más desarrolladas (PIB igual o superior a la media, que no tienen derecho a recibir fondos).

España es el tercer perceptor de este tipo de ayudas.

Jyrki Katainen, vicepresidente responsable de Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad, señaló que “en los próximos diez años, la política de cohesión ayudará a todas las regiones a modernizar su industria y a invertir en innovación y en la transición a una economía circular y con bajas emisiones de carbono. Además, nuestra propuesta contribuirá a crear un entorno favorable para las empresas en Europa, estableciendo las condiciones propicias para el crecimiento, la creación de empleo y la inversión”.

La propuesta de la Comisión para una política de cohesión que califica como modernizada hace hincapié en las prioridades fundamentales de inversión, donde la UE es la más adecuada para actuar.

Imagen aérea de DronePrix que simboliza el apoyo a las tecnologías digitales y la modernización industrial.

También pretende una política con inversiones en todas las regiones, para favorecer las que siguen a la zaga en términos de crecimiento o ingresos, ubicadas en su mayor parte en el sur y el este de Europa, lo que ha sido beneficioso para determinados territorios españoles.

No obstante, la política de cohesión seguirá invirtiendo en todas las regiones, ya que muchas de ellas —también en los Estados miembros más poderosos económicamente— se esfuerzan por lograr la transición industrial, luchar contra el desempleo y mantenerse a flote en una economía globalizada. Se introducen nuevos criterios para reflejar mejor la realidad sobre el terreno, como el desempleo juvenil, un bajo nivel educativo, el cambio climático y la acogida e integración de los migrantes.

La política de cohesión 2021-2027 prevé que las autoridades locales y regionales participen más en la gestión de los fondos. Considera que el aumento de los porcentajes de cofinanciación mejorará la apropiación de los proyectos financiados por la UE en regiones y ciudades.

Trabaja por introducir un código normativo único. Un conjunto de normas abarca ahora siete fondos de la UE aplicados en asociación con los Estados miembros —gestión compartida—, con lo que pretende facilitar la tarea de los gestores de programas de dichas partidas.

El nuevo marco también combina la estabilidad necesaria para planificar las inversiones a largo plazo con el nivel adecuado de flexibilidad que permita reaccionar ante acontecimientos imprevistos. Una evaluación intermedia determinará si se necesita efectuar cambios en los programas para los dos últimos años del período de financiación y se podrán realizar transferencias limitadas de recursos dentro de los programas de los fondos de la UE.

La Comisión propone reforzar el vínculo entre la política de cohesión y el Semestre Europeo, a fin de crear un entorno de crecimiento y favorable para las empresas en Europa, de manera que las inversiones de la UE, así como las nacionales, puedan alcanzar todo su potencial.

El 2 de mayo, la CE presentó por primera vez su propuesta para el nuevo presupuesto a largo plazo de la UE tanto a precios corrientes como a precios constantes de 2018. A finales de este mismo mes ha publicado las dotaciones de la política de cohesión para los Estados miembros tanto a precios corrientes como a precios constantes de 2018 (ver tabla).

Califica como “esencial” un acuerdo rápido sobre el presupuesto general de la UE a largo plazo y sus propuestas sectoriales para garantizar que los fondos empiecen a lograr resultados sobre el terreno lo antes posible.

Alcanzar en 2019 un acuerdo sobre el próximo presupuesto a largo plazo permitiría una transición fluida entre el actual presupuesto a largo plazo (2014-2020) y el nuevo, garantizando así la previsibilidad y la continuidad de la financiación en beneficio de todos.

De producirse demoras similares a las experimentadas al inicio del actual período presupuestario 2014-2020, no podrían empezar a tiempo 100.000 proyectos financiados por la UE.

“Agricultura menos dependiente de la PAC”

La PAC 2021-2027 continúa de plena actualidad. Tras filtrarse un primer borrador se han sucedido declaraciones desde diferentes sectores, todos ellos criticando los recortes previstos, que varían según la fuente, pero que de momento no están definidos.

Lo que sí tiene definido el Mapama es su propósito de llegar a una “agricultura menos dependiente de la PAC”, que en estos momentos supone de media el 30% de las rentas y que pretenden “sea cada vez menor porque ganamos más en el mercado no porque haya menos ayudas”.

Estas son declaraciones de la ministra el martes 29 de mayo en Málaga, durante un desayuno informativo organizado por Grupo Joly y patrocinado por Hidralia. Isabel García Tejerina garantizó el mantenimiento de ayudas, a pesar de los 90.000 millones que dejan de ingresarse tras el Brexit, y cifró las nuevas previsiones de recortes en un 3,5% para las ayudas directas y del 15% para el desarrollo agrario.