La flota mundial de aviones alcanzará las 39.000 aeronaves en 2030
Los fabricantes de equipo original (OEM) producirán más de 21.000 aviones, una media de 2.100 anuales, situando la producción un 30% por encima de la de los 10 años anteriores. Cabe destacar que la mitad de estas aeronaves irán destinadas a rejuvenecer una flota mundial que cuenta con un 9% de ejemplares de más de 25 años, lo que tendrá un efecto positivo en la demanda de servicios de mantenimiento, reparación y revisión (MRO), pues esta podría alcanzar los 130.000 millones de dólares en 2030, un 3,7% más que en 2020. Además, dicha demanda estará copada por los 10 tipos de aviones más importantes, y para 2030 el A320neo y el 737MAX representarán dos de las cuatro primeras posiciones.
A pesar de estos buenos datos, del informe de Oliver Wyman se desprende que la próxima década será más difícil que la anterior para el sector aeronáutico, que se enfrentará a una serie de retos como la ralentización de la expansión económica, el aumento de la contaminación en el aire y en los aeropuertos, las cuestiones relacionadas con el comercio y la presión sobre la industria para abordar de una manera más activa la lucha contra el cambio climático. A corto plazo, la industria se enfrenta también al impacto económico del COVID-19, que está llevando al cierre de los accesos a varias ciudades, cerrando negocios y limitando los viajes en China, un país cuyos vuelos representan a día de hoy un 12% del total del ratio asientos-kilómetros (RPK) disponibles en todo el mundo.
Los fabricantes producirán una media de 2.100 aviones por año, un 30% más que la década anterior. Foto: Airbus.
Según Tom Cooper, vicepresidente de Oliver Wyman y principal autor del informe, “incluso con estos desafíos, junto con la esperada ralentización de la tasa de crecimiento de la demanda de pasajeros, así como los cambios en la combinación del comercio tradicional y del electrónico, la industria debería seguir viviendo un sólido crecimiento de la flota tanto de aviones de pasajeros como de carga en los próximos 10 años. En cuanto a los tipos de aviones, los de fuselaje estrecho serán los que más crezcan, más de un 5%, lo que supone más que cualquier otra clase de aeronave”.
Las zonas en desarrollo liderarán el crecimiento en la próxima década
Si bien la demanda de viajes aéreos ha estado estrechamente vinculada a las tendencias del PIB durante la mayor parte de los últimos 50 años, el crecimiento del tráfico de pasajeros durante el último decenio superó considerablemente la expansión económica mundial. Así, en 2019 se ha mantenido esta tendencia, ya que el RPK mundial ha aumentado un 4,2%, mientras que el PIB no ha crecido más del 2,9%. Además, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que este último año se han gastado 873.000 millones de dólares en transporte aéreo, lo que representa un 1% del PIB mundial.
Este crecimiento se ha visto impulsado por una combinación de mejora de los niveles de vida, en particular en las regiones en desarrollo, donde la clase media se encuentra en expansión, y la proliferación de líneas aéreas de bajo coste. A su vez, el transporte aéreo se ha vuelto más asequible para una población más amplia, y aunque se prevé que el aumento del RPK se reduzca durante el próximo decenio, los viajes seguirán alcanzando nuevos máximos históricos.
Por tanto, aunque América del Norte y Europa han sido históricamente las zonas más grandes en cuanto al tamaño de la flota, las mayores ganancias durante esta nueva década se producirán en las regiones en desarrollo de África, Asia, Oriente Medio y América Latina, donde se espera que crezca el porcentaje de personas con poder adquisitivo para viajar, y que de cara a 2030 casi el 75% del crecimiento de la flota mundial se deberá al aumento de los viajes en estas zonas.
La demanda estará copada por los 10 tipos de aviones más importantes, y para 2030 el A320neo y el 737MAX representarán dos de las cuatro primeras posiciones. Foto: Airbus.
El Brexit y la perspectiva europea
Aunque algunas de sus consecuencias aún no se han manifestado, no se puede hablar del panorama europeo sin tener en cuenta la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pues los efectos a largo plazo del Brexit sugieren una disminución de entre el 5 y el 10% del PIB de sus países durante los próximos 10 años, así como una caída de alrededor del 1% del PIB general en el resto de la UE. Por ello, Europa plantea algunos desafíos interesantes para la industria de la aviación en los próximos años, cuyas previsiones de crecimiento son bastante modestas y donde se enfrentan a una serie de posibles presiones que afectarían aún más a las perspectivas de aumento de flota.
Además del Brexit, las tensiones comerciales con Estados Unidos se harán patentes de aquí a 2030, pues a finales del año pasado la Organización Mundial del Comercio (OMC) dictaminó que Airbus se había beneficiado injustamente de las subvenciones europeas en la producción y venta de las plataformas A350 y A380, lo que permite a Estados Unidos imponer aranceles del 10% a los productos de la compañía a partir de 2020 y cobrar 7.500 millones de dólares en aranceles contra una serie de productos de la Unión Europea.
Con tanta incertidumbre dentro de la industria, existe un importante escenario de desventaja para el continente. La IATA prevé un crecimiento anual del 1,9% del RPK en los próximos 10 años, pero en un escenario negativo, las presiones antes mencionadas podrían reducir dicho aumento a tan sólo un 0,7% este año 2020. En general, una Europa en declive sólo tiene efectos marginales en el mercado mundial, ya que el único impacto tangible sería la posibilidad de que las producciones actualmente previstas por los operadores europeos se destinen a operadores de otras regiones. En total, el crecimiento anual de la flota mundial se mantendría en el 3,4% en este escenario, mientras que el crecimiento anual de la demanda de MRO se reduciría ligeramente, del 3,7% al 3,6%.