Plan para la prevención de nuevas infecciones en las explotaciones de ovino de leche
La calidad higiénico-sanitaria de la leche cruda en las explotaciones es una condición esencial para incrementar la competitividad de las explotaciones lecheras. El consumidor exige que los diferentes procesos de producción, conservación, almacenamiento, transporte y elaboración de leche cruda se mantengan los máximos niveles de calidad sanitaria y se apliquen medidas de autocontrol. Es la premisa con la que parte una ponencia ofrecida por María Ángeles Blanco, veterinaria de la cooperativa Ovino de Campos, en la jornadas sobre ovino de leche que organizó Nanta en la pasada Feria de Salamanca.
La experta considera que es fundamental la elección de las futuras reproductoras (encalostramiento adecuado, desinfección de ombligos y programa vacunal en las corderas) y un plan de control de mamitis y mejora de la calidad de leche, que consiste en la curación de las infecciones presentes en la explotación (tratamiento antibiótico de secado, diagnóstico de patógenos mamarios y desvieje) y la prevención de la entrada de nuevas infecciones, que se resume en los siguientes seis puntos con distintos consejos en cada uno de ellos.
Prevención de agalaxia contagiosa
- Correcto plan vacunal.
- Tratamiento intramamario de secado.
- Reposición de madres sin antecedentes y que tengan la glándula mamaria sin lesiones.
- Desvieje.
Prevención de mamitis clínicas y diagnóstico de patógenos mamarios
- Rápido diagnóstico e instauración del tratamiento antibiótico acorde con la patología. Si es necesario, recurrir al antibiograma.
- Ordeño de las primíparas en primer lugar. Después, ordeño del lote de alta producción, y finalmente ordeñar las afectadas. Máxima higiene en el ordeñador para evitar contaminaciones cruzadas. En su caso, eliminación de los animales afectados.
- Palpación rutinaria de ubres para la identificación de lesiones mamarias crónicas y agudas. Consideración de ubres con lesiones con criterio de desvieje.
- Cambio de pezoneras adecuado (en función de número de ordeños realizados o al año).
- Rutina de ordeño (no sobreordeño, corte del vacío en el cambio de pezoneras...).
- Sellado de pezones.
Higiene de camas, pezones y ordeño
- Revisar el estado de limpieza del circuito de ordeño y el estado de las gomas, especialmente tubos cortos y largos de leche y contrapezoneras de lavado.
- Revisar pauta de lavado de la ordeñadora (temperatura del agua caliente, suficiente presión de lavado...). Rápido enfriamiento de la leche tras el ordeño.
- Uso correcto de detergente y ácido.
- Verificar calidad microbiológica del agua de explotación.
- Evitar que los animales se tumben después del ordeño.
Revisión y mantenimiento de la máquina de ordeño
- Revisión una vez al año o cuando sea necesario: vacío de ordeño, caudal de la bomba, caudal de reserva, relación succión-masaje, frecuencia de pulsación.
- Limpiar el regulador. Una vez al mes.
- Limpiar colectores internamente. Una vez por semana.
- Limpiar los orificios de entrada de aire atmosférico a los colectores. Una vez por semana.
- Limpiar los filtros o esponjas de la tubería de filtración de aire para los pulsadores. Una vez por semana.
- Mirar el engrase de la bomba de vacío.
- Cambiar los manguitos de ordeño. Una vez al año o cada 6.000-10.000 ordeños.
Reforzamiento inmunitario de las ovejas
- Suplementación con Selenio y Vitamina E a las ovejas en preparto y lactación.
- Utilización de B-carotenos.
- Plan vacunal correcto, acorde a la explotación.
Actuaciones complementarias
- Control de microorganismos que proceden del ambiente: camas, heces y ensilado.
- Control del agua de la explotación.
- Control del aire.
- Control del alimento.
