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El Centro Nacional de Biotecnología caracteriza el gen Branched1 de Arabidopsis que suprime la elongación de las ramas

Mejora de la producción de frutos y tubérculos por manipulación de los patrones de ramificación en solanáceas

Pilar Cubas, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología13/10/2010

13 de octubre de 2010

La agricultura sostenible demanda cada vez más variedades de plantas que produzcan mayores rendimientos por unidad de superficie y planta que favorezcan la recolección automatizada. Para ello es fundamental una optimización de la arquitectura de las plantas para que su crecimiento y aprovechamiento del espacio y los recursos (luz, nutrientes) sea óptimo. Los patrones de ramificación determinan la producción de flores y frutos, la distribución de fotoasimilados y el sombreado de las plantas vecinas. En muchas especies es de gran interés identificar plantas con menos ramas (variedades monostem) para favorecer el aporte de nutrientes al eje de crecimiento que desarrolla los frutos, facilitar la recolección mecanizada y reducir el coste de la poda manual. La supresión de ramas también aumenta la vida media de almacenamiento de productos de consumo que pierden calidad al producir brotes (patata, cebolla, ajo). En otras especies por el contrario, el aumento de la ramificación puede tener interés productivo ya que un mayor número de ejes de crecimiento supondría un mayor número de hojas, flores y frutos. Sin embargo, la selección para otros caracteres de producción ha sido a menudo incompatible con la mejora de la arquitectura vegetal mediante mejora genética clásica.
En nuestro grupo hemos caracterizado el gen Branched1 de Arabidopsis que suprime la elongación de las ramas. Este gen está conservado en todas las angiospermas analizadas y es un excelente gen candidato para manipular los patrones de ramificación de especies de interés agronómico.

Hemos confirmado esta propuesta aislando y alterando la función de los dos ortólogos de tomate y patata, BRC1-1 y BRC1-2. Líneas transgénicas RNAi de estos genes presentan modificaciones en sus patrones de ramificación de gran interés agronómico: por ejemplo, las líneas RNAi SlBRC1-1 de tomate generan plantas monostem, ideales para el cosechado automático cada vez más demandado en plantaciones mecanizadas. Las líneas RNAi StBRC1-1 de patata generan estolones ramificados y producen cuatro veces más tubérculos por planta que los controles, condición idónea para una agricultura sostenible en espacios reducidos. La empresa Ninsar Biosciences ha expresado su intéres en estos resultados y ha iniciado acciones concretas de colaboracion y licencia exclusiva de esta tecnología. Sin embargo, la actual percepción social y política de los organismos genéticamente modificados (OMG) hace que la aplicación directa de las líneas transgénicas para fines productivos no sea viable, por el momento, por lo que es interesante identificar mutaciones puntuales que causen los mismos fenotipos y puedan ser directamente utilizables en mejora.

Objetivos del proyecto

1. Confirmar el potencial productivo de las líneas de falta de función de BRC1 en condiciones de crecimiento intensivo real. Para ello realizaremos pruebas de campo de las líneas transgénicas de patata y tomate disponibles y analizaremos su rendimiento.

2. Identificar mutantes puntuales para los genes BRC1-1 y BRC1-2 de tomate que provoquen los mismos fenotipos que las líneas RNAi. Estos mutantes se podrán utilizar directamente en mejora genética de la arquitectura del tomate en líneas de producción.

3. Diseñar proteínas BRC1 dominantes y dominantes negativas, mediante mutagénesis dirigida, para su uso en la manipulación de la arquitectura de otras especies de interés agronómico.

Importancia del control de los patrones de ramificación en el rendimiento y manejo de especies de interés agronómico

Los patrones de ramificación afectan directamente a la calidad y cantidad de las producciones agrícolas y a los costes de manejo de las plantaciones. En algunas especies, como el arroz, las variedades con más ramas son más productivas que las que producen pocas ramas. Sin embargo en muchas otras especies (ej. maíz, sorgo, centeno, tomate, girasol) el rendimiento de las plantas con ramas laterales es mucho menor que el de plantas con un único tallo debido a la pérdida de recursos dedicados al desarrollo de ramas improductivas. La inhibición del desarrollo axilar promueve el crecimiento en un único eje favoreciendo el aporte de nutrientes a los ejes que están desarrollando frutos (ej. tomate), y prolonga la vida media de almacenamiento de ciertos productos cuyos brotes reducen su calidad (ej. patatas, cebollas, ajos). Por último, los tallos laterales son una traba para la recolección mecanizada. La mejora clásica ha permitido obtener variedades con un único tallo o 'monostem' en algunas especies (ej. girasol), sin embargo en otras (ej. tomate) no se ha conseguido disponer de este carácter en líneas de alta producción.

