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Málaga inicia una campaña citrícola de una calidad extraordinaria y buenas cifras de producción

29/10/2010

29 de octubre de 2010

Los citricultores malagueños han dado ya el banderazo de salida a la campaña citrícola en la provincia. Después de recoger los primeros frutos, los agricultores no dudan en manifestar que este año la calidad es extraordinaria. Ahora es necesario que los precios se muevan en niveles razonables y que las más de tres mil familias que viven de estos cultivos se recuperen y olviden los años en los que no había ni una sola gota para sus árboles. “La campaña se presenta estupenda en cuanto a calidad, pero no cabe duda de que el ánimo se encuentra decaído por la crisis. Las operaciones no se hacen con tanta facilidad y los mercados están ralentizados”, comenta Benjamín Faulí, técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga.

Según los aforos oficiales, esta campaña se espera cosechar un total de 187.000 toneladas de cítricos: 83.900 de limones, 73.698 de naranjas y 28.850 de mandarinas. Estas producciones, ofrecidas por la Junta de Andalucía, supondrían un aumento del 20%, 22,8% y 63% respectivamente. No obstante, Asaja Málaga estima que los aforos ofrecidos por la Junta de Andalucía están sobredimensionados y que en la provincia se puede hablar de un incremento medio de la producción que ronda entre el 10 y el 15%.

Cabe recordar que los cítricos, en Málaga, ocupan unas 10.000 hectáreas, fundamentalmente en el Valle del Guadalhorce: 4.112 hectáreas de naranjas; 4.134 hectáreas de limones y 1.700, de mandarinas. Con unas producciones medias que oscilan entre las 160.000 y las 200.000 toneladas, la campaña anterior generó unos ingresos de 30 millones de euros. “Este año aún es pronto para predecir el comportamiento de los precios”, añade Faulí.

Lo que sí es evidente es la calidad del fruto. Los árboles del Guadalhorce sufrieron durante años un estrés hídrico tan dañino que muchos de los agricultores no solo temían ya por sus producciones, sino por las plantaciones en sí. Las intensas lluvias del año pasado aliviaron esta situación, llenaron los pantanos y mitigaron el miedo de nuestros agricultores: “Las lluvias hicieron que los árboles recuperaran su estado fisiológico, algo que se ha visto refrendado con un incremento de la producción. Además, este año los citricultores han cuidado con especial esmero sus cultivos para intentar sacarles el máximo rendimiento posible”, prosigue el técnico de Asaja Málaga.