Los ganaderos de Salamanca valoran la medida de poder dejar los animales muertos en el campo
Redacción oviespana.com25/11/2011
Los ganaderos han acogido con satisfacción la medida ya conocida y adoptada por el Gobierno hace varios días, relativa a la posibilidad para el ganadero de poder dejar los animales muertos en el campo para alimento de las aves carroñeras, según publica Tribuna de Salamanca.
“No hay duda de que se trata de una medida importante para los ganaderos porque además de ahorrarse un gasto, en muchas ocasiones, el servicio de recogida no funcionaba todo lo bien que se desearía y a veces tardaba dos o tres días en aparecer por la explotación por una clara falta de medios”, señala el presidente provincial de ASAJA y de la Cámara Agraria, Vicente de la Peña.
La medida de la recogida de cadáveres fue instaurada por el Gobierno como consecuencia de la aparición de los casos de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). Esta medida provocó un efecto negativo entre las aves carroñeras puestos que perdieron gran parte de su fuente de alimentación, por lo que debían buscar una nueva que no era otra que atacar a los animales vivos, causando muchas bajas en explotaciones en ganado ovino, bovino y porcino.
No obstante, los ganaderos que se acojan a la medida de dejar los animales muertos en el campo, estarán obligados a cumplir una guía de buenas prácticas ganaderas y es recomendable que también una de buenas prácticas de gestión de subproductos de especies cinegéticas.
“No hay duda de que se trata de una medida importante para los ganaderos porque además de ahorrarse un gasto, en muchas ocasiones, el servicio de recogida no funcionaba todo lo bien que se desearía y a veces tardaba dos o tres días en aparecer por la explotación por una clara falta de medios”, señala el presidente provincial de ASAJA y de la Cámara Agraria, Vicente de la Peña.
La medida de la recogida de cadáveres fue instaurada por el Gobierno como consecuencia de la aparición de los casos de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). Esta medida provocó un efecto negativo entre las aves carroñeras puestos que perdieron gran parte de su fuente de alimentación, por lo que debían buscar una nueva que no era otra que atacar a los animales vivos, causando muchas bajas en explotaciones en ganado ovino, bovino y porcino.
No obstante, los ganaderos que se acojan a la medida de dejar los animales muertos en el campo, estarán obligados a cumplir una guía de buenas prácticas ganaderas y es recomendable que también una de buenas prácticas de gestión de subproductos de especies cinegéticas.