Los cambios regulatorios como necesidad imprescindible para impulsar la rehabilitación de vivienda

En el marco de Rebuild, Congreso Nacional de Arquitectura Avanzada y Construcción 4.0 celebrado en Ifema, WIRES, Women in Real Estate Spain, organizó el 21 de septiembre una mesa redonda en la que se debatió acerca de los fondos europeos Next Generation y el futuro de la construcción y la arquitectura.

En la mesa estuvieron presentes personalidades de diversos ámbitos del sector como María José Piccio-Marchetti, directora general de Vivienda y Rehabilitación de la Comunidad de Madrid; José Antonio Granero, arquitecto socio-fundador de Entreabierto y Agrega (Agencia de Regeneración Urbana); Roberto Albaizar, director de Desarrollo Corporativo en ACR Grupo; y Pedro Soria, CCO de la tasadora Tinsa.

Moderada por Débora Serrano, socia WIRES, la mesa trató sobre el uso y destino de los fondos Next Generation orientados a la mejora de la eficiencia del inmobiliario.

Partimos de un contexto en el que el 40 % de las emisiones vienen provocadas por los edificios, un 20 % residenciales y el parque de viviendas en España está obsoleto, con casi un 60 % de las viviendas levantadas antes de 1980, las cuales no cuentan con la eficiencia energética necesaria. Desde Tinsa, Pedro Soria comparte el análisis de este escenario, cuyo estudio arroja que, en Madrid (con un parque aproximado de 600.000 viviendas), más del 90 % tienen la certificación energética E, F y G, las más bajas.

Sobre la rehabilitación residencial expuso Piccio-Marchetti el reparto de los fondos que se va a llevar a cabo en la Comunidad de Madrid. De los 3.520 millones de euros totales para la rehabilitación residencial, Madrid se hace con el 14 %, el cual se reparte en los siguientes programas: rehabilitación de edificios y entornos urbanizados próximos; implantación de oficinas de rehabilitación; rehabilitación de edificios, ayudas a comunidades de propietarios; ayudas por vivienda individual rehabilitada; fomentar la rehabilitación y la redacción del libro del edificio existente; y la promoción de obra pública sostenible.

Por la parte del ámbito de la construcción, Albaizar señaló que se debe de trabajar en esta línea de construcción ecoeficiente. Las empresas han de ser más transparentes en cuanto a compartir sus datos de huella de carbono y la solución real pasa por industrializar el sector de la construcción para poder tener más control sobre los consumos, aplicar energías limpias, utilizar materiales ya reciclados, etc.

En cuanto a la regeneración urbana, también presente sobre la mesa, desde Agrega, José Antonio Granero señala la falta de niveles de calidad de vida buenos y medioambientales óptimos en muchos barrios. Existen fisuras en los espacios públicos y pobreza energética que dan como consecuencia situaciones de desigualdad, lo que vuelve a evidenciar una nueva oportunidad y donde los fondos Next Generation cobran un papel importante en este fin.

Todos los participantes en la mesa redonda coincidieron en que los fondos, a pesar de sus cantidades iniciales, son insuficientes para la necesidad real de rehabilitación que presenta el inmobiliario en España, así como los costes de regeneración, lo que evidenciará la necesidad de recurrir a la financiación privada.

Lo que lleva a la conclusión en la que se alzan todas las voces en favor de los cambios regulatorios necesarios que siempre aboga el sector, así como la colaboración público-privada. La apuesta por parte de Agrega supone la creación de vías exprés para aquellos proyectos energéticamente viables según la normativa europea que tengan un mayor y mejor acceso con las administraciones. Piccio-Marchetti añade la falta de un agente rehabilitador para salvar el espacio de financiación que los fondos no cubren.

El cierre estuvo abanderado por la esperanza de alcanzar viviendas y entornos urbanos sostenibles gracias al avance en los distintos segmentos, el cambio en la regulación y el apoyo de la colaboración público-privada.