Un incendio calcina una nave ganadera de ovino en Valer de Aliste (Zamora)
Redacción oviespana.com21/12/2012
La nave de un ganadero de ovino de la localidad de Valer de Aliste, perteneciente al municipio zamorano de Gallegos del Río, quedó totalmente calcinada por las llamas de un incendio muy virulento. La rápida actuación de los efectivos del parque comarcal de Bomberos Voluntarios de Tierras de Aliste evitó que las llamas se propagaran a una construcción que albergaba cientos de ovejas, corderos y marones de la raza autóctona Castellana. Todos los indicios apuntan a que se trata de un fuego provocado, según publica La Opinión de Zamora.
Alrededor de las diez de la noche del lunes, un vecino que pasaba con el coche por las inmediaciones fue el que vio las llamas y dio aviso al ganadero y a los bomberos, que se personaron en el lugar junto a efectivos de la Guardia Civil del puesto de Fonfría de Aliste.
El fragor de las llamas fue tan grande que los bomberos se centraron en evitar su propagación a la nave colindante, donde se encontraban las ovejas paridas y corderos. Fueron tan altas las temperaturas alcanzadas, que se reventaron las paredes exteriores y se caldearon tanto las vigas de hierro, al rojo vivo, que dieron con la techumbre en el suelo. Parte de las paredes cayeron al camino asfaltado, lo que obligó a cerrar al tráfico la conexión de Valer con Puercas y Abejera, ya que aunque llovía, las pacas (paquetes de entre 150 y 200 kilos cada una) se mantuvieron ardiendo toda la noche y durante el día.
Alrededor de las diez de la noche del lunes, un vecino que pasaba con el coche por las inmediaciones fue el que vio las llamas y dio aviso al ganadero y a los bomberos, que se personaron en el lugar junto a efectivos de la Guardia Civil del puesto de Fonfría de Aliste.
El fragor de las llamas fue tan grande que los bomberos se centraron en evitar su propagación a la nave colindante, donde se encontraban las ovejas paridas y corderos. Fueron tan altas las temperaturas alcanzadas, que se reventaron las paredes exteriores y se caldearon tanto las vigas de hierro, al rojo vivo, que dieron con la techumbre en el suelo. Parte de las paredes cayeron al camino asfaltado, lo que obligó a cerrar al tráfico la conexión de Valer con Puercas y Abejera, ya que aunque llovía, las pacas (paquetes de entre 150 y 200 kilos cada una) se mantuvieron ardiendo toda la noche y durante el día.