“El suelo industrial y logístico tiende a percibirse como una cuestión colateral y no lo es de ninguna manera”

Se cumple un año, el 3 de diciembre de 2012, de la firma en el paraninfo de la Universidad de Barcelona del manifiesto ‘+ industria: la respuesta catalana a la crisis’ por parte de los sindicatos CC OO de Cataluña y UGT de Cataluña, las patronales Foment del Treball Nacional y Pimec, tres universidades públicas catalanas (Universidad de Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Politécnica de Catalunya) y tres colegios profesionales (el de Economistas de Cataluña, el de Ingenieros Técnicos industriales y el de Ingenieros Industriales de Cataluña). Con motivo de este primer aniversario analizamos la situación actual y presentamos los proyectos desarrollados desde entonces.

La firma del manifiesto abría un periodo de 6 meses en el cual un centenar de expertos agrupados en 8 comisiones de trabajo elaborarían un documento de ‘Propuestas para un nuevo impulso de la industria en Cataluña’, presentado en Junio de 2013. 138 propuestas concretas divididas en distintas temáticas desde los límites y definición de la industria, pasando por la financiación, la formación, la energía, las infraestructuras, la I+D+i, la cooperación, clústers e internacionalización y culminando en el Horizonte Europa 2020.

Una iniciativa en total sintonía con las políticas impulsadas desde la Comisión Europea en el marco de trabajo de la Estrategia Europa 2020, adoptado en octubre de 2010, en la que se reconoce el papel fundamental de la industria para mantener el liderazgo económico de la Unión a nivel mundial. De las distintas comunicaciones presentadas por la Comisión en relación a este tema destacan afirmaciones como “ahora más que nunca, Europa necesita la industria y la industria necesita Europa. El mercado único, con 500 millones de consumidores, 220 millones de trabajadores y 20 millones de empresarios es el instrumento clave para lograr una Europa industrial competitiva”, que encontramos en el comunicado 'An integrated industrial policy for the

Mi objetivo hoy desde estas líneas, además de dar a conocer la iniciativa en la que tuve oportunidad de participar, es hacer especial énfasis en la parte de infraestructuras. Por primera vez, el planteamiento de ‘+ industria’ incorporó en la comisión de trabajo sobre infraestructuras todo lo relativo al suelo industrial y logístico en un sentido amplio, así como las infraestructuras de servicios además de las de transporte tanto viario como ferroviario que suelen acaparar toda la atención. La cuestión energética, por su trascendencia, fue objeto de una comisión específica.

Es una novedad que el suelo industrial y logístico haya sido tenido en cuenta pues tiende a percibirse como una cuestión colateral o secundaria. A mi modo de entender no lo es de ninguna manera y de ahí el título del artículo: ‘la eterna reivindicación’. Algún día deberemos aceptar que cualquier actividad humana tiene lugar en un sitio físico. Incluso cuando estamos navegando por internet lo hacemos en un sitio físico en el cual se dan unas condiciones concretas y adecuadas para ello: acceso a una red wifi o 3G a través de unas antenas físicas colocadas en algún sitio físico, o bien conectados a través de cable que llega por el subsuelo dentro de una zanja hasta donde nos hayamos. ¡Todo muy físico!

Algún día deberemos aceptar que cualquier actividad humana tiene lugar en un sitio físico. Incluso cuando estamos navegando por internet lo hacemos en un sitio físico en el cual se dan unas condiciones concretas y adecuadas para ello

En este sentido, es de lectura obligatoria el informe publicado recientemente por el Banco Mundial y IFC ‘Doing Business, entendiendo las regulaciones para las pequeñas y medianas empresas’. Un proyecto que desde 2002 analiza y compara las normas que regulan la actividad de pequeñas y medianas empresas locales a lo largo de su ciclo de vida, en 189 economías y ciudades seleccionadas a nivel mundial.

Según este informe, las regulaciones que influyen en las empresas a lo largo de su ciclo de vida son:

• En su constitución: apertura de una empresa, empleo de los trabajadores.
• En la obtención de instalaciones: manejo de permisos de construcción, obtención de electricidad y registro de propiedades.
• En la obtención de financiamiento: obtención de crédito y protección de los inversores.
• En sus operaciones diarias: pago de impuestos y comercio transfronterizo.
• Cuando las cosas van mal: cumplimiento de contratos y resolución de la insolvencia.

Lo interesante del informe está no sólo en el hecho de que contempla la obtención de instalaciones como uno de los ejes principales que influyen en la vida de las empresas, sino que lo examina en términos de costo y eficiencia de los procesos regulatorios para la obtención de dichas instalaciones. Aspectos que directamente vienen condicionados por regulaciones urbanísticas sobre suelo industrial y logístico. De ahí la eterna reivindicación de que las políticas industriales incorporen definitivamente políticas urbanísticas e infraestructurales.

Con esta filosofía se trabajó desde el grupo de suelo industrial y logístico como parte de la comisión de infraestructuras de la iniciativa ‘+industria’. La diagnosis que se llevó a cabo se resume en las siguientes conclusiones: desconocimiento y prejuicios existentes sobre la actividad industrial; falta de una visión integrada entre economía y urbanismo; falta de conocimiento de la demanda en relación a los usos y los requerimientos físicos e infraestructurales; falta de una visión estratégica supra-municipal; falta de espacios de gobernanza entre los agentes implicados; falta de legislación específica para polígonos industriales; atomización del marco regulador para las licencias de actividad y, por último, falta de comprensión de la heterogeneidad del territorio al hacer políticas territoriales y urbanísticas.
Las propuestas que se apuntan en el documento (hasta 21 propuestas) reivindican una vez más la necesidad de crear una hoja de ruta (llámesele Plan Estratégico de suelo industrial) que supere las visiones sesgadas, que supere la ausencia de racionalidad económica y de impacto económico como principio básico de sostenibilidad y que se articule en sintonía con las necesidades reales de les empresas que operan en nuestro territorio.

El objetivo de las políticas públicas debería ser garantizar las condiciones en las que operan nuestras empresas en el territorio. No hay que perder de vista que la mejor publicidad para atraer nuevas inversiones es el boca a boca a través de aquellos que ya están trabajando aquí. No hay tiempo que perder, ninguna de estas cuestiones nos pillan de nuevo. Sería una oportunidad perdida, o la estocada definitiva, si de nuevo pasaran a engrosar el catálogo de eternas reivindicaciones