Entrevista a Luis Anxo Rodríguez, presidente de la DO Ribeiro
27 de septiembre de 2010
A grandes rasgos, ¿cuáles son las principales líneas de actuación de la DO Ribeiro?
Principalmente, el control y seguimiento del producto amparado por la denominación de origen, como sello de garantía de la calidad de nuestros vinos. También la ejecución de una labor promocional intensa, encaminada a la proyección de estos en mercados nuevos y a la consolidación en aquellos donde el Ribeiro ya está presente.
De las 115 bodegas amparadas por esta DO, 84 son ‘colleiteiros’. Como ‘colleiteiro’ de sus propios vinos, ¿qué puede aportar en general al sector vinícola de Ribeiro y en particular a estos bodegueros cuyos caldos se elaboran a base de uvas de su propiedad?
El ‘colleiteiro’ aporta una manera diferente y personal de interpretar el vino de Ribeiro. Cada elaborador dispone de unos terrenos específicos con propiedades que los caracterizan y, a veces, una forma muy particular de vinificar.
En síntesis, ¿los ‘colleiteiros’ lo tienen fácil para seguir viviendo del campo o se hallan en desventaja comparados con el resto de bodegueros?
El ‘colleiteiro’ es un bodeguero más, pero estrechamente vinculado al campo. Es decir, vive del mismo, ya que en él cosecha la uva con la que elabora sus vinos. Aun así, se debe posicionar en un mercado global y hacerlo con una producción limitada. No creo que viva en desventaja, simplemente en una realidad diferente.
¿Como ‘colleiteiro’, le resulta más fácil ponerse en la piel del agricultor y comprender la incertidumbre que experimenta el sector?
Como ya he comentado, el ‘colleiteiro’ es un bodeguero vinculado al campo. O, dicho de otro modo, un agricultor que comercializa un producto transformado y como tal, está expuesto a la incertidumbre del campo pero también a la de los mercados.
En una entrevista reciente, utilizaba el término ‘diversidad’ para definir a los vinos Ribeiro y a la propia denominación de origen. ¿A qué se refería exactamente? ¿Alguna otra característica de interés que describa a esta tierra y a los vinos que se producen?
La primera evidencia de ‘diversidad’ se halla en su estructura productiva. Es por ello que sin ser una región extensa, el Ribeiro acoge a 115 productores, 115 maneras de expresar. Por otro lado, la diversidad que le confieren sus distintos valles, el entramado que dibujan los ríos Miño, Avia y Arnoia a su paso por nuestra región, junto a la riqueza edafológica de nuestros suelos asegura terrenos diversos que aportan un plus de cromaticidad a la uva del Ribeiro. Cabe destacar nuestra riqueza varietal, el hecho de disponer de una amplia lista de variedades de uva propias del Ribeiro, como la Treixadura, Lado, Torróntes o Loureira, en blancas; y la Sousón, Ferrón, Caíño o Brancellao, en tintas. Ello contribuye notablemente a esta diversidad que nos ocupa. Por último, el hecho de que nuestros vinos sean plurivarietales hace que adquiera una gran importancia el 'coupage' que establezca el bodeguero.
En realidad, y pensando en el mercado vinícola, ¿el hecho de disponer de variedades propias les sitúa en alguna posición ventajosa a la hora de elaborar y comercializar sus vinos?
Nosotros lo valoramos como un gran potencial para la denominación de origen. Básicamente, la globalización nos ha llevado a un mercado con una oferta homogénea, dominada por un reducido número de variedades. Existe una corriente de consumidores deseosos de conocer “nuevos” vinos y que, al mismo tiempo, aprecian la tipicidad, la expresión que alcanza la uva en su tierra natal. Precisamente por eso, disponemos de una posición aventajada, gracias a nuestras variedades de uva singulares, cultivadas en su terreno original. Esto nos garantiza vinos genuinos, “auténticos”.
En la DO Ribeiro se produce una media de 14 millones de kilos de uva blanca y dos millones de tinta. De hecho, cuando se piensa en un Ribeiro, se suele asociar más a los vinos blancos que a los tintos o tostados. Ante su posición de dirigir la DO Ribeiro, ¿cómo difunden estos últimos?
