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Sistemas con producción de hielo

Enfriamiento rápido al alcance de todos

José Romanillos06/03/2004

Los modernos sistemas de producción de hielo abren nuevas posibilidades en el preenfriamiento de frutas y hortalizas. Dos de las aplicaciones potenciales del sistema de acumulación de hielo con generador de alta eficiencia es dar servicio a sistemas de hidrocooling (hidroenfriamiento) y a sistemas de aire húmedo.

Es de dominio público que la mayoría de las frutas y verduras, por su peculiaridad de continuar vivas después de su cosecha, precisan de un preenfriamiento rápido que las lleve a su punto óptimo de temperatura para permitir su conservación sin pérdidas cualitativas ni cuantitativas, alargando al máximo su vida comercial.

Sin embargo, es difícil conjugar las necesidades que han de satisfacer los sistemas de preenfriamiento, que por sus características de alta capacidad instantánea, son proclives a tener un alto valor de compra y un elevado costo operativo. Esto lleva a que los verdaderos sistemas de preenfriamiento, que cumplen el 100% de las premisas, son utilizados casi exclusivamente por las grandes unidades de producción. Los modernos sistemas de producción de hielo abren nuevas posibilidades.

Una de las aplicaciones potenciales del sistema de acumulación de hielo con generador de alta eficiencia es el servicio a sistemas de hidrocooling (hidroenfriamiento) que así ven reducido el tamaño del equipo productor de frío respecto a aquellos sistemas que enfrían el agua directamente, sin acumulación.

Este sistema resulta ideal para aquellos casos de grandes demandas puntuales en períodos de corta duración y, por su diseño y ejecución, son fácilmente incorporables a sistemas móviles, permitiendo su traslado de cultivo en cultivo o dedicarlos a diversas producciones en diferentes épocas y regiones.

Aunque esta modalidad de refrigeración ha sido llevada a la práctica con anterioridad en Estados Unidos, no se ha convertido en algo verdaderamente popular en ese país, y mucho menos en Europa, por su costo y tanto o más por el alto impacto energético y baja fiabilidad que presenta.

Hidroenfriamiento y Aire húmedo
Con el advenimiento de unos sistemas de generación y acumulación de hielo de alto rendimiento (25 kW / tonelada / día, frente a lo 65 a 75 de los antiguos; sistemas de tambor rotativo contra sistemas de escamas, entre otros avances...), que utilizan bajas cargas de refrigerante y que presentan una alta fiabilidad -al ser equipos compactos, previamente ensayados en fábrica- se le ofrece al usuario la posibilidad de obtener un sistema de preenfriamiento ideal para todos aquellos productos que precisen enfriamiento rápido, ya sea por hidroenfriamiento o por aire húmedo a presión, y que por su estacionalidad y corto ciclo de cosecha obligarían a la instalación de equipos de mucho mayor tamaño y consumo puntual, difíciles de amortizar.

Estos equipos existen en tamaño tan pequeños como para atender una demanda de solo 10 kW eléctricos, adaptados a pequeñas explotaciones, hasta unidades de capacidad prácticamente ilimitada, con módulos hasta de 750 kW eléctricos.

Una de las ventajas de este sistema es la separación de la producción de frío (generación de hielo) del espacio de acumulación, que puede adaptarse en tamaño y forma a cualquier necesidad, prácticamente sin limitaciones. El hielo puede acumularse en silos aéreos o estanques enterrados. Al no encontrarse sumergido ningún elemento proclive a fugas o averías, son equipos de fácil mantenimiento.

Economía
Estos equipos, una vez considerados todos los aspectos como líneas eléctricas de abastecimiento, transformadores, tamaño de tuberías, espacio requerido para sala de máquinas, cargas de refrigerante, etc., requieren una inversión que, en las plantas de menor tamaño, puede llegar a ser ligeramente superior al sistema directo, llegando a igualarse en las plantas de tamaño medio y grande.

Sin embargo, sus ventajas operativas y de consumo, así como posibilidad de adaptarse a diversas tarifas eléctricas (nocturna, etc.) por la diferenciación de los ciclos de generación y de utilización del frío, representan ahorros que llegan a amortizar las diferencias de inversión en plazos razonables.

A ello se suma el diferencial de valor dado por frutas y hortalizas con una mayor calidad y vida poscosecha en lo que intervienen tanto el hecho de haberlas preenfriado como la calidad de este proceso. Los sistemas de acumulación de hielo garantizan el suministro constante de frío, siendo prácticamente insensibles a las típicas sobrecargas dadas por la alta intensidad de uso en momentos de cosecha, que no siempre son lineales y por tanto, difíciles de absorber por los sistemas directos.

Por el contrario, el hielo, con una temperatura constante de fusión de 0ºC y un calor latente de 80 kcal/kg, ofrece una fuente de frío consistente mientras haya hielo en suspensión en el agua, a diferencia de los refrigerantes, que modifican al alza su temperatura de evaporación (producción de frío) y, en momentos de sobrecarga, no pueden garantizar la temperatura final óptima, lo que sí permite el sistema de hielo.