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Irrimon SAU

Aspersión en instalaciones deportivas

HorticomNews02/06/2004

Quien practique el fútbol comprenderá lo ingrato que es tratar de mantenerse en pie en ciertos campos, o no dañarse un tobillo o una rodilla por una mal apoyo del pie, debido al mal estado de la superficie de juego.

La gestión y el mantenimiento de las instalaciones deportivas es compleja, pues se tiene que dar servicio y calidad. Quien practique el fútbol comprenderá lo ingrato que es tratar de mantenerse en pie en ciertos campos, o dañarse un tobillo o una rodilla por una mal apoyo del pie, debido al mal estado de la superficie de juego.

La aparición de los pavimentos sintéticos ha supuesto una revolución en el mundo de la construcción de instalaciones deportivas, ya que los nuevos productos aparecidos han mejorado la calidad de las mismas y han disminuido los problemas en su gestión y mantenimiento.

El césped sintético ha sido uno de ellos, y su aceptación se incrementa entre los practicantes del fútbol, si bien, y aunque vulgarmente, el césped sintético es plástico, cabría pensar la idea "esto no hace falta regarlo". ¡¡NO!! Hay que regarlo, y no de cualquier manera, veamos:

Un campo de césped sintético, vulgarmente descrito, es una moqueta con pelos de plástico de unos 6 cm de altura, entre los cuales introduciremos una capa de arena de unos 3 cm de espesor y una capa de granulado de caucho de 2 cm. Para que estos materiales que configuran el pavimento deportivo ofrezcan las características necesarias para el juego y el mantenimiento de la superficie, es imprescindible que esta superficie se riegue.



Hablamos de césped sintético, para fútbol, y según las normas NIDE, editadas por el Consejo Superior de Deportes, el tamaño del campo de juego, sin bandas exteriores, será de 105 x 68m hasta 90 x 50m, según la categoría del mismo. Las bandas exteriores pueden variar entre 4 y 2 metros por lado. Así pues, nos encontraríamos con una superficie de 113 x 73m o 94 x 52m, a la cual tendríamos que equipar con un sistema de riego por aspersión.

Asemejar el sistema de riego al que se utiliza para un campo de fútbol de césped natural puede conducirnos a error. Los campos de césped natural admiten la colocación de aspersores en el área de juego, pero para colocar aspersores en el área de juego es necesario calar el tejido del pavimento, colocar el aspersor y que sea tan exacta y perfecta la instalación que no se levante el pavimento; difícil, ¿eh? Además no olvidemos que el pavimento se coloca sobre una superficie de aglomerado asfáltico, y que cualquier problema con el aspersor, supone un gravísimo problema para su solución.

La solución mas adecuada para este tipo de instalaciones es la instalación de un sistema de riego perimetral, con aspersores de largo alcance.

Dentro de la gama de aspersores de largo alcance, existen dos tipos: aspersores emergentes y los vulgarmente conocidos como cañones.


Aspersor Perrot LVZ-1

Nuestra gama de aspersores emergentes nos permite utilizar el aspersor Perrot LVZR22VAC, que con una boquilla de 17,5 mm, a una presión de 8 atmósferas, nos proporciona un caudal de 27,22 m3/h, y un alcance de 38 metros. Con estos datos podemos diseñar el riego con 8 aspersores perimetrales y satisfacer las necesidades de riego de la instalación. Cabe hacer notar el interés de esta solución, ya que no existiría ningún elemento fijo en las proximidades del área de juego. Es interesante tenerlo en cuenta para evitar lesiones o daños mayores a los practicantes.

El uso de “cañones” hace necesario pensar un poco dónde y cómo ubicarlos, para evitar daños a los jugadores. Solucionado esto, en nuestro catálogo disponemos de productos que configurarán un sistema de riego satisfactorio.

Empezando por la gama de impacto, podemos seleccionar el cañón Perrot ZN 23 W, con el que se obtienen unos rangos de trabajo en el intervalo de 5 a 8 atmósferas, de entre 26 y 58 m3/h, con alcances entre 40 y 52 metros, según las boquillas seleccionadas.

Otra posible selección puede ser el cañón de turbina Perrot P-1, algo nuevo y simple para el riego de grandes áreas. Su configuración le hace dar unos rendimientos óptimos entre presiones de 5 y 7 atmósferas, con unos caudales de entre 26 y 63 m3/h alcanzando entre 45 y 62 metros, según la boquilla elegida.



Para una mayor información sobre el uso y manejo de los sistemas de riego por aspersión en instalaciones deportivas, no duden en consultarnos. Haga click aquí para ver nuestros datos de contacto.

Nota. Agradecemos los datos aportados sobre el césped sintético a la empresa Poligras.