Las técnicas alternativas empleadas para obtener plantas con un único tallo (poda o manual de las ramas laterales, aplicación de productos químicos) no solo encarecen la producción sino que favorecen la propagación de enfermedades y pueden conllevar problemas de contaminación ambiental incompatibles con una agricultura sostenible. Por otra parte, favoreciendo el desarrollo axilar, podemos generar arquitecturas arbustivas y aumentar la producción de hojas, flores y frutos en especies en las que estos son los productos de consumo. Por último, en ciertas especies de leñosas (vides, cerezos, manzanos etc.) las yemas axilares requieren una exposición al frío de días o semanas para brotar. Estas especies se han empezado a cultivar en países cálidos (ej. Brasil y Tailandia) en los que no se suelen alcanzar temperaturas bajas, por lo que los agricultores se ven obligados a emplear, para hacer brotar las yemas, tratamientos químicos muy tóxicos (ácido cianhídrico, dinitro-orthocresol), o costosos tratamientos hormonales de rápida degradación y que producen efectos no deseados. El problema suscita tanto interés y moviliza tal cantidad de recursos económicos que anualmente, en el Congreso Internacional de Ciencias Agrícolas (ISHS) se celebra un symposium para el estudio del bud break o brotación de yemas.

El gen Branched1 determina los patrones de ramificación

La importancia del control de la ramificación en la producción queda bien ilustrado con el ejemplo del maíz, seleccionado artificialmente durante la domesticación para desarrollar plantas sin ramas o monostem: todas las yemas axilares de esta especie están inhibidas. Un estudio de QTLs entre teosinte (su ancestro silvestre) y maíz reveló que el gen Teosinte Branched1 (Tb1) era el responsable de este carácter. El gen tb1 tiene un papel central (necesario y suficiente) en el desarrollo de las ramas laterales. Durante la domesticación, se seleccionaron alelos de tb1 con altos niveles de mRNA que son suficientes para impedir el crecimiento axilar y alterar de manera radical la arquitectura de la planta. La selección de este carácter ha tenido un enorme impacto en la productividad del maíz. Los mutantes tb1, por el contrario, tienen un aspecto muy ramificado similar al de teosinte, debido a que sus meristemos axilares crecen y generan ramas. La función de tb1 está conservada también en otras monocotiledóneas como arroz y sorgo. En nuestro laboratorio hemos confirmado que en dicotiledóneas también existe esta función y que actúa de forma similar.

El gen Branched1 (BRC1) de Arabidopsis actúa localmente reprimiendo el desarrollo de las yemas axilares. Tb1 y BRC1 codifican para factores de transcripción de la familia TCP (Cubas, Lauter et al. 1999) y se expresan exclusivamente en yemas axilares en desarrollo. BRC1 retrasa el crecimiento y la proliferación celular en yemas axilares e impide la elongación de ramas. Su regulación negativa es imprescindible para la formación de ramas laterales. Estos y otros resultados nos han llevado a proponer que el gen BRC1 es un interruptor local del crecimiento axilar que integra las señales ambientales y de desarrollo que controlan la ramificación.

Figura 1: A. Planta de maíz silvestre. B. Planta mutante teosinte Branched1. C. Plantas de Arabidopsis silvestre (izquierda) y mutante brc1 (derecha)...
Figura 1: A. Planta de maíz silvestre. B. Planta mutante teosinte Branched1. C. Plantas de Arabidopsis silvestre (izquierda) y mutante brc1 (derecha).

Los genes BRC1 afectan la arquitectura de solanáceas de interés alimentario

En el contexto de un proyecto trilateral de genómica de solanáceas (Genómica comparativa de meristemos de solanaceas, Genosome), nos propusimos testar la posibilidad del uso de BRC1 para mejorar la arquitectura de especies de interés económico. Elegimos dos especies de gran importancia económica y para las que hay disponibles herramientas genéticas y genómicas: tomate (Solanum lycopersicum) y patata (Solanum tuberosum). El tomate es el cultivo hortícola de mayor importancia en España. Nuestro país es el primer productor de tomate fresco de la Unión Europea. Hasta ahora la mejora genética del tomate se ha dirigido a generar variedades de alto rendimiento, con mayor tamaño de fruto, senescencia retrasada, mejor calidad (sabor, aroma y color) y tolerancia a estreses bióticos y abióticos.

Sin embargo, se le ha prestado poca atención a su arquitectura, que determina de forma radical su rendimiento ya que las ramas laterales reducen el aporte de nutrientes al eje principal. Las ramas laterales se podan a mano, lo que encarece y complica su manejo. La tendencia en las plantaciones actuales es el cultivo hidropónico en invernaderos con sistemas de cosechado automatizado que demandan variedades monostem, no disponibles hasta ahora en líneas de alta producción. La patata, por otro lado, es uno de los productos básicos más consumidos del planeta. La FAO declaró 2008 'Año de la patata' para crear una mayor conciencia de su importancia como alimento en el tercer mundo y promover la investigación y el desarrollo de sus sistemas de producción. La patata crece rápido y en climas difíciles, necesita poca agua y su cultivo es idóneo para muchos de los países, donde la tierra es limitada. Su arquitectura aérea no representa un problema (tiene bastante dominancia apical) mientras que sí es muy mejorable la arquitectura de sus ramas subterráneas, los estolones, cuyo número y grado de ramificación determinan directamente la producción de tubérculos.

