Paquetes tecnológicos disponibles

Para optimizar la rentabilidad de cada "paquete tecnológico" es necesario hallar el equilibrio entre la mejora de las prestaciones agronómicas y los aumentos de inversión.

Revista Horticultura - 142, Enero 2000

Introducción

La elección de una mejor estructura de invernadero no constituye usualmente una opción aislada, sino que se suele complementar con un equipamiento más sofisticado, con el empleo de mejores materiales de cerramiento, con cultivos en sustrato, etc., de modo que se mejora el conjunto (González Benavente y col, 1998) con un «paquete tecnológico», que determina sus posibilidades futuras de producción, por ejemplo, para producir mayor calidad en ciertas épocas, para prolongar los calendarios de puesta en mercado,etc.

Paquetes tecnológicos sugeridos

Tratando de priorizar las mejoras a incorporar, en cada caso, y de cuantificar su coste, los cuadros 1 y 2 resumen los paquetes tecnológicos básicos de mejora del invernadero tipo parral convencional y del invernadero multitúnel. Aunque caben otros «paquetes» hemos optado por limitarlos a los más sencillos en invernaderos parral y con el orden de prioridad indicado (que puede adaptarse según las condiciones concretas).

El rango de opciones, desde el nivel 1 del invernadero parral al nivel 5 del multitúnel, da un amplio abanico de coste de instalación (de 1050 a 5850 pts/m2), sin incluir el coste de la tierra, ni la inversión inicial de preparación del terreno y otros conceptos (Cuadro 3) necesarios para explotar el invernadero.

El nivel del «paquete tecnológico» disponible en cada caso determinará las posibilidades de gestión del clima y, por tanto, sus prestaciones productivas. La elección de un paquete u otro será función de las condicionantes socioeconómicas de cada horticultor. Lo lógico sería la introducción gradual de las distintas innovaciones y no pasar, como en ocasiones ocurre, de un nivel cero a un nivel cuatro o cinco, sin los conocimientos suficientes sobre el manejo de los diversos equipos.

Como puntos primordiales, además del aumento en transmisividad a la radiación mediante estructuras de cubiertas con pendientes más adecuadas (Castilla y col., 1998), es deseable mejorar la gestión de la ventilación y del riego para conseguir una alta tasa de transpiración (Baille, 1999) por su incidencia en el balance hídrico, en la tasa de transpiración del cultivo (Stanghellini y col, 1992; Baille y col., 1995) y, por tanto, en la productividad de los invernaderos.

Es necesario generar información para gestión del clima, en función del paquete tecnológico disponible y de las condiciones concretas del cultivo, dedicando especial atención a los costes de producción, con toda la complejidad que conlleva de diversas condiciones (especies, ciclo, etc.).

El manejo del microclima del invernadero en función de la información en tiempo real, adecuando la gestión a la evolución de los diversos parámetros climáticos (radiación, temperatura, DPV, etc.) en cada momento, será un paso necesario y complementario a la instalación de un mejor equipamiento.

Esta vía de mejora, que está ya en uso en los invernaderos centroeuropeos, es de prever que se adapte en los invernaderos mediterráneos, sobre todo debido a la constante baja de precios de los sensores, ordenadores y demás componentes electrónicos de equipamiento (Baille, 1999). Pero será necesario sobre todo un notable esfuerzo en investigación y desarrollo que permita generar y también adaptar la información necesaria.

Conclusión

En definitiva, ante un mercado cada vez mas internacionalizado que exige producir mayor calidad a costes competitivos, es necesario encontrar un punto de equilibrio entre la mejora de prestaciones agronómicas en nuestros invernaderos y los aumentos de inversión en estructuras y equipamiento de los invernaderos, así como de costes de producción con el fin de optimizar la rentabilidad de cada «paquete tecnológico» en las muy diversas aplicaciones en los invernaderos mediterráneos españoles.