La falta de ayudas y rentabilidad reducen un 33% el censo de ovino en Salamanca desde 2007
El sector del ovino se lleva la peor parte en la actualidad; los altos precios del vacuno y el porcino le dejan en una situación muy complicada, que se agrava por la pérdida de censo ganadero en los últimos cinco años, según publica Tribuna de Salamanca.
Las cifras no engañan y los datos de la Junta de Castilla y León reflejan una caída del número de animales del 33% entre 2007 y 2012, que se ve aún más perjudicada por la falta de ayudas y de rentabilidad de un sector cuyos precios en origen viven anclados. El valor del lechazo, sin ir más lejos, es similar al de hace varias décadas, no así los costes de producción. En la actualidad, el censo de ovino ha descendido hasta 454.690 cabezas y con peores perspectivas de cara al ejercicio 2013, donde son muchos los profesionales que han tenido que cerrar la puerta.
El análisis de los datos de la consejería de Agricultura señalan que desde 2007 hasta 2012 se ha producido un descenso año a año de la cabaña ganadera de ovino. La mayor bajada se ha registrado entre 2008 y 2009, pasando de 631.482 a 535.220, lo que significa casi 100.000 ovejas menos en solo un ejercicio, coincidiendo con uno de los periodos de crisis más pronunciados del sector.