A día de hoy, nuestro producto fundamental es el blanco, tal y como se vislumbra según el registro de plantaciones de uva en la denominación de origen. Sin embargo, no ha sido siempre así. Existe una tradición en el Ribeiro de producción de vinos tintos y son muchas las bodegas que continúan elaborándolo. Gracias al estudio y a la experiencia, se aprecia una notable evolución y podemos hablar ya de grandes tintos de Ribeiro. Si hablamos de tostado, tenemos que pensar en cantidades muy inferiores. En resumen, disponemos de tres productos de calidad diferenciados, cada uno con su peso específico en este consejo regulador, y con su nicho de mercado. Y así los promocionamos desde aquí.
En general, ¿cuáles son las principales acciones que llevan a cabo para difundir los vinos de Ribeiro dentro y fuera del país? Durante este ejercicio, ¿tienen prevista su participación en algún certamen o convocatoria internacional?
Dentro de España, llevamos a cabo acciones de promoción en las principales ciudades. A la comunidad gallega, destinamos buena parte de nuestros esfuerzos ya que representa un gran mercado para los vinos del Ribeiro. Cada año, ponemos en marcha un salón de presentación de añada en Madrid y Barcelona, así como en otras poblaciones del norte y el levante de la Península, dirigiéndonos generalmente a un público profesional. Este año, desarrollamos una campaña de difusión interesante en hostelería, además de acciones específicas en homenaje al Año Santo. Así, contamos con representación en las ferias principales del país. Por ejemplo, Alimentaria, Fórum Gastronómico de Santiago de Compostela, Salón Gourmets de Madrid, Iberwine-Valladolid, entre otras, y cerraremos el año en el congreso San Sebastián Gastronómica y el Salón Essentia de Madrid.
A nivel internacional, dirigimos principalmente nuestra estrategia de mercado a Estados Unidos y Alemania, donde además de realizar varios viajes comerciales hemos participado en la feria Prowein y en el Wine Festival de Washington DC. Recientemente, hemos recibido a una delegación de representantes del mercado noruego, en una acción conjunta con la Oficina Comercial de la Embajada de España en Oslo, precedida de la visita de un grupo de profesionales alemanes. Actualmente, preparamos una misión de compradores norteamericanos con el IGAPE USA. Al mismo tiempo, desde el consejo regulador hemos impulsado la participación de nuestras bodegas en certámenes nacionales e internacionales como el Concours Mondial de Bruxelles, Challenge du Vin o Decanter, introduciendo nuestros vinos en los paneles de cata de Wine Spectator y Wine Enthusiast, entre otros. Para el próximo ejercicio, nuestra intención es seguir con la línea de trabajo que desarrollamos en los últimos tiempos, dando a conocer al Ribeiro en los principales eventos nacionales e internacionales.
Básicamente, ¿cómo valora la evolución de esta denominación de origen en los últimos años? ¿Cree que todavía quedan aspectos en los que se debería trabajar más?
En mi opinión, estamos atravesando una etapa muy positiva. Ribeiro se muestra como una denominación competitiva, con grandes vinos procedentes de un sector que se ha profesionalizado, no solo en recursos técnicos sino también en humanos. A esto, se suma la labor intensa desarrollada para recuperar nuestras variedades autóctonas así como la puesta en valor de estas variedades en el mercado.
Nuestro propósito es continuar trabajando en esta línea de mejora continua del producto, descubriendo potenciales todavía ocultos en nuestros vinos. A nivel de difusión, seguiremos con actuaciones que favorezcan vías de penetración en nuevos mercados que aseguren un futuro próspero para nuestra denominación de origen.
En su opinión, ¿cuáles son las claves que definen a un buen ‘Ribeiro’?
Hay tantos buenos ribeiros como buenos elaboradores. En cualquier caso, debemos partir de uva de calidad y mostrar sensibilidad en la elaboración.
Y ya para acabar, y teniendo en cuenta el panorama que atraviesa el campo, ¿qué futuro le augura a la DO Ribeiro?
En este aspecto, creo que debemos ser positivos. En el Ribeiro se ha instalado una generación de nuevos productores que trabaja duramente para posicionar nuestros vinos entre los grandes. Por otra parte, los prescriptores vinícolas con prestigio comienzan a elogiar en sus columnas al Ribeiro, algo que anima los mercados. Hay un trabajo de fondo, un proyecto, y personas que quieren llevarlo a la práctica. Estamos en un momento emergente por lo que solo podemos pensar en un futuro exitoso.