La tendencia en las plantaciones actuales es el cultivo hidropónico en invernaderos con sistemas de cosechado automatizado que demandan variedades monostem, no disponibles hasta ahora en líneas de alta producción
En nuestro grupo hemos aislado los ortólogos de BRC1 en tomate (Solanum lycopersicum) y patata (Solanum tuberosum). Encontramos que en Solanáceas ha habido una duplicación génica de BRC1 de forma que hay dos parálogos, BRC1-1 y BRC1-2. Realizamos un análisis funcional de estos genes estudiando sus patrones de expresión durante el desarrollo y generando líneas RNAi en las dos especies. Nuestros resultados indican que BRC1-1 y BRC1-2 tienen funciones directamente relacionadas con el control de los patrones de ramificación. Los estudios de Q-PCR y las hibridaciones in situ indican que ambos genes se expresan en yemas axilares inhibidas. En patata, estos genes también se expresan en primordios de estolón, yemas axilares de estolón y en los ojos de tubérculos, lo que confirma la homología de estas estructuras con las yemas aéreas. También hemos generado líneas transgénicas RNAi para cada unos de los genes. Hemos encontrado que BRC1-1 y BRC1-2 no son redundantes y que el silenciamiento de cada uno de ellos provoca un efecto diferente en la arquitectura de las plantas, algunos de los cuales son interesantes desde el punto de vista de la producción agronómica.
Figura 2: Fenotipos de lineas RNAi de tomate. RNAi BRC1-1 (izquierda); Control silvestre (centro); RNAi BRC1-2 (derecha)...
Figura 2: Fenotipos de lineas RNAi de tomate. RNAi BRC1-1 (izquierda); Control silvestre (centro); RNAi BRC1-2 (derecha).
En tomate, el silenciamiento de SlBRC1-2 genera líneas muy arbustivas y con más inflorescencias, como era esperable para un gen con una función similar a AtBRC1 (Figura 2, derecha). Por el contrario, el silenciamiento de SlBRC1-1 tiene un efecto muy deseado en la arquitectura de las plantas: las líneas SlBRC1-1 RNAi son plantas monostem en las que todas las yemas laterales están fuertemente inhibidas (Figura 2, izquierda). Esto puede ser debido a una regulación cruzada entre SlBRC1-1 y SlBRC1-2. El silenciamiento de SlBRC1-1 podría causar una regulación positiva de SlBRC1-2 aumentando su actividad. SlBRC1-2, por el contrario no parece tener efecto cruzado sobre la actividad de SlBRC1-1.
En patata, el silenciamiento del gen StBRC1-1 de patata produce plantas más ramificadas y con más estolones. Estos estolones son también ramificados lo que tiene como consecuencia una mayor producción de tubérculos por planta (hasta cuatro veces más). En nuestras condiciones de cultivo, en tiestos y sin permitir que las plantas se desarrollen hasta la senescencia (se analizaron cuando envejecieron las plantas silvestres, de ciclo más corto que las transgénicas), estas plantas producen un peso total en tubérculos equivalente al de los controles. Sería muy interesante ensayarlas en campo para comprobar su potencial productivo real y su comportamiento en un ambiente natural.
Figura 3: Fenotipos de líneas RNAi BRC1-1 de patata. Se muestran resultados de lineas independientes comparadas con el control silvestre...
Figura 3: Fenotipos de líneas RNAi BRC1-1 de patata. Se muestran resultados de lineas independientes comparadas con el control silvestre.
Todos estos resultados y la tecnología relacionada con el uso de genes BRC1 para controlar la arquitectura de las plantas han sido protegidos mediante una patente solicitada por el CSIC en enero del 2009. En este marco, Ninsar Agrosciences ha firmado un acuerdo de licencia exclusiva con el CSIC para obtener los derechos de explotación de esta patente, lo que demuestra el interés de esta empresa por nuestros resultados.

Sin embargo, la actual percepción social y política de los organismos genéticamente modificados (OMGs), hace que la aplicación directa de líneas transgénicas para fines de consumo humano no sea viable por el momento, al menos en Europa. Por ello, sería muy deseable disponer de mutaciones puntuales que causen los mismos fenotipos que nuestras líneas de silenciamiento y puedan ser directamente utilizables en mejora genética dirigida. En tomate existen varias colecciones mutagenizadas con EMS en las que se pueden hacer escrutinios mediante tilling o análisis directo para identificar mutantes puntuales en genes BRC1. En patata, estas colecciones mutagenizadas se están desarrollando (Gabi-Till) pero aún no están disponibles. De cualquier forma estos mutantes puntuales son de gran interés para la industria y se podrían utilizar directamente en mejora genética de las variedades existentes.